Policiales

Audiencia

Lo mató porque no quiso comprar vino

La semana pasada el acusado reconoció su responsabilidad en el crimen. Aceptó un acuerdo abreviado por homicidio simple. El fiscal Rafael Coria y la defensora oficial Silvana Lamas acordaron una sanción de 10 años de prisión.


Gustavo estaba en situación de calle. En agosto de 2016 dormía sobre un colchón cuando fue atacado por un compinche. El agresor insistía en despertarlo. Quería mandarlo a comprar vino pero Gustavo prefirió dormir. La negativa le valió varias puñaladas que terminaron con su vida. Un mes después, un hombre de 35 años fue detenido. La semana pasada reconoció su responsabilidad en el crimen. Aceptó un acuerdo abreviado por homicidio simple. El fiscal Rafael Coria y la defensora oficial Silvana Lamas acordaron una sanción de 10 años de prisión para el vendedor ambulante que, tras su consentimiento fue condenado por la jueza Patricia Bilotta en un juicio acotado.

Ismael Alberto Silva es un hombre corpulento, tiene 35 años y antes de caer preso se dedicaba a la venta ambulante. Ahora, en la cárcel cursa el primer grado, quiere aprender a leer y escribir. Gustavo Ezequiel Escudero e Ismael se conocían, el primero vivía en la calle y dormía en los alrededores del Patio de la Madera. La noche del 12 de agosto de 2016, Gustavo estaba enroscado sobre un colchón en una especie de tapial, a un costado del Patio de la Madera. A su alrededor había otras personas que también dormían. Eran cerca de las 23.15 cuando Ismael intentó despertar a Gustavo. Quería que se levantara y fuera a comprar vino. Gustavo se negó, quería seguir durmiendo. Entonces Silva le dio dos puntazos. Uno en el tórax y otra en el cuello.

Gustavo intentó buscar ayuda. Una pareja que pasaba por el lugar lo vio tambaleante. Se acercaron, lo ayudaron a llegar a la luminaria, cerca de una casa de comidas rápidas ubicada sobre Vera Mújica al 700. Gustavo se desplomó. La ambulancia llegó poco después y a pesar de las maniobras de reanimación no lograron salvarlo. Murió rumbo al hospital.

En aquel momento la Policía llegó hasta el lugar donde la víctima dormía. Su colchón estaba empapado en sangre. A su alrededor dormían otros tres muchachos que marcharon a la comisaría. La Policía debió esperar algunas horas mientras el efecto del alcohol consumido se disipaba. Cuando estuvieron sobrios los muchachos dijeron que esa noche, un tal Ismael estuvo con ellos tomando unos tragos. Cada tanto iba a emborracharse y más de una vez habían tenido problemas con sus reacciones, detallaron. Pero un testigo de identidad reservada fue clave para identificar al agresor. Ismael le confesó el homicidio. Estaba bajo los efectos del alcohol y las pastillas, dijo. Reaccionó cuando Gustavo no quiso comprarle más vino. Un mes después del crimen Ismael Silva cayó en barrio Tío Rolo, en la casa de su padre.

Paso casi un año detenido y la semana pasada aceptó un procedimiento abreviado. El fiscal Rafael Coria y la defensora oficial Silvana Lamas llegaron a un convenio. Diez años de prisión por homicidio simple. Silva cuenta con varias anotaciones penales en su prontuario. Algunas de ellas con condenas. La última data de 2014 recibió una condena a 6 meses de prisión. Las partes entendieron compurgadas las condenas previas y no pidieron la reincidencia. La jueza Patricia Bilotta revisó este punto y coincidió con las partes. Entendió compurgada las sanciones previas. Finalmente homologó el acuerdo y condenó al vendedor ambulante por el crimen de Escudero.