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La reconstrucción

La dirigencia sostendrá a Bernardi, pero deberá aportar los refuerzos para evitar otro fracaso.


Un año para el olvido que debe servir como aprendizaje. Newell’s terminó de mala manera su temporada 2015, donde no consiguió ni el más mínimo objetivo, pero la dirigencia apostará a la continuidad de Lucas Bernardi como entrenador, aunque esa medida debe estar acompañada de acciones y no sólo de palabras.

Si hay algo para rescatar del ciclo Bernardi, poco exitoso desde los números, fue el inicio de un proceso de depuración del plantel que venía relegado desde la salida de Gerardo Martino.

En ese sentido, el DT les dio rodaje a varios juveniles y comenzó a despedir de a poco a jugadores cuyo paso por el Parque ya tenía fecha de vencimiento por el desgaste lógico de dos años con pocos resultados positivos.

Y para que 2016 tenga chances de éxito, Bernardi, Sensini y la dirigencia deberán entender las necesidades reales a la hora de armar un plantel con aspiraciones.

Juveniles aprobados. No hay dudas que lo único positivo del proceso Bernardi fue la aparición de algunos jugadores jóvenes que respondieron ante la chance que les dio el DT. Sin dudas, Ezequiel Unsain y Denis Rodríguez fueron los que sobresalieron, aunque Franco Escobar también dejó una buena imagen. Y si el entrenador sigue por la misma línea, Daniel Mancini, Jalil Elías, Braian Rivero, Héctor Fértoli, Franco Pérez y Joaquín Torres pueden ser parte del recambio.

Ciclos terminados. Todo proceso tiene un final y hay varios jugadores de Newell’s, muchos de ellos campeones en 2013, que dejaron en claro que no tienen mucho más para dar. Oscar Ustari y Hernán Bernardello ya se despidieron porque sus vínculos terminan el 31 de diciembre, pero hay otros futbolistas que podrían correr la misma suerte. Leandro Fernández y Víctor López saben que no serán tenidos en cuenta y por eso analizan alternativas para irse rescindiendo el vínculo. Distinto es el caso de Víctor Figueroa, Hernán Villalba, Marcos Cáceres y Martín Tonso, a quienes la dirigencia no ve con malos ojos desprenderse siempre y cuando al menos generen un ingreso a la arcas del club por venta o préstamo. Un caso particular es Mauricio Tévez, quien con 20 años aparece como un jugador que se podría recuperar, aunque cada vez que entra a la cancha no deja esa sensación.

Recuperar a las figuras. No hay dudas que Maxi Rodríguez, Mauro Formica e Ignacio Scocco son futbolistas que cualquier entrenador quiere tener. Por eso será misión del cuerpo técnico ponerlos en forma física en la pretemporada y convencerlos de su importancia en el nuevo proceso. Si Bernardi los recupera, serán mucho más que refuerzos.

Traer refuerzos de jerarquía. Cualquier intento de Lucas Bernardi de corregir el rumbo no tendrá sustento si Roberto Sensini y la dirigencia no consiguen cuatro refuerzos de nivel.

Newell’s pide a gritos desde hace dos años un zaguero de jerarquía (si es experimentado mejor) y este receso es prioritaria su llegada. Pero además habrá que apuntalar otros sectores desprotegidos como el lateral izquierdo, la zona del volante central (más aún si se vende Villalba), y posiblemente el sector derecho del ataque. Traer por traer no sirve, eso está claro, pero tampoco es positivo si no viene nadie. Lucas Boyé y Lucas Mugni son buenos ejemplos de refuerzos que llegaron y aportaron, esa es la línea a seguir.

Pretemporada en Mar del Plata

El plantel rojinegro terminó su participación en el torneo, pero todavía tendrá unos días de entrenamiento antes de iniciar la licencia de un mes. Mañana retomará los trabajos en Bella Vista y la idea del cuerpo técnico es desligar a los jugadores el sábado 5 de diciembre, de cara a la pretemporada que se iniciará el 4 o 5 de enero.

Gabriel Báez, quien será sometido a un estudio de imágenes a partir de un esguince de tobillo derecho, y Mauro Formica, recuperándose de una cirugía en los meniscos, son los únicos futbolistas que posiblemente requieran un seguimiento distinto en el receso.

La pretemporada será en Mar del Plata, entre el 10 y el 20 de enero, aunque la fecha está supeditada al alojamiento que dispondrá la Lepra en La Feliz, algo que se definirá en los próximos días cuando se confirme el hotel. Los trabajos se harán en el predio Villa Marista.

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