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Muerte en zona sur

Lo ejecutan con sello narco en una calle de barrio Las Flores Este en aparente venganza

Dos atacantes le metieron seis tiros en el pecho a un joven de 27 años ayer por la tarde frente a su casa. La víctima era investigada por narcotráfico y le habían secuestrado drogas en su vivienda dos veces en los últimos cuatro meses


Un muchacho de 27 años fue acribillado a balazos ayer por la tarde cuando dos desconocidos armados le dispararon en Padre Giaccone al 1300 (San Martín al 6000), en Las Flores Este. La víctima falleció en el acto producto de seis balazos calibre 9 milímetros. A pesar de que, al cierre de esta edición, no descartaban ninguna hipótesis, para los pesquisas el móvil del crimen bien pudo ser una venganza vinculada con el narcotráfico. En ese sentido, el fallecido era investigado por la Justicia federal como sospechoso de ser el dueño de un par de bocas de expendio de drogas en la misma cuadra en que lo mataron, de donde la Policía se incautó de estupefacientes dos veces en los últimos cuatro meses.

De acuerdo con la investigación, minutos después de las 17 de ayer la víctima, identificada como Jonathan Nahuel “Yona” Fernández, de 27 años, estaba por subirse a un remís estacionado en la cuadra de Giaccone al 1300, donde vivía. En ese momento, el muchacho fue atacado a balazos por dos desconocidos, los cuales estiman que se fugaron a bordo de dos motos cuyos conductores los esperaban en las inmediaciones. Como consecuencia de la balacera, Yona recibió al menos seis impactos en el tórax y murió casi en el acto, describieron los voceros, para agregar que se recolectaron gran cantidad de vainas calibre 9 milímetros en el lugar del hecho.

Según fuentes relacionadas con el caso, allegados al fallecido contaron a las autoridades que el joven contaba con antecedentes penales, incluso por drogas. El móvil del ataque puede estar vinculado, según la pesquisa, con la comercialización de estupefacientes, aunque también investigaban si pudo ser un vuelto por un homicidio ocurrido semanas atrás en la zona.

 

Droga y tiros

 

Yona era investigado como el dueño de un par de puntos de venta de estupefacientes desde octubre pasado, por una pesquisa de la Policía antinarcóticos provincial. Esto derivó en dos operativos, uno el pasado 12 de marzo y el otro el 20 de diciembre de 2014, con allanamientos a diferentes viviendas de la cuadra de Padre Giaccone al 1300, a cien metros del Apeadero Sur. En ese mismo lugar, ayer acribillaron a tiros a Yona, a quien trascendidos vinculaban con la banda de Los Monos. En el último operativo donde el muchacho logró zafar (tres semanas atrás), su padre Luis y la pareja de Yona, junto con dos allegados, quedaron detenidos.

Los allanamientos fueron en un garaje de Padre Giaccone 1318 propiedad de la familia, donde hallaron cocaína y detuvieron a su padre. En tanto en la casa del Yona, que está en un pasillo de la misma cuadra, su concubina Georgina P. cayó con más de medio kilo de cocaína, algo de marihuana y tres celulares. A su vez, en Giaccone y las vías fue apresado un amigo de Yona, Leonardo David C., con 154 gramos de cocaína, 128 gramos de marihuana, dinero en efectivo, y una moto Motomel de 110cc.

Yona ya había eludido el procedimiento de diciembre pasado. Ese día, los uniformados de la Dirección General de Prevención y Adicciones irrumpieron en el pasillo de la cuadra de Giaccone al 1300 y secuestraron marihuana, cocaína, 6.000 pesos, documentación de un auto a nombre de Yona y de su pareja. En el mismo garaje que allanaron hace poco más de 20 días, los policías habían incautado marihuana, cocaína, más de 10.000 pesos, siete celulares, un equipo de handy, una computadora y el vehículo mencionado. En ese lugar quedaron detenidos Matías Damián S., de 26 años; Lorena Inés F., de 38 y familiar de Yona, Leandro Luis G., de 21, y también la pareja de Yona.

Yona había estado implicado en un homicidio, el de Marcelo Adrián Cavallaro. El hombre de 40 años fue atacado en Juana Elena Blanco y Muñoz en agosto de 2008 tras zamarrear a un joven, a quien acusó de robarle las zapatillas. El muchacho se fue puteando, regresó con un arma y abrió fuego. Cavallaro agonizó cuatro días hasta que falleció por las heridas que le ocasionaron los tres tiros que recibió en brazo, abdomen y cuello.

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