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Luchar por ser mujer y dirigente

El espacio de decisión en los clubes está vedado aunque en algunos son las que más que participan de la vida deportiva y votan. El Ciudadano cuenta qué pasa en Newell’s Old Boys, Rosario Central, Argentino de Rosario y Central Córdoba.


“No sabés jugar a la pelota. No entendés lo que es dirigir un lugar”. Fue lo primero que le dijeron a Silvia Caro cuando empezó a ir a las reuniones del club Agrupación Deportiva Infantil Rosario (Adir) donde mandaba a sus hijos a practicar. Hoy es la presidenta de la primera comisión directiva mixta del club de barrio Agote. Mitad hombres, mitad mujeres. El camino para llegar a una silla y tomar decisiones en un club no es fácil. Todavía funcionan clubes que no las dejan entrar. Muchos conservan en los estatutos la categoría de dama y les dan los mismos derechos de un niño. Pocos les dieron una silla en las comisiones directivas. Newell’s Old Boys y Rosario Central tienen. El único club con cupo femenino obligatorio es Argentino de Rosario. Central Córdoba hace 100 años que no cambia el estatuto. Este año la Municipalidad de Rosario creó un programa para que los clubes, grandes y chicos, reescriban los reglamentos para que un tercio de la participación política sea de las mujeres. Capacitó a cuatro clubes en cómo abordar igualdad de género y diversidad sexual.

Silvia Caro llegó a Adir por sus dos hijos. Los llevaba a entrenar a la cancha del barrio Luis Agote y de a poco empezó a charlar con las madres y los padres que encontraba en la puerta. Cuenta que al principio fue difícil porque en el club sólo practicaban fútbol masculino infantil. La comisión directiva histórica no estaba acostumbrada a trabajar con mujeres.

Caro llegó a la comisión y permitió por primera vez en el club que una mujer entrene. Se llama Abigail, tiene 11 años y no puede competir oficialmente porque no hay ligas femeninas en la ciudad. Hay torneos recreativos de fútbol 5. “La aceptamos sin peros y hoy está muy contenta con el club”, dice Silvia y agrega que el próximo desafío es el fútbol femenino.

Adir fue uno de los primeros clubes en capacitarse en temáticas de género dentro del programa municipal Clubes por la Igualdad.

La primera

En Newell’s las socias representan un tercio de la vida electoral. En la última renovación entraron 3 a la comisión de 25, aunque al poco tiempo se fueron. “No hay un reglamento que diga que tienen que participar en alguna proporción en comisión directiva. Participan activamente en todas las subcomisiones y tienen una presencia muy fuerte en la vida del club”, explica José Menchón, secretario del club. Los deportes femeninos que se practican en El Coloso Marcelo Bielsa son patín, hockey y tenis.

Rosario Central es el equipo de primera con más socias de la ciudad. Son el 42 por ciento del padrón. En la comisión directiva hay 16 hombres y 2 mujeres: la vocal titular Geraldina Platero y la síndica Carla Facciano. Entre los deportes que practican las chicas están patín, hockey, vóley, fútbol, básquet y las gimnasias deportiva, aeróbica y rítmica. Años atrás se creó la subcomisión de mujeres que lleva los debates de género al club. En septiembre organizaron junto a la Coordinadora de Hinchas una charla sobre violencia de género y discriminación. Invitaron a referentes de organizaciones feministas y al director de un equipo de rugby LGTBI.

El ascenso

El Club Atlético Argentino de barrio Sarmiento marcó la vanguardia. En 2008 cambió el estatuto. Impuso que la comisión directiva debía tener un tercio de mujeres. “Argentino es históricamente un club de fútbol. No ha tenido mucha participación de mujeres. El último deporte femenino fue patín en los 80, pero después se fueron todas a Fortín Barracas (en Rondeau al 1000)”, explica Diego Ferreyra, prosecretario. Las mujeres entraban de la mano de hijos, maridos o padres. Como no había forma de incluirlas desde el deporte, las sumaron a la vida institucional. “Cualquier persona que quiera conducir los destinos del club tiene que pensar en las socias para lograrlo”, dice Diego. En los padrones ellas son minoría. De los 500 socios, 80 son mujeres. Para el futuro también piensan en sumar el fútbol femenino.

Central Córdoba viene con un atraso de casi cien años. El estatuto escrito en 1918 fue modificado una vez en 1996. Cuando Mauricio Macri era presidente de Boca Juniors incluyó un artículo que decía que los dirigentes debían responder con su patrimonio en caso de quiebra. El cambio fue adoptado después por otras instituciones deportivas del país.

En los papeles del Charrúa  las mujeres son socias. Es una categoría distinta a la de socio, honorario, vitalicio, menor y cadete. La única vez que una mujer formó parte de la comisión directiva fue en 2006. Fue como vocal suplente.

En 1930 había 45 mujeres entre 1.200 socios. Entre 1935 y 1945 se creó una subcomisión de damas, cuenta Julio Rodríguez, integrante de la subcomisión de jóvenes del club de zona sur. El grupo está integrado por mujeres y varones. Se ocupa de las actividades sociales y culturales. Hoy hay alrededor de 900 socios. A diferencia de Argentino, las mujeres juegan al hándbol, vóley y practican patín.

En busca de reglas que den más igualdad

En abril la Dirección de Clubes y el Instituto de la Mujer presentaron el programa Clubes por la Igualdad. Invitan a reescribir los estatutos con un lenguaje para que incluya a varones y mujeres por igual. “Donde suelen usar la palabra asociados sugerimos agregar asociadas o poner asociados/as”, explica Carolina Mozzi, directora del Instituto de la Mujer. También proponen agregar artículos para crear deportes mixtos, generar más participación, romper estereotipos y abrir subcomisiones que traten la temática de género.

“El estatuto aprueba la vida institucional de cada club. Hay categorías que excluyen a las mujeres o les dan derechos limitados en participación y voto”, dice Mozzi. Según la funcionaria son muy pocos los clubes que tienen a las mujeres en cargos directivos, aunque son muchas las que trabajan diariamente.

Como indicaron desde el municipio, las sugerencias fueron incluidas en un estatuto modelo disponible para cualquier club de la ciudad. Entre las más importantes está el cupo femenino. Como en la Constitución Nacional para las elecciones, sugieren que las comisiones directivas tengan como mínimo un tercio de mujeres.

El programa partió de pensar a los clubes como lugares donde se transmite la cultura y como espacios de socialización. Entre las líneas de trabajo está la organización de talleres, charlas y debates. Las primeras capacitaciones se hicieron en Adir, Social Lux, Latinoamérica y Morning Star. También buscan que las socias y socios aprendan a reconocer situaciones de violencia y sepan cómo denunciarlas.