No entrar dormido. Esa es la premisa que surge para la Lepra de cara al cotejo que tiene ante Estudiantes en el inusual horario mañanero de las 11. Enfrentar a otro de los candidatos al título será una medida exacta para el equipo de Diego Osella al ingresar a la recta final del torneo. Y si logra un resultado positivo habrá un plus anímico que puede ser decisivo para animarse a pelearle mano a mano a Boca el título.
La efectividad del 80 por ciento en el Coloso es una buena carta de presentación para el Rojinegro de cara a un partido tan trascendente. La versión local del equipo de Osella entusiasma mucho más. No especula, propone desde el vamos y casi siempre termina con los tres puntos en el bolsillo. Puede ser por el empuje de la gente, por sentirse más cómodo con el terreno de juego, o simplemente por la obligación que demanda jugar en casa. Lo cierto es que Newell’s en el Parque es un equipo que asusta. Y Estudiantes lo sabe.
Osella se vio obligado a meter un cambio por la suspensión de Nehuén Paz. La lógica puso entre los once a Germán Voboril, quien juega naturalmente en el puesto de lateral y puede ser una salida más para el equipo, aunque sin dudas perderá altura en el juego aéreo. No será la única variante. El DT no quedó conforme con la contención en el medio frente a Arsenal y por eso manda a la cancha a Juan Ignacio Sills por el pibe Elías.
Newell’s sufrió en los dos últimos partidos con los planteos de los rivales. No porque se replegaran, por el contrario, tanto Rafaela como Arsenal buscaron cortar los circuitos de juego y a la Lepra le costó encontrar alternativas. Tapar a San Román y Facundo Quignon en la salida y ponerle un hombre cerca a Formica y Scocco alcanzó para romper el fútbol leproso. Y entonces todo quedó librado a pelotazos o desbordes de Amoroso, en general mal terminados.
Es posible que Estudiantes venga con el mismo libreto. Y también es probable que Osella tenga planes alternativos para resolver este problema y no depender como tantas veces de un toque de jerarquía de Maxi Rodríguez, el Gato Formica o Nacho Scocco para ganar.
No llega de la mejor manera el Pincha. Si bien en el torneo local está prendido, la derrota ante Barcelona por la Libertadores lo puso en riesgo de clasificación en ese torneo y el miércoles se juega mucho frente a Atlético Nacional de Colombia. Por eso habrá que ver hasta donde se anima a arriesgar Vivas en el partido de hoy. Y también habrá que ver si lo físico y lo mental no le juegan en contra.
Por eso Newell’s no puede esperar. Debe dejar atrás la modorra mañanera y salir a buscar el partido sin titubeos. Hacerse dueño del juego, imponer respeto. Estar con los ojos bien abiertos frente al juego aéreo del rival, tal vez su arma más peligrosa. Y repetir lo que casi siempre hace de local: irse con los tres puntos. Si lo logra, tal vez muchos empiecen a darse cuenta que hay un contendiente más al título, incluso el propio equipo de Osella.
No olvidar el DNI
El Gobierno nacional dio un primer paso en la lucha contra las barras con el decreto 246 publicado el pasado martes donde el Ministerio de Seguridad de la Nación aplicará la restricción de ingreso a los estadios y hoy en el Parque habrá mayores controles en el ingreso ya que se implementará por primera vez el plan Tribuna Segura, propuesto por organismos de seguridad provinciales.
Por lo pronto el operativo policial comenzará a las 6 y una hora después arrancarán los cortes de calles.El Coloso abrirá sus puertas a las 9 y allí los hinchas deberán superar un control policial donde se le solicitará el DNI y en algunos casos deberán pasar por un control de huella dactilar. Si bien las autoridades policiales aseguraron que no habrá demoras en estos controles, se solicita a los hinchas llegar con antelación.
Si bien el Gobierno nacional dispuso hacerse cargo de las listas de restricción a las canchas, en el Parque el poder de policía ya lo tenía el Estado provincial desde fines del año pasado, cuando se decidió que el Ministerio de Seguridad a cargo de Maximiliano Pullaro junto a Fiscalía confeccionen la lista de derecho de admisión al Coloso, que hoy tiene cerca de 80 personas con restricción de ingreso al estadio.
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