Vecinos del asentamiento sobre la ribera del arroyo Saladillo se reunieron ayer con autoridades municipales para buscar una solución tras haber sido afectados por la crecida de las aguas tras las fuertes tormentas registradas en agosto pasado en toda la región. Se trata de unas 30 familias cuyas viviendas poseen peligro de derrumbe, por lo que desde el Estado prometieron acercarse hasta la zona para analizar cada caso en particular.
El encuentro se celebró ayer pasado el mediodía luego de que las familias se manifestaran frente al Palacio de los Leones. “Nos dijeron que nos van a trasladar. Mientras tanto, nos ofrecieron la posibilidad de un subsidio para abonar un alquiler. Prometieron venir el miércoles 16 para evaluar cada situación en particular”, contó Débora, dueña de una casa al lado de la cascada.
Por su parte, María Inés Capón, vicepresidenta del Servicio Público de la Vivienda y el Hábitat (SPVH), explicó que “estos no son procesos breves, no es tan sencillo encontrar una solución integral” para todas las familias. “Tenemos múltiples alternativas: subsidios de alquiler o canasta de materiales para ir al terreno de un familiar. Viviendas en construcción no hay para ellos. Se están haciendo barrios pero para asignarles viviendas se necesita de un diálogo entre los distintos niveles del Estado; y eso lleva tiempo”, sentenció.
Comentarios