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Más críticas al gobierno por “no escuchar” el 8N

Políticos de la oposición reprocharon a la presidenta por no oir y soslayar la protesta. Zabalza: “El 2013 será crucial, la gente votará continuidad o cambio”


Dirigentes de la oposición profundizaron ayer las críticas al gobierno nacional tras el cacerolazo, con reclamos por no escuchar y tratar de soslayar a la manifestación, mientras que desde el oficialismo ratificaron el rumbo y buscaron minimizar el impacto.

Desde sectores como el radicalismo, la CGT y el PRO, los reproches al gobierno nacional estuvieron vinculados con la ausencia de respuestas de la Casa Rosada a los pedidos que se escucharon en distintas ciudades del país y las “ironías” que formuló la presidenta Cristina Fernández sobre el tema.

“La gente reclama contra la inseguridad, contra la inflación, que son temas que le afectan su vida de todos los días, y la presidenta no solo no la escucha sino que le falta el respeto con ironías”, advirtió el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Por su parte, el ex vicepresidente Julio Cobos desestimó la crítica oficial de que los manifestantes del cacerolazo “no saben qué es lo que reclaman” y anticipó que desde el gobierno nacional “seguro no van a acusar recibo de esto”.

“No es que no sabe qué es lo que reclama, reclama las cosas que espera de un gobierno al que votó”, opinó el dirigente radical, a pesar de que muchos carteles decían “somos el 46 por ciento”, dando cuenta de que no eran votantes del gobierno. Cobos enfatizó que “la sociedad argentina no está resignada, está dispuesta a expresarse”.

También se sumó a la polémica el jefe de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, quien alertó que la mandataria parece vivir en una “especie de burbuja que no le permite ver la realidad” y vaticinó que “los reclamos se van a ir profundizando”.

“El reclamo es por la forma despectiva que tiene el gobierno de tratar los reclamos que se le realizan y lo de ayer (por el viernes) lo confirma la presidenta” con su actitud destinada a descalificar la protesta, resaltó el dirigente.

En línea con el resto de la oposición, el senador de la UCR Ernesto Sanz evaluó que “hay una mayoría silenciosa que dejó de confiar en el gobierno” y consideró que “es preocupante” cuando la presidenta “habla de profundizar la gestión”.

Como respuesta a las críticas, el subsecretario general de la presidencia, Gustavo López, consideró ayer “disparatados” algunos de los reclamos durante la manifestación, a la que volvió a vincular con la “derecha”, y ratificó que el gobierno va a seguir “profundizando el modelo” porque “una salida conservadora nos mataría”.

“Lo que no hay que hacer es ceder, después sí, hay que ser finos en los argumentos, no hay que caer en provocaciones, hay que ser inteligentes, pero lo único que no podemos hacer es ceder a la derecha”, explicó.

En tanto, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, cuestionó que “en la marcha del otro día se vio claro, había palabras o consignas que estaban casi uniformadas” contra la inseguridad. Según analizó, esta situación fue consecuencia de la “instalación mediática de la inseguridad como déficit del gobierno nacional”.

Al mismo tiempo Garré afirmó que sintió “cierta culpa” por los reclamos de mayor seguridad que se escucharon durante la protesta del 8N, pero recordó que “constitucionalmente, el tema se lo han reservado las provincias”.

“Un estado de cierta culpa, porque la gente está tan angustiada, yo no digo que ésta no sea una sociedad con dosis de inseguridad, pero muy menores a los que hay en otras ciudades del mundo”, destacó Garré.

La ministra no se desligó de las responsabilidades de su cartera y remarcó que “constitucionalmente el tema de seguridad se lo han reservado las provincias, es una autoridad no delegada”, a pesar de que los reclamos apuntan más a la Nación que a los gobiernos provinciales.

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