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Lo que preocupa a ocho poderosos

Los líderes de los ocho naciones más poderosas del mundo (G8) se reunieron ayer en Francia en una cumbre marcada por la crisis en países del mundo árabe, pero también por el debate acerca de la elección del nuevo director del Fondo Monetario Internacional y la seguridad nuclear.

Los líderes de los ocho naciones más poderosas del mundo (G8) se reunieron ayer en Francia en una cumbre marcada por la crisis en países del mundo árabe, pero también por el debate acerca de la elección del nuevo director del Fondo Monetario Internacional y la seguridad nuclear.

El presidente Nicolas Sarkozy fue el anfitrión del almuerzo inaugural de la cumbre del Grupo de los Ocho, integrado por Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia, celebrada en la ciudad de Deauville, en la costa norte francesa, en medio de un gran operativo de seguridad.

En un borrador de la declaración final obtenido por los medios, los dirigentes del G8 condenaron la represión contra las manifestaciones en Siria por parte del presidente Bashar al Assad y amenazaron con imponer sanciones desde el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en caso de que su exhortación sea desoída. “Se plantea el interrogante de si hay que considerar sanciones más duras contra Siria”, dijo Sarkozy en declaraciones al final de la primera jornada del encuentro.

Según el borrador de la declaración final de la cumbre de dos días, el G8 pide al gobierno sirio que realice las reformas que exigen las protestas y amenaza con “considerar acciones en el Consejo de Seguridad de la ONU”.

Estados europeos ya presentaron un borrador de resolución ante el Consejo de Seguridad para condenar a Siria, pero hasta ahora el apoyo de Rusia, miembro del G8, no está confirmado.

El presidente ruso, Dmitri Medvedev, que se reunió ayer con su par estadounidense, Barack Obama, al margen del encuentro del G8, dijo antes de comenzar la cumbre que Rusia no apoyará una resolución contra Siria si se parece a la aprobada contra Libia, con la consiguiente intervención militar.

“El G8 no debe transformarse en un órgano que proponga medidas de presión y sanciones”, señaló Medvedev.

También se espera que el G8 demande el fin “inmediato” de los ataques por parte del Ejército de Libia contra civiles y exprese su apoyo a una solución política al conflicto de ya más de tres meses en el país árabe del norte de África, donde rebeldes quieren derrocar al líder Muamar Gadafi.

“Estamos comprometidos en apoyar una solución política que refleje la voluntad del pueblo libio”, dice el borrador, pues aunque el G8 manifestó que Gadafi “deber irse” también señaló que se opone a cualquier plan que contemple la división de Libia.

Respecto de la economía global, se espera que el encuentro sirva de escenario para discusiones a puertas cerradas sobre el futuro liderazgo del FMI y los esfuerzos de la Unión Europea para lidiar con las deudas soberanas que han llevado a varios Estados que utilizan la divisa única a la crisis.

Los europeos, con un aparentemente apoyo tácito de Estados Unidos, insisten en mantener la tradición de que el director del FMI, creado tras la Segunda Guerra Mundial junto con el Banco Mundial, provenga de Europa, mientras el presidente del Banco Mundial sea un estadounidense.

El papel del FMI en ayudar a rescatar a Grecia y otros estados endeudados de la UE ha sido citado por los dirigentes europeos como un factor para mantener el cargo en el continente. No obstante, las economías de los llamados países emergentes –Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica– condenan el proceso para elegir un sucesor y exigen una mayor influencia.

El G8 evitó pronunciarse de forma clara sobre la candidatura de la ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, para dirigir el organismo de crédito en sustitución de su compatriota Dominique Strauss Kahn, quien dimitió recientemente después de ser acusado por presunto abuso sexual.

“En el G8 no se decide la sucesión del FMI”, dijo Sarkozy al respecto, si bien reconoció que en las conversaciones privadas entre los líderes se tocó el tema.

El otro candidato oficial hasta ahora para cubrir el cargo de titular del Fondo es el mexicano Agustín Carstens, presidente del Banco Central del país americano.

Otro de los temas centrales de la cumbre es la seguridad nuclear, tras la crisis de la planta de Fukushima en Japón (ver abajo).

Por otra parte, los líderes de los países más ricos encargaron a sus “homólogos” de internet, reunidos en un nuevo foro denominado “eG8”, la elaboración de un corpus de reglas mínimas para hacer compatible el desarrollo de la red con la defensa de la propiedad intelectual, la seguridad y los derechos fiscales.

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