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Justicia

Les dan 12 años por un asesinato

Madre e hijo penados por matar al marido y a la vez padre en Villa Constitución.


Una mujer y su hijo fueron condenados a 12 años de prisión por matar a puñaladas a su esposo y padre, respectivamente, en la localidad de Villa Constitución en 2014, al cabo de un juicio oral en el que la defensa de la primera aseguró que el crimen fue cometido en el marco de un episodio de violencia de género porque el hombre la atacaba, lo que no encontró eco en el tribunal.

Los condenados son Nilda Beatriz Álvarez (de 49 años) y su hijo, Armando Ramón Ferreyra (de 25), quienes fueron considerados coautores del homicidio calificado por el vínculo de Armando Jesús Ferreyra (45).

Los jueces Mariel Minetti, Griselda Strologo y Jesús Rizzardi hicieron lugar al requerimiento de condena de la Fiscalía, aunque aplicaron a los imputados una pena mucho menor, ya que el Ministerio Público de la Acusación había solicitado condenas a prisión perpetua.

Tras conocer el fallo, el defensor oficial Facundo Principiano, quien representa a Álvarez, dijo que apelará la sentencia al considerar que la mujer actuó en legítima defensa, porque era víctima del violencia de género por parte de Ferreyra.

De acuerdo con lo reconstruido en el debate, que comenzó el 6 de junio pasado, al anochecer del 9 de agosto de 2014, en la vivienda situada en San Luis 11 bis de Villa Constitución se encontraban Ferreyra; su esposa, Álvarez; su hijo mayor, Armando, y el hijo menor de la pareja.

En esas circunstancias, comenzó una discusión que, según determinó la fiscal Valeria Pedrana, derivó en el crimen de Ferreyra a manos de su familia.

Para la Fiscalía, la esposa de Ferreyra y el hijo mayor golpearon primero al hombre y luego le provocaron dos mortales heridas de arma blanca, una en la zona derecha del tórax, de entre 12 y 13 centímetros de profundidad y 7 centímetros de ancho, y otra en la base del cuello, de menores dimensiones que la anterior.

El cuerpo del hombre presentaba además una herida contuso-cortante en la cabeza, con lesión en el cuero cabelludo y traumatismo de cráneo, y un golpe en el pómulo derecho.

Un llamado telefónico alertó a policías del Comando Radioeléctrico de la existencia de una persona apuñalada en el interior de la vivienda familiar.

Siempre según la reconstrucción fiscal, cuando los efectivos ingresaron a la casa encontraron a Ferreyra muerto en el piso del comedor.

Minutos más tarde, la esposa del fallecido regresó a su casa y manifestó a la Policía que había apuñalado a su marido porque éste había agredido a sus hijos.

Para la fiscal Pedrana el hijo mayor también participó del homicidio, que se inició cuando el padre comenzó a discutir con él y su hermano y los agredió físicamente.

Al escuchar los gritos, Álvarez intercedió en defensa de sus hijos y se sumó a la pelea.

Según la Fiscalía, Ferreyra fue agredido desde atrás, probablemente con un objeto de peso, con el que le golpearon la cabeza, tras lo cual recibió dos puñaladas. Para la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación, la víctima fue atacada desde sorpresivamente.

“Existió un total desprecio de ambos acusados por la vida de Ferreyra, ya que luego de agredirlo en al menos tres oportunidades y en forma salvaje abandonaron la vivienda, sin tan siquiera solicitar ayuda alguna para el fallecido”, alegó la fiscal.

Por su parte, en un comunicado dado a conocer por el Ministerio Público de la Defensa, el defensor Principiano consideró que “cuando existe violencia doméstica se está en presencia de una agresión que está consolidada y no cesa, dado que hay un continuo proceso en el cual no se puede establecer cuándo comienza y cuándo termina”.

Durante el debate, el defensor solicitó la absolución de la mujer al considerar que actuó en “defensa legítima de ella y sus hijos”, lo cual seguirá sosteniendo en su apelación a la sentencia, según adelantó.

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