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Lo detuvieron por crimen en Villa Banana

El atacante fue sindicado por vecinos y anteayer fue detenido en 27 de Febrero y avenida Presidente Perón, a seis cuadras de donde Abel fue baleado.


Abel Fernando Pereyra murió ayer a las 8 en el Heca. El joven estaba en el hospital desde la noche del martes pasado cuando ingresó con un tiro en la cabeza. Testigos aportaron que el agresor le disparó en la vereda de su casa de Rueda y Lima. El atacante fue sindicado por vecinos y anteayer fue detenido en 27 de Febrero y avenida Presidente Perón, a seis cuadras de donde Abel fue baleado. Hoy será la audiencia imputativa.

Abel tenía 19 años y sólo había terminado la primaria. Luego de la muerte de sus padres, se fue a vivir con su hermana y su sobrino a una vivienda de Rueda al 4400, casi esquina Lima, de Villa Banana. El martes pasado, alrededor de las 22, Abel estaba en la vereda de su casa cuando se cruzó con un muchacho, apodado Negrito, con quien tenía problemas. Discutieron un poco hasta que el agresor sacó un arma, y le disparó al joven en la cabeza. Su familia lo encontró tirado cerca de la puerta de su casa y lo llevó al Heca. Abel agonizó hasta ayer a las 8, cuando los médicos informaron que había fallecido, según dijeron voceros judiciales.

El caso quedó a cargo del fiscal Ademar Bianchini, quien ordenó una serie de medidas. Las declaraciones de los testigos apuntaron a Julio Alberto “Negrito”R. D., de 25 años, como el autor del disparo y dijeron que Abel tenía problemas con este muchacho. En ese marco anteayer, la hermana del fallecido se cruzó con el homicida y no dudó en señalárselo a dos policías de Comando Radioeléctrico que estaban patrullando la zona. Lo detuvieron en  Presidente Perón y 27 de Febrero.

Los 50 tiros en la 14ª

El domingo 20 de mayo de 2015 a las 21.30 tres policías estaban de guardia en la comisaría 14ª, de Marcos Paz al 6650, cuando un desconocido rompió el vidrio de una las ventanas de la seccional. El atacante estaba en compañía de otros dos: se acomodaron y abrieron fuego. Dos policías respondieron y el otro se fue al patio para “pedir refuerzos”. De la balacera, dos uniformados resultaron heridos sin riesgo de muerte y se contaron 50 impactos. Los heridos aseguraron que alguno de los tiradores había sido baleado. En las medidas detuvieron a cuatro muchachos y entre ellos estaba Abel. Cuando se hizo la imputación, los defensores objetaron todo porque, antes de que se realice el  reconocimiento, las fotos de tres sospechosos fueron difundidas por las redes sociales. Los policías reconocieron a esos detenidos y no al único que su fotografía no había sido subida. Abel contó que ese domingo a las 20.30 le dispararon: “Fui al Carrasco y cuando volví tenía a la policía en mi casa. Me decían que yo tiroteé la comisaría 14ª”. Los demás dieron sus coartadas y dijeron que los apresaron porque fueron al hospital.