Este lunes por la tarde velaron los restos de Nadia A., la rosarina de 17 años que murió en un boliche de Villa Carlos Paz, a donde había ido de viaje de egresados con sus compañeros de clase. La ceremonia se hizo en la cochería Colonial, ubicada en Teniente Agneta 1766 de la ciudad cordobesa. Hasta allí viajó la familia de la menor. Aún se desconocen las causas de la muerte. Los primeros indicios de la autopsia descartaron una cardiopatía previa. La fiscal Jorgelina Gómez ordenó estudios complementarios cuyos resultados estarían disponibles dentro un mes. La causa está caratulada como muerte por etiología dudosa.
Nadia A. tenía 17 años y cursaba el último año en la Escuela Nº 542 Julio Cortázar, ubicada en Sucre 1457. Había viajado a Carlos Paz junto con 14 compañeros de clase y dos padres para celebrar que terminan el cursado. Ellos mismos habían organizado el viaje, sin contratar a una empresa de turismo.
El sábado a la noche Nadia y sus amigos fueron a bailar a Khalama, uno de los boliches más conocidos de la ciudad cordobesa. A pesar de ser menores pudieron entrar gracias a una ordenanza que rige en Carlos Paz que permite el ingreso a mayores de 16 años. Lo que la ordenanza no les permitía era tomar bebidas alcohólicas.
Cerca de las 5.30 de la madrugada Nadia bailaba con sus amigas cuando cayó desmayada en medio de la pista. Los custodios del boliche la asistieron y la llevaron hasta el sector de enfermería. Cuando llegó el servicio de emergencias le hicieron maniobras de reanimación pero no dieron resultado.
Este lunes la familia viajó hasta Villa Carlos Paz donde velaron los restos de la menor.
La fiscal Jorgelina Gómez explicó que al llegar al boliche, personal del departamento judicial tomó fotos, huellas y rastros que pudieran dar con las causas de la muerte de la menor. También hicieron análisis y remitieron el cuerpo a Medicina Forense de ciudad de Córdoba. Al cierre de esta edición se esperaba el informe preliminar de la autopsia.
Los primeros elementos de la investigación arrojaron que la menor no tenía ninguna cardiopatía previa, algo que se dijo en los primeros momentos posteriores a la muerte.
Gómez no descarta ninguna hipótesis y ordenó estudios complementarios cuyos resultados demorarían un mes. También tomó cerca de 20 testimonios de personas que estaban en el boliche la madrugada del sábado.
