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Lo verde tiene premio

Una metalúrgica que pagaba agua de red ahora toma parte de una perforación. Otra desperdicia menos calor y gas con una cámara térmica. Nación y provincia trabajan con ellas junto a “padrinos”.


La metalúrgica Crivel SC produce a metros de la terminal de Ómnibus “Mariano Moreno”. No es una gran fábrica pero como toda empresa tuvo problemas. El más reciente lastimaba su economía: gastaba más de 2 mil pesos en un su factura de agua potable con la que trataba superficies de las piezas metálicas que producía, entre otros usos.

Eran 400 mil litros de agua potable, sustancia preciada y hasta escasa para muchos sectores de la ciudad, desperdiciados. Durante este año a partir de un programa de padrinazgo y asesoramiento, la empresa revirtió su problema, y ahorró dinero y energía con una solución tan simple como lógica: reemplazó parte del suministro de red por agua de pozo. El caso de Crivel es uno de los tantos ligados a la todavía embrionaria gestión de Producción Más Limpia, que en Santa Fe incluye a un centenar de pequeñas y medianas empresas en dos programas: uno federal que subsidia modificaciones en la red productiva para ahorrar energía y cuidar el medio ambiente, y otro provincial, de padrinazgo, donde una empresa grande costea la capacitación de representantes de otra más chica y ligada a su cadena de valor para adecuarse a la normativa ambiental.

Desde 2009 Santa Fe sumó pequeñas empresas de distintas ramas productivas al nuevo programa federal de Producción Limpia y Consumo Sustentable de la Nación, siendo, aseguraron desde la gobernación, de las pocas provincias en donde se aplica. Son menos de 100 pymes y microemprendimientos en todo el territorio provincial que percibirán a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) unos 27 mil dólares para desarrollar, hasta el año que viene y con asistencia del gobierno santafesino, mejoras productivas por las que ahorrarán energía, reducirán emisiones contaminantes y evitarán sanciones ambientales. En total, son 3 millones de dólares para la producción sustentable. “Santa Fe es una de las pocas provincia que ha logrado, con mucho trabajo, llevar adelante el programa federal y sumar a una cantidad considerable de microemprendimientos.

“Entendemos a la producción más limpia como una herramienta social porque en muchos casos los pequeños emprendedores no son sujetos de crédito tan importantes como estos”, explicó el subsecretario de Gestión Ambiental santafesino, Edgardo Seguro.

En plano nacional

El programa federal llamado de “Gestión Ambiental para una Producción Sustentable en el Sector Productivo” tiene como objetivo contribuir al desarrollo ambientalmente sustentable de la actividad productiva. Está estructurado en dos subprogramas, uno de Promoción de la Producción Limpia y otro de gestión ambiental minera. Se busca, según destacaron desde Nación, promover la adopción de prácticas de producción limpia en pymes a través de un subsidio para que las empresas, fiscalizadas por la Subsecretaría de Promoción del Desarrollo Sustentable, modifiquen el modo en que producen para ahorrar energía y evitar contaminar.

El programa que funciona en otras seis provincias incluyó desde 2009 a 150 empresas santafesinas, número que mermará, aseguraron desde la cartera de Medio Ambiente santafesino, a entre 75 y 100 emprendimientos, a cuenta de que no todos completan los trámites para obtener el subsidio de 27 mil dólares para cada uno. La mayoría están concentradas en el Gran Rosario, la zona centro y en menor medida en el norte, cerca de Villa Ocampo. En la nómina hay microemprendimientos alimenticios, lácteos, metalmecánicos, turísticos y hasta del sector frutihortícola.. Tal como explicaron autoridades provinciales, si bien el programa es de la Nación el gobierno santafesino funciona como unidad ejecutora, que se encarga de auditar los proyectos de cada pymes, ofrecer los posibles expertos para capacitar y finalmente dar la certificación ambiental.

“También repercute en lo laboral: si una empresa es sustentable, no sólo en términos ambientales sino productivos, puede evitar cese de actividades y mantener fuentes de trabajo. Muchas empresas, al no adecuarse a la normativa de gestión ambiental corren riesgos. Los programas ofrecen un paraguas para proteger las fuentes de trabajo en última instancia”, explicó Seguro.

Y agregó: “A la vez existe un beneficio económico. Es sabido –porque las políticas de producción más limpia tienen más de 10 años de experiencia en distintas partes del mundo– que la empresa ahorra entre 10 y 30 por ciento en sus gastos generales por aplicar esta forma de producción. Esto lo hace más competitivo”.

Sin embargo, las mismas fuentes insistieron en que no es sencillo materializar los proyectos porque las medidas a tomar no pueden ser para reducir, por ejemplo, daño ambiental sino para evitar tenerlo desde el principio. “No se entrega un subsidio para que hagan una planta de tratamiento de efluentes, sino una modificación en la producción que evite tener esos efluentes”, aclaró Seguro.

El padrino

En paralelo, el gobierno provincial lanzó este año un programa de padrinazgo para 10 empresas del rubro metalúrgico del Gran Rosario que culminó hace un mes y fue habilitado por el accionar de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario (Adimra). Entre la empresa padrino y el Estado provincial se capacita a cada una de las empresas en producción más limpia. Por ejemplo, la empresa Gaspar Avigliano SRL padecía una pérdida de calor en el proceso de niquelado –involucraba dos cubas de 5 mil litros– que podía derivar en enfermedades laborales por carga térmica. En segundo lugar, también constituía un gasto excesivo de gas natural. La solución, tras un proceso de capacitación, fue recubrir las cubas con aislamientos especiales bajando los riesgos, el consumo de gas y en un 40 por ciento las emanaciones de dióxido de carbono.

En el programa de padrinazgo, la provincia fue la encargada de brindar a los expertos en la materia que funcionaron como consultores. “Lo novedoso o interesante es que a la capacitación viene un representante de la empresa, y depende del tamaño, hasta puede llegar a venir el dueño. En tres o cuatro meses se realizan distintas actividades para diagramar un plan de reforma de la empresa con miras a la producción más limpia. Se incluye material de capacitación sobre la actual legislación de medio ambiente para que la empresa sea sustentable: no cierre por faltas a la reglamentación. De hecho muchas empresas lograron con esto no sólo su certificación ambiental sino la habilitación”, explicó Seguro.

Por último, fue el Estado provincial el que luego de la capacitación auditó a las empresas y les entregó un certificado de gestión ambiental. Otra de las empresas locales que recibieron esta habilitación fue Galvanizados Méndez, también de Rosario. La pequeña fábrica todavía llevaba adelante tareas de limpieza con personal poniendo en riesgo la salud de los empleados y haciendo más costoso el proceso. Por eso, la consultoría derivó en instalar, tal como lo indica el Fordismo, una línea de limpieza mecanizada que mejoró las prácticas de trabajo y dejó de utilizar 1.775 kilogramos de productos químicos por mes.

Con trayectoria

La Comisión Interempresarial Municipal de Protección Ambiental de Rosario es un organismo público privado con 15 años de trayectoria cuya tarea es crear normativas de producción con miramientos a lo ambiental generadas entre el Estado provincial, municipal y las empresas de la ciudad. Entre las más importantes están la siderúrgica Acindar, la automotriz General Motors, el frigorífico Swift, y la cerealera Cargill.

Más limpias

Según Nación existen en Santa Fe unas 90 empresas que por su proceso son incluidas en la denominada Producción Más Limpia. Los lácteos, como es natural, están en centro de la provincia, mientras que la mayoría de los ligados a metal mecánica están sobre el Gran Rosario. Los que producen alimentos están, siempre desde una mirada general, en el norte de la provincia, entre Villa Ocampo y Avellaneda.

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