Ciudad

memoria y presente

Los gremios fueron protagonistas relevantes

Las calles rosarinas se tiñeron así con los colores de sindicatos de la ciudad y del cordón industrial que sufren la pérdida de puestos de trabajo por el debilitamiento del mercado interno y la apertura de importaciones que atentan contra la producción local de bienes y servicios.


Los gremios fueron protagonistas relevantes en esta marcha del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en Rosario. El singular escenario socioeconómico en el que transcurre este 41 aniversario del sangriento golpe de Estado de 1976 indujo a una movilización quizá mayor a la de años anteriores. Gimnasia obligada no faltó: los días previos al 24 de marzo muestran como postal las protestas de trabajadores de los muy diversos sectores afectados por las políticas económicas nacionales –la Marcha Federal Educativa del miércoles 22 fue la muestra más contundente–, y ofician como antecedente. Es que a la memoria y reclamo de justicia por los crímenes perpetrados desde el Estado entre mediados de la década del 70 y 1983 se suma la correlación del genocidio con la implementación de un plan económico a favor de las corporaciones empresarias y financieras que muchos de los presentas ayer emparentaron con las políticas públicas del actual gobierno nacional de Cambiemos.

Las calles rosarinas se tiñeron así con los colores de sindicatos de la ciudad y del cordón industrial que sufren la pérdida de puestos de trabajo por el debilitamiento del mercado interno y la apertura de importaciones que atentan contra la producción local de bienes y servicios.

Fueron numerosos los testimonios que en esa sintonía recogió El Ciudadano.

Sonia Alesso, secretaria general del gremio docente santafesino Amsafe y titular a nivel nacional de Ctera, expresó: “Además de recordar a los desaparecidos, y nosotros en particular a los más de 600 docentes asesinados –mencionó a Isauro Arancibia, secretario general de Ctera ejecutado el 24 de Marzo de 1976 en Tucumán, a la jujeña Marina Vilte, integrante de la junta ejecutiva de Ctera, y a la rosarina Graciela Lotufo, fundadora del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Rosario, secuestrada-desaparecida en 1977–, y de marchar por Memoria, Verdad y Justicia, también lo hacemos por el no al ajuste del actual gobierno nacional, y por que continúen los juicios a los genocidas del terrorismo de Estado”.

Por su parte, Alberto Boto, secretario general de Luz y Fuerza de Rosario, describió la movilización como la “reivindicación de muchos militantes que luchaban por una patria justa, libre y soberana, y cuyas vidas fueron cegadas tempranamente en el marco de un genocidio que generó un enorme retroceso en el desarrollo democrático del país y lo que hubiese sido una mejora en la conquista de los derechos y la mejora de la calidad de vida de todos los argentinos”. Respecto de la actualización del recuerdo, el dirigente señaló: “En el contexto actual, vivimos las mismas políticas que acompañaron este genocidio, por eso decimos que esta movilización es un Nunca Más respecto a los que cometieron aquellas atrocidades pero también un freno a las políticas del actual gobierno, que nos está llevando a un camino sin salida, el mismo que iniciaron Martínez de Hoz y luego continuaron Carlos Menem y Domingo Cavallo y que hoy se empeña Macri en llevar adelante”.

Matías Layus, secretario general de la Asociación Bancaria de Rosario y del Movimiento Sindical Rosario, trazó su descripción de esta nueva marcha con mención a hechos controvertidos del gobierno y algunos de sus funcionarios: “La evaluación que le hacemos al gobierno nacional es que el 24 de marzo es una fecha inamovible. No vamos a permitir que se traslade el día. Los compañeros desaparecidos son 30 mil y no vamos a aceptar mentiras (por los dichos del ex ministor de Cultura porteño Darío Lopérfido, renunciado tras poner en cuestión la cifra de víctimas de la dictadura).

Otro referente gremial presente en la marcha de Rosario fue Juan Nucci, secretario general del Sindicato de Empleados Judiciales. “Esta conmemoración del inicio de la dictadura cívico-militar nos encuentra lamentablemente con la aplicación de un plan económico de similares características y un gobierno que tácitamente la sigue reivindicando. Eso debería fortalecer el compromiso de derrota de la dictadura. En primer término, juicio y castigo a todos los genocidas y sus socios civiles. Y también, reinstalar un país al que la dictadura buscó destruir”.

Paulo Junco, secretario general de la CTA Rosario , evaluó que este año “cobra mayor relevancia esta expresión popular a la que el pueblo argentino nos tiene acostumbrado cada 24 de marzo. Y en el contexto en el que estamos, con un avance importante de políticas represivas y de un gobierno neoliberal como el de Macri, adquiere mayor importancia esta expresión popular masiva. Miles de argentinos salen a la calle por memoria, verdad y justicia”.

El dirigente de los docentes particulares Martín Lucero –secretario general de Sadop Rosario–, interpretó que se está ante “una reafirmación de la voluntad del pueblo de seguir adelante con la política de derechos humanos que se vienen llevando adelante desde los últimos años. Pero la verdad es que el gobierno nacional ha dado sobradas muestras de que no le interesa, no le importa o la considera secundaria. La contundencia de la marcha demuestra que está muy arraigada en el sentir popular y que si no le interesa (al gobierno), se la va a imponer la gente”.

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