Las piezas que arman el rompecabezas de la muerte de Gerardo Escobar, el joven de 23 años que fue hallado flotando en el río una semana después de su desaparición, parecen no encajar en el mismo juego. Empezando por los resultados preliminares de la autopsia, donde según la interpretación estaba o no golpeado, hasta su teléfono celular, que un software lo ubicó en un domicilio particular pero fue hallado entre las prendas de la víctima. Ayer se conoció otro dato que enturbia más la situación. Uno de los efectivos de seguridad de La Tienda, el boliche céntrico donde el muchacho fue visto por última vez, es un policía con carpeta psiquiátrica. El local fue clausurado anteanoche.
Salvador Vera, abogado de la Asamblea por los Derechos del Niño y la Juventud que acompaña a la familia Escobar, volvió a comparar la causa con la de Franco Casco, cuyo cadáver apareció a fines de octubre en el río Paraná tras estar demorado en la seccional 7a, al tiempo que enumeró una serie de objeciones a la Fiscalía.
“El Ministerio Público de la Acusación tiene la posibilidad de revertir la penosa y lamentable intervención que tuvo en el caso Casco”, dijo Vera, quien resaltó la rapidez con que los fiscales informaron que el cuerpo no tenía signos de violencia, “siendo que estaba visiblemente golpeado en varias partes”. El abogado objetó también que la familia no pudo controlar el momento del levantamiento de cadáver y sembró dudas sobre si se preservó la escena del hecho, en particular por el estado del celular de la víctima, que no estaba “embarrado” como el resto de sus prendas. “No sabemos que pasó con el teléfono”, dijo.
También reprochó que la Fiscalía haya seguido decenas de pistas falsas, como la presencia de Pichón en un colectivo, sin poner foco en el boliche La Tienda, de Tucumán al 1100, donde fue visto por última vez. “Se intenta desvincular al boliche y al personal que cumplía funciones de seguridad, entre ellos un policía con carpeta médica”, dijo Vera.
Otro punto que resaltó el letrado es que la Fiscalía haya solicitado en forma voluntaria las videocámaras del lugar, en particular porque habría ocho en total de las cuales seis se entregaron en las últimas horas. “Entendemos que esa medida debería haberse tomado de rutina y de forma urgente y no se hizo”, dijo al programa Trascendental de LT8.
Por su parte, fuentes de la Fiscalía, cuya investigación está a cargo de Marisol Fabbro, dijeron que se solicitó un informe al 911 que se sumará a otras pericias telefónicas en curso, una de ellas en el celular de la víctima, que esperan que se seque. Es que entre los distintos rumores sobre lo ocurrido durante la madruga del 14 de agosto pasado es que el mismo Pichón habría llamado a la Policía para pedir algún tipo de auxilio.
Anteanoche, el controvertido after La Tienda fue clausurado por la Municipalidad. El secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, explicó que las razones fueron “preventivas”, aunque no fue visto igual por los empresarios nocturnos.
El apoderado legal del local, la única cara visible hasta el momento del boliche, criticó la medida. “Es demonizar el lugar”, aseguró Maximiliano Nicosia.
Hoy a las 10, los familiares de Pichón darán una conferencia de prensa frente a Tribunales provinciales en tanto a las 17 se concentrarán en la puerta de Fiscalía y marcharán hasta la sede de Gobierno de Dorrego y Santa Fe.
Los municipales se movilizaron a Fiscalía
Los trabajadores municipales se movilizaron ayer a la puerta de la Fiscalía para reclamar por esclarecimiento del crimen de su compañero de trabajo, Gerardo Escobar.
El secretario, del gremio, Antonio Ratner, se reunió con la fiscal Marisol Fabbro para informarse sobre los avances en la causa. “Nosotros a partir de la desaparición de Gerardo comenzamos con los compañeros de trabajo (de Parques y Paseos) una incesante búsqueda por todos lados. Después de conocida la noticia y el lamentable hallazgo nos acercamos a la Fiscalía para ver si estaban trabajando sobre alguna hipótesis sobre lo que había pasado”, explicó el líder del gremio municipal.
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