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Reflexiones

Macri y Massa se tiran ofertas y contraofertas

Mauricio Macri y Sergio Massa hablaron por teléfono. La conversación se produjo cuando el jefe de Gobierno porteño regresó de Jujuy, donde se fotografió con Gerardo Morales. El senador radical fue uno de los principales gestores de ese contacto, por ahora sólo verbal, entre los precandidatos presidenciales del PRO y el Frente Renovador.


Mauricio Macri y Sergio Massa hablaron por teléfono. La conversación se produjo cuando el jefe de Gobierno porteño regresó de Jujuy, donde se fotografió con Gerardo Morales. El senador radical fue uno de los principales gestores de ese contacto, por ahora sólo verbal, entre los precandidatos presidenciales del PRO y el Frente Renovador.

Macri le mejoró la oferta a Massa. Fue después de la reunión de la mesa de negociación que integran Emilio Monzó, por el macrismo, y los intendentes Joaquín de la Torre (San Miguel) y Mario Meoni (Junín) por el massismo. Macri trató con respeto y consideración a Massa, lo valoró como dirigente y destacó su juventud como un atributo para poder acceder a la presidencia. Pero recién en 2019.

La oferta de Macri consistió en concederle a Massa el control total de la provincia de Buenos Aires, siempre y cuando el ex alcalde de Tigre acepte convertirse en candidato a gobernador antes del 10 de junio, fecha tope para la inscripción de alianzas en la Justicia Electoral.

Buenos Aires +A

Massa podría armar la fórmula a la gobernación a su antojo y también todas las listas de candidatos para cargos locales en la Legislatura bonaerense, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado provincial. En el caso de puestos ejecutivos locales, como las intendencias, sólo habría Paso en aquellos distritos donde el macrismo tiene candidatos consolidados, como Quilmes con Walter Queijeiro, San Fernando con Alex Campbell o San Isidro con Guillermo Montenegro.

Macri estuvo en Jujuy con Morales, Ernesto Sanz y Monzó, su ministro de Gobierno porteño. En ese encuentro, Monzó reveló el objetivo final del PRO para torcerle el brazo a Massa: Francisco de Narváez. La sangría dirigencial del massismo debilita al Frente Renovador pero el tiro de gracia para lograr una confluencia sería lograr que De Narváez vuelva a las fuentes y se convierta en el candidato a gobernador de Macri en Buenos Aires.

El colombiano zigzagueante

Ese volantazo de De Narváez, que después de encabezar la boleta 2009 del PRO junto a Felipe Solá ya zigzagueó a través de acuerdos efímeros con Daniel Scioli, Hugo Moyano y hasta Ricardo Alfonsín, destrabaría incluso la fórmula presidencial del macrismo. En el caso de que De Narváez quede plantado como candidato a gobernador, Macri escogería a María Eugenia Vidal como su candidata a vicepresidenta.

La operación no es sencilla. Sin embargo, en el massismo ya olfatean un eventual nuevo pase de De Narváez. El flamante jefe del bloque de diputados nacionales del Frente Renovador, Alberto Roberti, calificó de “mercenario” al empresario de origen colombiano.

Su esposa, la legisladora bonaerense Mónica López, mantiene en pie su precandidatura a gobernadora bonaerense y mostró sintonía positiva con Alberto Asseff, el diputado nacional que tiene una de las llaves para inscribir ante la Justicia electoral el Frente Renovador por la Esperanza, una confederación de partidos que, junto con Unión Popular, fue presentada como el esqueleto electoral para que Massa compita por la presidencia.

Sin embargo, por ahora, ni Asseff como jefe del partido Unir, ni los apoderados de Unión Popular fueron convocados a Tigre para preparar la inscripción del Frente Renovador por la Esperanza. Otro dato sintomático del estado deliberativo entre el macrismo y el massismo: De Narváez ordenó suspender todas las impresiones de afiches de campaña hasta decidir en qué espacio será candidato. El logo “+A” podría ser suprimido en las imprentas.

Massa no se mostró dispuesto a bajarse. Contraofertó el armado de una mega-Paso opositora, con él adentro, que garantice un triunfo de la oposición unida sobre Scioli el segundo domingo de agosto. De lo contrario, advierte Massa, será Scioli quien se acerque peligrosamente al 40 por ciento de los votos en las primarias. No hubo acuerdo en cuanto al tablero de candidatos, pero autorizaron continuar con las negociaciones esta semana. Además, fijaron un dead-line para llegar, o no, a un acuerdo: el 26 de mayo.

Radicales y mendocinos

Sanz también insiste en ofrecerse como compañero de fórmula presidencial de Macri. Sin embargo, al jefe de Gobierno porteño no hace falta recordarle experiencias recientes de vices radicales como Julio Cobos. Para colmo, Sanz no sólo es radical, también es mendocino. El objetivo inmediato es cazar a De Narváez, quien insiste con una primaria nacional ampliada entre Macri, Massa, Sanz y Elisa Carrió. Mientras tanto, los operadores del PRO se enfocan en hacerle entender a Massa que cualquier escenario 2015 sin Macri en el poder le será perjudicial. Si gana Daniel Scioli, el poskirchnerismo se quedará con todo el peronismo, incluidos los intendentes del Frente Renovador. En cambio, si Massa negocia y gana la provincia de Buenos Aires como sucesor de Scioli, queda como jefe del peronismo y se asegura una silla en la liga de gobernadores PJ que subsistan sin Cristina de Kirchner a partir de diciembre de 2015.

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