Ciudad

Mal provecho

Los carritos se plantan ante los Food Trucks

Los titulares de los actuales puestos de comida rápida consideran que van a perder clientela.


Los titulares de los carritos de comida rápida manifestaron su disgusto por el avance del proyecto de Food Trucks en el Concejo Municipal. Luego de haber recibido algunas modificaciones en la comisión de Presupuesto, la iniciativa volverá a Gobierno, donde fue gestada, para ratificar los cambios introducidos. El edil Martín Rosúa (UCR 1983), uno de los creadores de la propuesta, reconoció que los actuales puestos de comida “serán sometidos a controles más estrictos”, por lo que, indefectiblemente, “pasarán por un proceso de reempadronamiento”. Desde el municipio dieron el visto bueno a la iniciativa y confirmaron su predisposición a reglamentarla rápidamente en caso de convertirse en ordenanza.

El proyecto de los Food Trucks, consensuado entre los concejales Jorge Boasso (bloque radical), Carlos Comi (ARI-CC) y el propio Rosúa, prevé el desembarco en la ciudad de puestos móviles de comida gourmet. Esto motivó el rechazo tanto de los comercios representados por la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines Rosario (Aehgar), que tienen “una posición totalmente en contra” ya que implica una “competencia desleal que va en detrimento de la actividad”, y de los actuales dueños de carros en los que se comercializan, como señala la ordenanza, bebidas, productos cárnicos y aquellos que son de base azucarada.

Alejandra es, desde hace cuatro meses, dueña de uno de estos puestos en los que se comercializan comidas al paso. Junto con su marido gestionó la compra del vehículo, que ya poseía la respectiva habilitación municipal, con el sueño de iniciar un emprendimiento que le permitiera acceder a la vivienda propia; y, claro está, la nueva propuesta no le sentó nada bien.

“Yo siempre quise que esto se regularizara. Mi permiso dice que tiene parada determinada pero no permanente. El tema es que para instalar este carro tuve que pagar una camilla de mil pesos. Si yo tengo que ir y volver son dos mil pesos por día”, sostuvo.

Rubén, quien al igual que Alejandra pidió no revelar la ubicación de su puesto, señaló que este nuevo emprendimiento les representará “una enorme competencia” ya que les quitarán algo de clientela, sobre todo de las madres de familia que se inclinan por menús más sanos; además, los obligará a reinventarse, aunque se mostró tranquilo porque aún habrá un público que se seguirá inclinando por choripanes, hamburguesas y productos similares.

Sin mirar atrás

La comisión de Gobierno revisará hoy los cambios introducidos en Presupuesto que incorporan, entre otras cosas, la participación del Instituto del Alimento en el control, la extensión a 200 metros del límite entre un puesto y otro (antes era de 30 metros), y la habilitación a los emprendimientos gastronómicos tradicionales a contar con su propio rodado, aunque con la limitación de que sea uno solo por persona física o jurídica.

En ese sentido, Rosúa descartó que los Food Truck sean considerados dentro de un mercado cerrado porque están avalados por una “inversión y planificación importantes”, en la que el municipio tendrá un rol clave para evaluar, en base a la demanda, los lugares donde podrán instalarse. Además, establecerá un marco de formalidad a un sector que “desde hace años viene funcionando con habilitaciones precarias” que deben renovarse anualmente.

“(Los carritos actuales) van a pasar por un proceso de reempadronamiento y van a ser sometidos a controles más estrictos, pero dudo que le quite demasiados clientes ya que los emprendimientos responden a dos mercados de consumo totalmente distintos. Esta es comida más sana y de mayor elaboración, una demanda que no se estaba cubriendo”, agregó el legislador, quien reveló que mantendrá reuniones con los trabajadores del sector para escuchar sus reclamos.

Visto bueno del Ejecutivo

El subsecretario de Gobierno municipal, Claudio Díaz, consideró altamente positiva la incorporación de este nuevo rubro que proporciona una alternativa más sana que sale de lo tradicional por lo que adelantó la predisposición de “reglamentarlo rápidamente” una vez que sea aprobado en el recinto, que podría darse este jueves en caso de que hoy sea ratificado en la comisión de origen.

El funcionario detalló que actualmente hay 87 carritos de comidas (el máximo fijado por el Estado) con habilitaciones precarias que se gestionan en base a la necesidad de trabajo de un grupo familiar más que por la demanda de estos puestos de comida. Estos no pueden instalarse en el perímetro determinado por el río, bulevar Oroño y avenida Pellegrini, aunque con la salvedad de los parques públicos.

No obstante, los Food Trucks, por pertenecer a otro rubro, tendrán otro cupo máximo, “que será fijado una vez que sea aprobada la ordenanza”, y que funcionarán con habilitaciones “muy ágiles” que podrán hasta incluso gestionarse a través de la web.

Críticas de gastronómicos

El proyecto consensuado no cayó bien entre los representantes de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (Aehgar), quienes presentaron su rechazo por considerar que este nuevo emprendimiento será una competencia desleal para los comercios de la ciudad. En ese sentido, marcaron diferencia con los actuales carritos de comida rápida que, si bien en algunos lugares como el parque Independencia o la Rambla Catalunya representan una competencia, ya “son parte de la decoración” y les representa un desafío para ofrecer comidas de mejor calidad.

“La diferencia con este nuevo rubro radica en que el menú es similar, cuando los negocios cargan con costos fijos de estructura, como la basura, el agua y los impuestos municipales y provinciales”, señalaron desde la asociación.

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