Política

Entrevista a Marcos Cleri

“Estamos en contra de cualquier reforma de la edad jubilatoria”

El diputado nacional del Frente para la Victoria Marcos Cleri recibió a El Ciudadano en su despacho en el Congreso en Buenos Aires y dialogó de varios temas.


En su libro Diez años, una década de gobierno kirchnerista, el periodista Daniel Miguez cuenta que durante una reunión en Casa Rosada entre los gobernadores de todo el país y el por entonces presidente de la Nación Carlos Saúl Menem, sin ningún tipo de tapujos Néstor Kirchner aprovechó un descuido del primer mandatario y se sentó en el sillón de Rivadavia. El riojano lo miró con desconfianza. “Es que yo algún día voy a estar sentado acá”, y provocó las risas de casi todos los que estaban presentes. No mucho tiempo después logró su objetivo y esa suerte de irreverencia fue mucho más allá de una simple anécdota.

Pero las historias de todos nunca son las mismas. Marcos Cleri ocupa desde 2015 una banca en el Congreso de la Nación, empezó su militancia barrial y universitaria en Rosario a los 18 años y cuando se le pregunta si alguna vez pensó en que podía llegar a ser diputado contesta con un rotundo: “Nunca. No”. En los últimos días, hizo que la polémica legisladora Elisa Carrió se levantara de su asiento y abandonara dos veces el debate por la quita de los fueros al diputado Julio de Vido. La primera vez fue durante la reunión especial de comisión y casi como en una discusión callejera mientras el rosarino exponía sus argumentos Lilita se le paró atrás y le achacó: “¿Pero qué decís?”.

La segunda vez fue más obvia pero pasó casi inadvertida. Carrió hizo lo mismo mientras Cleri expuso en el recinto durante la sesión en la que se definió la continuidad en la bancada del ex ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. La actitud de la diputada de Cambiemos dejó en claro que no le cae bien una defensa bien argumentada que venga de la oposición.

En uno de los despachos del piso 13 del edifico anexo del Congreso hay un gran mapa de Rosario colgando en una de las paredes. Es el lugar del diputado del Frente para la Victoria por la provincia de Santa Fe, que se declara absolutamente en contra de cualquier reforma de la edad jubilatoria y sostiene que “ellos” (por el gobierno de Mauricio Macri) “están haciendo una avanzada fuerte a través de los medios de comunicación tratando de convencer a la gente y están presionando a los gobiernos provinciales para el traspaso de las cajas”. El mismo día en que Cleri recibió a El Ciudadano en el Congreso, el gobierno nacional había firmado el decreto 595/17 para ampliar en diez mil millones de pesos el Presupuesto para pagar jubilaciones y pensiones: “Es un tema que vamos a analizar y abordar”.

—Cuándo empezó a militar, ¿pensó alguna vez que iba a estar en una banca en el Congreso?

—¿Con 35 años? Nunca. No. Ser diputado nacional nunca fue un objetivo pensado. Empecé la militancia cuando era difícil ser peronista, después de 1999 y con la Alianza gobernando, en un contexto muy parecido a lo que está pasando ahora: muchos reclamos en los ámbitos universitarios y territoriales. Era muy difícil sostener las convicciones, sobre todo, diciendo que no éramos lo que habíamos sido en los 90, porque no lo fuimos pero sosteníamos con convicción que éramos peronistas. Explicar eso, en un marco en el que avanzaba fuertemente la Alianza, tuvo sus complejidades. Siempre mantuvimos nuestra convicción y después lo vimos materializado cuando empezó a florecer todo con Néstor (Kirchner).

—En los últimos días, durante el debate previo y después en el recinto por el debate de la quita de los fueros a Julio de Vido, hizo que Elisa Carrió se levantara y se fuera no una, dos veces…

—¡Qué momento! (risas). Nosotros defendemos la Constitución Nacional y no a una persona. Circunstancialmente buscaron un punto en donde apoyarse para avanzar en una decisión completamente inconstitucional. Esto lo sabía la legisladora que lo había planificado y a un metro mío, en la primera reunión de comisión, dijo que ‘a esto lo tenemos que sacar porque nos sirve para la campaña’. El eje de Carrió siempre fue la corrupción y cuando uno le recuerda de cuando ella acusaba a Mauricio Macri y al primo y a todos los que están hoy con él, después la invade un silencio cómplice y no puede justificar nada. Además, la diputada que ya lleva 20 años en el Congreso de la Nación está acostumbrada a decir y a hacer lo que quiere, pero hay una nueva generación de dirigentes que no se callan la boca y eso le molesta. Cuando no le quedan palabras agrede verbalmente y se va. Es habitual en ella.

—Justamente cuando usted habla y muestra los tomos 1 y 2 de Los dueños de la Argentina, de Luis Majul, es cuando Carrió se va…

—Sí. Lo importante de estos libros es darnos cuenta de quién no está en esos libros. Están Amalita Macri (Socma), Fortabat (Loma Negra), Bulgheroni (Bridas), Rocca (Techint) y Born (Bunge & Born) y en el dos están Perez Companc, Santiago Soldati. Aldo Roggio y Enrique Menotti Pescarmonapero. Pero el que quiere ser verdaderamente dueño de la Argentina no está acá, y es Magneto. Seguramente en algún momento alguien financió esto.

—¿Es probable que Magneto haya financiado estos libros?

—Yo no lo digo, pero es el único que no está y habrá que averiguar de quién era editorial Sudamericana en esa época. Simplemente eso. Además, en estos libros están los dueños de la Argentina del sector productivo, no están los del sector agropecuario ni de los medios de comunicación. Otra cosa sugestiva es la persecución a Gils Carbó que fue la única que no aprobó el monopolio de Fibertel-Clarín. Ella cuando dictamina dijo que no se podía unir, lo que hizo que tardara esa unificación muchísimo tiempo. Ahora se fusionaron Telecom y Cablevisión más Nextel por lo cual tienen Personal, Nextel, Telecom y Cablevisión. Hay que recordar que Clarín ya tenía acciones en Telecom, pero pocas, y que la estatización de los fondos de las AFJP tuvo dos objetivos: el primero generar sustentabilidad en el sistema previsional y el segundo, tener incidencia en las grandes empresas que se beneficiaron financiándose muy barato y generando grandes rentabilidades con los fondos jubilatorios. Pero el Estado nacional y los argentinos no tenían ninguna posibilidad de decidir en dónde se distribuían esas riquezas. Por eso el ataque tan grande a los sistemas jubilatorios y a la estatización de los fondos de las AFJP.

—¿Hay posibilidad de que se vuelva a un sistema encubierto, similar al de las AFJP?

—Ellos siempre lo tienen en carpeta, pero hoy los números no le dan. Si van por ese camino pensemos que plantean que la extensión de la edad jubilatoria va a ser voluntaria y es el camino inverso al que hizo Néstor cuando alguien tenía AFJP o Sistema de Reparto. Al principio fue voluntario y después lo estatizó. Ellos están haciendo el camino inverso: lo plantean como voluntario y al no modificarte la ecuación porque no aumenta la jubilación, después lo van a terminar privatizando. En definitiva, te van quitando derechos adquiridos por el mismo camino que lo fuimos obteniendo.

—¿Cuál es la postura de su bloque al tema que es agenda hoy en los medios de subir la edad jubilatoria?

—Estamos en contra de cualquier reforma de la edad jubilatoria. Ya lo estuvimos en contra cuando planteamos con el nombre rimbombante de ‘reparación histórica’, que no es más que una pensión que genera una desigualdad porque quienes no tienen aportes, en lugar de entrar a una moratoria cobran el 80 por ciento de la jubilación mínima lo cual es una jubilación distinta al beneficio normal del sistema de seguridad social del Sipa (Sistema Integrado Provisional Argentino). Ellos (por el gobierno de Cambiemos) están haciendo una avanzada fuerte a través de los medios de comunicación tratando de convencer a la gente y también están presionando a los gobiernos provinciales del traspaso de las cajas. Es un trabajo de pinza y es propio del gran desfinanciamiento que han hecho. Hoy (por el martes 1° de agosto) firmaron el decreto 595/17 ampliando en diez mil millones de pesos para pagar jubilaciones y pensiones, que pensamos tratarlo después de las elecciones.

—¿La reparación histórica fue una estrategia para evitar pagar las sentencias de las jubilaciones mal liquidadas que tenían su precedente en el caso Badaro?

—En cada presupuesto nacional se incorporaba un dinero específicamente para esos casos y teníamos contemplado que para 2021 se iban a terminar de pagar todas las sentencias de aquellas jubilaciones que habían sido mal liquidadas. ¿Era un proceso largo? Sí. Pero se iban a terminar de pagar en un sistema en el que el trabajador activo aportaba. El Sipa tenía sustentabilidad más el fondo de garantía, no había riesgo. Si nos fijamos, en muchos países de Europa en donde la economía se achicó, lo que han hecho es ampliar la edad jubilatoria y sacar los derechos que se conquistaron para los jubilados porque para ellos son una supuesta carga social que les genera que el Estado no pueda tener recursos para otras cosas. En cambio, para nosotros no son una carga sino una inversión.