“Con la excusa de la inseguridad se están cortando árboles a mansalva, es una barbaridad técnica y ecológica”, afirma el ingeniero agrónomo Eduardo Pire, integrante de la Asociación Amigos del Árbol, quien pone en cuestionamiento el trabajo que desde Parques y Paseos se realiza sobre el arbolado rosarino. Especialista y palabra autorizada en el tema, Pire es titular de la cátedra de Ecología en la Facultad de Ciencias Agrarias e investigador del Conicet, y advierte que “se está podando de manera indiscriminada, dejando la copa alta y esto, con el tiempo, debilita al ejemplar”, explica.
Con la llegada del otoño personal de la repartición municipal comenzó con los trabajos “con la orden de dejar las copas altas, porque los vecinos se quejan por la inseguridad, y aparentemente los motochorros no saquean a la gente de día y en lugares iluminados. Es cierto que ancestralmente le tenemos temor a la oscuridad, pero no por ello tenemos que destruir un patrimonio que tanto cuesta conseguir como es el arbolado en la ciudad. Ya nos hicieron encarcelarnos enrejándonos en nuestras casas, ahora quieren hacernos vivir en el desierto”, agrega Pire.
—¿Usted hizo el reclamo en Parque y Paseos ?
—Sí, claro, y allí me dijeron que la orden era de arriba, por el tema inseguridad, que los vecinos hacen los reclamos. Todos sabemos que el arbolado cumple funciones ambientales para las cuales los ejemplares deben ser grandes y frondosos. Por lo que los árboles de alineación no se deben ‘escamondear’ ni ‘levantar la copa’ porque sí, deben tratarse sólo algunos ejemplares aislados que presenten riesgos para el ciudadano o sus bienes o con problemas de enfermedad o malformación.
—¿En qué puede afectar el tipo de poda con copa alta?
—Los árboles son seres vivos y ellos tienen su información para crecer y desarrollarse de acuerdo con patrones específicos de ramificación. La poda puede deformar ese patrón e impedir que se luzca en su esplendor, y lo que es peor que no preste los beneficios para lo que los hemos puesto. Cortar un árbol o podarlo sin un especialista que estando presente dictamine las tareas y las supervise es un atentado ético, es como dejar en el quirófano que opere la instrumentista y la ayude el camillero. La poda mal hecha (como es esta excusa de “levantar la copa”) predispone a la caída o inclinación de los ejemplares enteros, haciéndolos mucho más riesgosos, además de ser foco de entrada de enfermedades y disminuir su capacidad purificadora.
—¿Qué tipo de mantenimiento es el mejor?
—Hay que hacer poda de mantenimiento y de seguridad porque es un servicio público. El mantenimiento tiene que ver con el reordenamiento de las copas, sacar ramas enfermas y la seguridad tiene que ver con que no se puede dejar que se caiga un árbol o que se corte un cable. Las podas de ramas o incluso extracciones se hacen cuando hay cuestiones de seguridad de por medio.
—¿Hay alguna especie ideal para el arbolado público?
—No hay un árbol ideal, pero técnicamente hay que poner muchos porque la variedad es lo que hace que la salud sea mejor. Hay que poner muchos árboles, de diferentes especies, preferentemente de hojas chicas.
—¿Cuál es la diferencia entre poda y escamonda?
—Mire, hay tres tipos de podas: de conducción, de formación y de mantenimiento. La escamonda es algo que no existe, es un eufemismo, es algo que dicen para decir que hacen algo… Hacen mantenimiento y tendría que haber un ingeniero agrónomo supervisando qué se hace en cada árbol. Es como en una cirugía, el que la lleva adelante es el cirujano y no el enfermero. En estos casos el ingeniero mira, da la orden, firma y se va. Así no se trabaja y menos en el arbolado público. El trabajo está mal hecho técnicamente, incluso fui a Parques y Paseos y los ingenieros de allí me dicen que tienen esa orden. Es un servicio público y debe hacerse bien. En Salud Pública hay más de 2.500 médicos, en Parques y Paseos sólo cuatro ingenieros agrónomos. Tiene que haber más personal técnico formado para estar sobre el arbolado.
—¿Cuál es la mejor época para la poda?
—Contrariamente a lo que la gente cree, se puede trabajar, por ejemplo, a fin de año, a comienzos del verano porque está menos tiempo expuesta la herida, cicatriza más rápido. Normalmente se podaba en invierno porque los frutales se podan en esa época y mandan las reservas a los brotes y las yemas, pero en Rosario con clima templado se puede podar en verano. El mantenimiento hay que hacerlo siempre, en lo sanitario como las ramas con riesgo, y para eso se necesita gente idónea y toda una filosofía.
“No se hacen trabajos sin dictamen técnico”
“Nosotros no realizamos ningún trabajo sin el dictamen técnico del cuerpo de ingenieros agrónomos que tenemos en la dependencia”, afirmó la subsecretaria de Medio Ambiente, María Cecilia Mijich, quien agregó que también está el trabajo de poda y escamonda que por licitación ganó la empresa Mantelectric, que “tiene como exigencia contar con un representante técnico y un cuerpo de ingenieros agrónomos que acompañan a las cuadrillas”.
En defensa del trabajo que realiza personal de Parques y Paseos, que incluye el cuidado de más de 150 mil árboles que hay en la ciudad, en diálogo con El Ciudadano, Mijich agregó: “Nuestros trabajos están vinculados al despeje de luminarias, de conductos eléctricos. Somos conscientes de que hay que mantener el equilibrio en el desarrollo del arbolado porque corre riesgo de caída”.
Por último, la funcionaria aseguró que su repartición cuenta “con una planificación y una capacidad operativa determinadas, muy precisas, y vamos atendiendo los reclamos de los vecinos, y todo lo hacemos con mucha responsabilidad, con un plan forestal acorde”.
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