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Entradera y muerte

Lo matan a tiros durante asalto en Villa Gobernador Gálvez

Alcides Cuevas, un herrero de 45 años, salió en defensa de un vecino y amigo que junto con su pareja eran víctimas de tres ladrones. Redujeron en forma transitoria a uno, pero los restantes volvieron sobre sus pasos y lo asesinaron a quemarropa.


“Alcides redujo a uno; los otros volvieron a buscarlo y lo balearon por la espalda”. Con esas palabras resumió un vecino de Villa Gobernador Gálvez lo que le pasó al herrero y músico de 45 años asesinado ayer por la mañana en el barrio de Coronel Aguirre. Según el relato de testigos, la víctima intentó socorrer a la familia de un amigo que era asaltada y recibió casi una decena de plomos desde corta distancia. Hasta anoche no había detenidos por el caso.

Cristian y Roxana se hicieron la casa de a poco, poniendo el lomo durante 15 años, en un terreno de Opicci al 2300 de Villa Gobernador Gálvez. Él es mecánico y herrero y desde hace mucho era amigo Alcides, un colega que tenía su taller enfrente, donde se arman puertas de aluminio. Según los vecinos andaban todo el día juntos; por eso, ayer a eso de las 9, cuando Alcides escuchó los gritos de Roxana, corrió a ayudarlos.

Según los investigadores, a las 8.40 Roxana salió de su casa hacia la panadería, para comprar bizcochos, con la intención de tomar unos mates con su marido. Cuando volvió, se encontró con Cristian sentando en la mesa, acompañado de dos muchachos que ella no conocía. Primero dudó y luego, al ver la cara de miedo de su pareja, entendió lo que estaba pasando: les estaban robando.

Ella intentó salir corriendo, pero el par de asaltantes la retuvo y Cristian se les tiró encima. En medio de los manotazos, la mujer logró abrir la puerta de calle y gritar desesperada por ayuda.

En el taller de enfrente, del lado de los pares de Opicci al 2300, entre Bordabehere y pasaje 4, trabajaba Alcides con su socio Juan, quienes cuando se dieron cuenta de lo que pasaba corrieron a ayudar a sus amigos y vecinos. Ni bien cruzaron la calle vieron cómo dos los muchachos se escapaban del lugar en una moto, pero cuando entraron a la casa de Cristian y Roxana se encontraron con otro de los ladrones aún adentro. “Él sabía artes marciales y peleaba muy bien, por eso no creo que le haya costado mucho agarrarlo”, explicó a El Ciudadano el tío de Alcides.

Según las primeras investigaciones, en total eran tres los asaltantes que participaron en el intento de robo: dos entraron y un tercero se quedó afuera, como campana. El que fue reducido por Alcides era uno de los que amenazó a Cristian y Roxana. Pero los ladrones en fuga, al ver que su cómplice no salía de la casa, volvieron para rescatarlo. Cuando entraron de nuevo al domicilio, vieron cómo Alcides lo tenía reducido y, sin mediar palabra, le dispararon desde muy corta distancia.

En total, de acuerdo con dichos del fiscal Miguel Moreno, de la Unidad de Homicidios Dolosos a cargo del caso, Alcides Cuevas, de 45 años, recibió 9 tiros que lo mataron en el momento, aunque anoche otras fuentes del caso dijeron que el médico policial había constatado cinco impactos, lo que iba a determinarse con la autopsia. A Cristian, de 42 años, un plomo se le incrustó a la altura del omóplato, pero la bala sólo le provocó heridas leves. Hasta anoche no se sabía nada de los homicidas.

El dato

Según lo que contaron allegados a las víctimas, dos de los tres ladrones habían estado el día anterior en la casa de Cristian, haciendo consultas sobre un burro de arranque para un Fiat 600 que el muchacho vendía; por ello en la mañana de ayer no dudó en abrirles la puerta de su casa a quienes luego serían los verdugos de su amigo. “Hace un tiempo Cristian vendió una camioneta Toyota Hilux y tal vez los choros buscaban esa plata”, explicó un familiar a El Ciudadano.

Herrero y guitarrista

Alcides Cuevas se ganaba la vida construyendo aberturas de aluminio; pero su pasión era la música. Tocaba la guitarra en el conjunto Los Hacheros del Chamamé y, hasta horas antes de que lo mataran, había estado grabando en un estudio lo que iba a ser el nuevo disco del grupo. Según su familia, le enseñó sus dos oficios a su hijo de 16 años, quien trabaja en el taller de herrería y toca el bajo en otra agrupación dedicada al chamamé.

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