El presidente Mauricio Macri visitó este viernes la empresa local Arag, con un fuerte blindaje policial casi sobredimensionado en relación a la cantidad de gente que había y al espacio del lugar. Solamente ingresaron dos canales de televisión y un medio gráfico. En tanto, los móviles de Radio 2, LT3, el diario Rosario 12, Conclusión y los mismos periodistas de la Municipalidad, entre otros, quedaron afuera, a más de una cuadra de donde se encontraba el mandatario.
En ese contexto y pasadas las 13, Macri dio un discurso en la empresa rosarina ubicada en avenida Circunvalación y Uriburu, acompañado por el gobernador Miguel Lifschitz y la intendenta Mónica Fein. Lejos quedaron cerca de un centenar de empleados suspendidos de la empresa General Motors, que se acercaron al lugar en forma pacífica y silenciosa, con carteles y un pedido puntual: “poder acceder a hablar con Macri o con algún funcionario de primera línea”, lo que finalmente no ocurrió.
Como parte de su discurso, ponderó el impulso que el Estado nacional le dio a la producción agrícola y aseguró que este año la “exportación de trigo” va a tener cifras record.
El presidente también habló sobre el informe del observatorio social de la Universidad Católica Argentina (UCA) y admitió que “el nivel de pobreza en la Argentina es «altísimo»”, aunque le endilgó tal situación al sinceramiento de los datos ocultos en el pasado, refiriéndose, en otras palabras, a la ya repetida frase de “la pesada herencia”.
Según indicó la agencia de noticias Télam, el mandatario nacional dijo que “como gobierno, con todo mi equipo, estamos trabajando para darle herramientas a todos los que lo necesitan”, y apuntó además contra la oposición, al señalar que “algunos que no quieren un cambio siguen poniendo palos en la rueda”.
Macri recordó que en la campaña electoral “prometí sacar las retenciones, eso es federalismo, y les dije que iba a sacar las cosas raras que habían inventado y eran parte de la enorme corrupción que se vivía; todo eso lo hicimos”. “A todas las promesa que hicimos –continuó, de cara a los productores– ustedes respondieron con esta cosecha record que vamos a tener”, indicó.
En cuanto a la negativa de la comitiva presidencial de impedir el acceso a varios medios de comunicación de la ciudad, Gustavo Poles, delegado del Sindicato de Prensa Rosario, dijo: “Lo único que queríamos era trabajar, ni siquiera preguntar sino transmitirle a la gente el contenido del discurso del presidente”.
El blindaje mediático en torno al presidente suscitó, nuevamente, que el Sindicato de Prensa Rosario emita un comunicado para expresar preocupación por la actitud deliberada de no recibir a los medios y dejar plantados a los trabajadores de prensa.
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