Ciudad

Las motos ya van camino a ser el enemigo público Nº 1

Entre enero y marzo se secuestraron 1.400 sólo en Rosario. Y cada vez se utilizan más en hechos delictivos.

Autoridades del Ministerio de Seguridad de la provincia, representantes del Poder Judicial, funcionarios municipales delegados del Registro Nacional de Propiedad Automotor y directivos de empresas privadas mantuvieron ayer una reunión clave con un único tema: cómo prevenir la modalidad delictiva en dos ruedas. Ocurre que, según los registros, va en franco aumento la cantidad hechos en moto sobre otros vehículos y también sobre el total que se cometen. Para peor, se ha llegado a determinar que las mismas motos son utilizadas en hechos cometidos por distintas personas, lo que para los investigadores es un indicio de que, en el mejor de los casos, hay “préstamos” de vehículos; en el peor, que se trata de “bandas” organizadas y con logística. “Hemos detectado que hay tareas de inteligencia en algunos hechos. Son horas hombre empleadas en la preparación de los robos”, advirtió la fiscal de la Oficina de Casos NN de los Tribunales, Viviana Cingolani, refiriéndose, especialmente, a las salideras bancarias, una de las modalidades más temidas y violentas.

La reunión entre áreas de gobierno, Justicia y empresa privada –las motos sólo se venden con casco y con un documento provisorio que casi de inmediato hay que cambiarlo por la patente en trámite– tuvo como tema excluyente las motos. “Hay que sostener sistemáticamente los operativos que se están desarrollando entre dos y tres veces por semana; llevarlos a cabo en el centro en el horario bancario y también replicarlos con mucha más fuerza en los barrios”, alertó el secretario de Seguridad Pública de la provincia, Horacio Ghirardi.

Los datos

En ese marco, la fiscal Cingolani reveló datos alarmantes. Uno es que hay una estrategia detrás de las salideras. “En el centro se usan motos de baja cilindrada, y después hacen trasbordo a motos más grandes o a autos”, explicó. Para la funcionaria, la modalidad obedece a las chances de fuga: es más fácil maniobrar con un vehículo pequeño para zafar de la maraña de autos, colectivos y gente que circula por el microcentro en horario bancario. Una vez cruzados los límites, explicó, sencillamente hay mudanza a un vehículo con más velocidad y potencia.

Así las cosas, la idea es trabajar sobre la prevención “y no sobre el delito cometido”. En esa línea se inscribe el proyecto del concejal radical Jorge Boasso, quien propuso impedir que las motos ingresen al radio céntrico con acompañante, una idea que, según se supo ayer, ya entusiasmó al gobierno porteño de Mauricio Macri.

Sin embargo para algunos funcionarios locales, ir por ese camino podría derrapar en una polémica de resultado dudoso e incluso en un debate sobre su constitucionalidad: “Se restringiría la libertad de circulación”, admiten.

Más prevención

Por ahora tienen una meta trazada, y es extremar los controles. Es que está en plena vigencia una disposición nacional para patentar motos usadas, que abre la oportunidad a quienes tengan este tipo de vehículos de tener todos los papeles al día. Una chance clave para alterar las cifras de hoy: en cada control establecido, de cada dos motos una pasa y la otra se queda. Y, de hecho, sólo en el primer trimestre de este año se secuestraron 1.400 motos en Rosario.

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