Espectáculos

Los Cuentos de la Buena Pipa tocará en el CEC

Quebrar los límites de la canción. El vocalista de la banda, E'bo, dió detalles de "¿Qué es un laberinto?", el nuevo material del grupo local, editado por el sistema de financiamiento colectivo a través de Panal de Ideas.


Perderse, orientarse, encontrar, frustrarse, sentirse cerca, tener miedo. ¿Qué es un laberinto? El interrogante recorre (y titula) lo nuevo de la agrupación local Los Cuentos de la Buena Pipa, una banda que tras cumplir siete años de carrera se dispuso a registrar su segundo material de estudio, que fue editado a través del sistema de financiamiento colectivo Panal de Ideas y que será presentado oficialmente este sábado, a partir de las 22, en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC, Paseo de las Artes y el río).
Integrada por E’bo (en voz, guitarra eléctrica y programaciones), Kolia (bajo), Grillo (percusión), Lara (percusión), Clara (voz), Li (guitarra eléctrica) y Diego (batería), acompañados por Charly (el presentador), Maia (en visuales) y Paila (en escenografía), la agrupación surgió en 2008 con la explícita búsqueda “de quebrar los límites de la canción para abrirle la puerta a una fusión inagotable de diversos géneros musicales”, según sostienen.
Así, con influencias que van desde Pink Floyd a Todo x 2 pesos pasando por Los Palmeras, Les Luthiers, los Monty Python y Los Natas, y una búsqueda performática que atraviesa distintas disciplinas como el teatro, la realización audiovisual, la danza y, obviamente, la música, editaron su primer disco en 2012, titulado Así gritó el dictador.
Ahora, tres años después, ¿Qué es un laberinto? surgió de una búsqueda distinta: “Fuimos lentamente saliendo de esa búsqueda multidisciplinaria, de probar cosas de teatro, plástica y cine, para centrarnos en lo musical. A raíz de eso apareció la necesidad de tener un registro similar al primer disco pero mucho más enfocado a lo musical, prestando mucha atención a la grabación y a la producción. En el primero grabamos lo que hacíamos en vivo, no una obra conceptual, con un mismo lenguaje o una misma estética. En este caso, lo encaramos con esa intención, apostando mucho a que se escuche bien”, contó E’bo a El Ciudadano.
“Hay varios disparadores que confluyen en ¿Qué es el laberinto? Ese juego de perderse, de ir encontrando el camino a los tumbos. Estuvimos investigando qué era el laberinto a través de la historia para las distintas culturas, qué representaba. La pregunta misma es el concepto del disco. Tiene que ver con lo que originalmente nos propusimos, que fue romper con la canción; muchas veces debatimos si sonaba pretencioso o no pero, en definitiva, era una excusa. Abrir la canción a otras cuestiones, sin importar si terminaba en una obra de teatro, en otra canción de quince minutos o en un videoclip; siempre fue la excusa para recorrer”, explicó el vocalista al tiempo que puntualizó: “La idea era encontrarle otra vuelta de rosca a la idea original de la banda que es contar historias. Siempre para contar historias tratábamos de recurrir a distintas disciplinas. Ahora, el disco es un relato dividido en seis tracks, va generando climas, es un disco bastante instrumental, muy evocativo pero a la vez muy rítmico. Esa fue la idea: mantener esa idea original del cuento, del relato pero poder centrarlos en la música”.
Las grabaciones de ¿Qué es el laberinto? culminaron en diciembre del año pasado, tras lo cual la banda salió de gira por Chile. Un poco para recorrer, un poco para mostrar y un poco para recaudar fondos para la edición del material. Fue en ese viaje que un revés del destino (les robaron todo lo recaudado) les dio el espaldarazo necesario para recurrir a la financiación colectiva, un innovador sistema en el que cualquier persona puede colaborar con un monto determinado de dinero y recibir, a cambio, una serie de recompensas.
El disco físico, links de descarga, entradas a los shows y hasta un show privado son algunas de las recompensas que Los Cuentos ofrecieron a sus “activistas”. El objetivo, alcanzado y merecido: 20 mil pesos y el cariño de todos los que, ahora, son ni más ni menos que productores del disco. “Es un sistema muy original y directo donde la gente colabora y uno siente no sólo el aporte monetario, que lo necesita, sino también el apoyo. Es como saltar al vacío y ver que hay un montón de gente apoyándote, y se agradece mucho”, reconoció E’bo mientras que, sobre el show del sábado, confesó: “Después de varios meses produciendo la presentación resurgió la idea de hacer una instalación, convocar actores, a la encargada de las visuales; en eso nos dio una gran mano Dante Taparelli desde lo técnico/artístico y en lo humano, nos escuchó mucho, le gustó la idea; nos dio un empujón para volver a hacer algo más performático”.

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