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Esto que nos ocurrió

Malraux, el arte como conquista

Mañana se cumplen 38 años de la muerte del novelista, aventurero, arqueólogo, activista político y funcionario público francés.


“El arte es una rebelión contra el destino”. La cita es de André Malraux, el novelista, aventurero, arqueólogo, esteta, activista político y funcionario público francés de cuya muerte se cumplirán mañana 38 años.

Nacido en París el domingo 3 de noviembre de 1901 y fallecido en Créteil el martes 23 de noviembre de 1976, Georges André Malraux sentó las bases de la “diversidad cultural” en su país como el primer ministro de Cultura de un gobierno francés.

En su vida se confunden los elementos novelados del escritor con la expresión del hombre público, la propaganda del político y la realidad de los hechos históricos que le tocó vivir.

Es que Malraux participó en todos aquellos combates por la libertad de los que fue contemporáneo: contra el colonialismo francés en Indochina, el fascismo en España o el nazismo alemán.

Como escritor, atacó la miseria del hombre y exaltó su grandeza, pero fue además un esteta y un crítico de arte que hizo descubrir al público francés la riqueza de las civilizaciones no europeas.

Se recuerda su apasionado compromiso con todas las causas que incendiaron el siglo XX, sus exaltaciones líricas como ministro de Cultura del gobierno de Charles de Gaulle entre 1959 y 1969, y la última epopeya que lo llevó, en el ocaso de su vida, a un Bangladesh devastado por la guerra, como mensajero y precursor de un aliento fraterno que aún no se llamaba “ayuda humanitaria”.

Pero, ante todo, Malraux fue un extraordinario novelista. Toda su obra está impregnada de las ideologías contemporáneas, desde la revolución china nacionalista y comunista de los años 20 a la Guerra Civil Española de 1936, pasando por la lucha obstinada y tenaz contra el nazismo.

En el transcurso de su vida, marcada por tragedias personales –perdió a su esposa Josette Clotis en condiciones dramáticas y luego a sus dos hijos mayores en un accidente de tránsito en 1961–, trató a grandes personajes de su época, como Mao Tse Tung, John Fitzgerald Kennedy y Jawaharlal Nehru. También mantuvo un diálogo constante con grandes artistas de la talla de Pablo Picasso, Marc Chagall, Georges Braque, Maurice de Vlaminck, André Derain, Fernand Leger, Jean Cocteau, André Gide, Max Jacob, Pierre Reverdy y Louise de Vilmorin, quien fue su última compañera.

Entre sus textos podemos mencionar: Lunas de papel, Reino estrambótico, Trilogía asiática (Los Conquistadores, La vía real y La condición humana), El tiempo del desprecio, La Esperanza, L’Espoir. Sierra de Teruel (guión cinematográfico), Los nogales del Altenburg, Las voces del silencio (ensayos sobre psicología del arte), Antimemorias, El camino real, El museo imaginario y La reina de Saba.

Malraux también nos dejó muchas frases célebres, entre ellas:

+ “Si de veras llegásemos a poder comprender, ya no podríamos juzgar”.

+ “No tarda nueve meses sino 60 años en formarse un hombre”.

+ “La muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida”.

+ “Quien se queda mucho tiempo mirando a los sueños termina pareciéndose a una sombra”.

+ “El verdadero combate empieza cuando uno debe luchar contra una parte de sí mismo. Pero uno sólo se convierte en un hombre cuando supera estos combates”.

+ “He aprendido que una vida no vale nada, pero también que nada vale una vida”.

+ “Todo hombre se parece a su dolor”.

+ “La juventud es una religión a la que uno siempre acaba convirtiéndose”.

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