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Más casos de trabajo rural en “condiciones indignas”

Esta vez fue en Venado Tuerto, donde el Ministerio de Trabajo de la provincia detectó un campamento rural en “condiciones de vida no condignas con el ser humano”.

El Ministerio de Trabajo de Santa Fe detectó un campamento de trabajadores rurales en “condiciones de vida no condignas con el ser humano”. El hallazgo se produjo en una explotación agropecuaria del paraje La Chispa, ubicado a unos 40 kilómetros de la localidad santafesina de Venado Tuerto, informó hoy el titular de la cartera laboral provincial, Carlos Rodríguez.

“Lo que encontramos fueron condiciones de vida muy similares a las de otros lugares que se conocieron en los últimos días, donde el cubaje de aire era insuficiente en las casillas donde dormía el personal, el sistema de cocina-comedor era deleznable, no había electricidad e ignoramos la calidad del agua potable porque no había registros de potabilización”, dijo Rodríguez.

El funcionario explicó que en el establecimiento agropecuario “La Gallega”, ubicado en el paraje La Chispa del sudoeste santafesino, había al menos 35 trabajadores en esas condiciones, oriundos de la provincia de Santiago del Estero.

“Intimamos a la firma que lo explota, que es Pioneer Argentina, se hizo un sumario y está en marcha”, explicó el funcionario.

Si bien la inspección en la finca se realizó el 2 de febrero pasado, recién trascendió hoy luego de que el Ministerio de Trabajo de Santa Fe reuniera a las firmas cerealeras para darles a conocer una resolución que establece el ´Reglamento de Condiciones Mínimas de Trabajo Decente en los Campamentos Rurales´, con el fin de evitar casos de reducción a la servidumbre en explotaciones agropecuarias de esta provincia.

Rodríguez aclaró además que lo que hallaron en el campamento inspeccionado cerca de Venado Tuerto “no era trabajo esclavo, porque estaban registrados, pero con condiciones indignas”.

Fuentes de la cartera laboral precisaron que los 35 trabajadores santiagueños “dormían hacinados en una casilla, con colchones muy finos y sin ropa de cama, sin refrigeración y con poca ventilación”.

La carne que les habían suministrado para comer no estaba refrigerada sino “colgada en una jaula”, y el agua para bañarse la extraían “de un bombeador”.

“El campamento se estaba levantando, porque ya habían terminado el desflore del maíz”, dijo Rodríguez, y reveló que a los inspectores de la cartera laboral nos los dejaron pasar la primera vez que acudieron al lugar.

Agregó que en una segunda inspección, con “personal del Ministerio de Trabajo de la Nación y de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo” recién pudieron acceder al establecimiento “La Gallega”.

También refirió que “nos encontramos con que no teníamos ninguna norma específica para aplicar, por lo que utilizamos la de la construcción, que es la única que habla de la vivienda”.

Rodríguez agregó que en función de este caso decidió crear la resolución que establece el Reglamento de Condiciones Mínimas de Trabajo Decente en los Campamentos Rurales, que ayer fue presentado a las empresas agropecuarias que integran la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA).

Entre otras firmas, conforman la ASA la propia Pioneer Argentina, en cuyo campo fue descubierto el campamento rural en condiciones infrahumanas por la cartera laboral de esta provincia.

“No podemos dejar a los trabajadores sin protección y a los inspectores sin herramienta”, sostuvo Rodríguez sobre la resolución que estableció su ministerio.

El ministro provincial dijo que se comunicó con su par a nivel nacional, Carlos Tomada, quien le dijo que planteará la necesidad de una reglamentación para todo el país en la reunión de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario.

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