El juez Fabián Bellizia confirmó a través de un fallo que la recientemente creada cooperativa La Hoja tiene el derecho de explotar la producción, que tiene un pie en San Ignacio, Misiones, y otro en Rosario. La determinación judicial se tomó cuando un grupo de empleados ocupó la planta empaquetadora de saquitos de té y mate cocido ubicada en la zona oeste de la ciudad: aseguraban que la conducción de la cooperativa, de origen misionera, no había sido elegida de manera democrática; incluso pidieron la intervención del organismo que fiscaliza las cooperativas a nivel nacional. Sin embargo, el juez, acompañado por las fuerzas de seguridad, se presentó en la fábrica y explicó a este grupo que su reclamo no tenía fundamento.
En diálogo con El Ciudadano, la abogada de la cooperativa, Marcela Maceralli, de la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (Fecootra), adelantó que durante la jornada de hoy tres auditores comenzarán la tarea de revisar la documentación de la empresa saliente (Mavea SA) para realizar las inscripciones necesarias con el objetivo de que el paquete de yerba La Hoja lleve la leyenda “Producida por la Cooperativa La Hoja”. Según la orden del juez, los trabajadores tendrán 60 días para hacer la inscripción en Afip, entre otros trámites, para mantener el derecho de explotación de la empresa por los próximos dos años.
En regla
“La cooperativa es legítima. Ahora tiene que empezar a hacer trámites de inscripción para poder funcionar como tal. La toma de la planta retrasó mucho el proceso y resintió la operatividad. Y sin producción no hay dinero para sueldos. No sólo se trata de los trabajadores de Rosario (unos veinte) sino de Misiones (casi 60)”, explicó Maceralli.
En el noreste del país se encuentran los campos yerbateros que pronto necesitarán insumos y nuevas tareas de cara a la próxima cosecha de la yerba mate.
Según explicó la abogada de la cooperativa, el objetivo sigue siendo mantener las fuentes de trabajo tanto en Rosario como en Misiones. Para eso deberán inscribir a la cooperativa y empezar los trámites ligados a la producción y la normativa de salud e higiene.
“El activo (producto, maquinaria, inmuebles, campos) pertenece a la quiebra y a sus acreedores. El juez dio el derecho a este grupo de trabajadores de explotar la producción por dos años. Tienen que cuidar esta oportunidad”, señaló Maceralli. La cooperativa debe destinar por mes 2.800 kilos de yerba, un valor cercano a los 45 mil pesos, que irán a la quiebra. Este dinero, a su vez y en función de lo que defina el juez, llegará a los acreedores de la empresa quebrada. Siempre según la abogada, hoy entran a trabajar tres auditores elegidos por el juez de una nómina y sin relación con la empresa. Estarán a cargo de supervisar los trámites y la regularización de la cooperativa. En el medio, el grupo de trabajo seguirá dependiendo de Mavea SA por el momento ya que no está inscripta para facturar.
De origen
A principio de septiembre un grupo de trabajadores de La Hoja tomó la fábrica, ubicada en Zuviría al 7300, y pidió la intervención del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes). Entendían que la cooperativa recientemente conformada no los representaba y había fallado en sus objetivos. Denunciaron que había peligro de vaciamiento, lo que fue desestimado por la abogada Maceralli.
“Las acusaciones son infundadas, los papeles y trámites que deben realizarse desde la cooperativa están en regla. Están impidiendo el traspaso de la empresa Mavea a la cooperativa para que puedan trabajar. El problema es que los trabajadores de Rosario quieren tener el control cuando las autoridades son de Misiones fueron electas por mayoría. Es simple: había más trabajadores en Misiones, y votaron”, agregó la letrada.
Días más tarde hubo una asamblea extraordinaria en simultáneo entre los trabajadores rosarinos y misioneros vía Skype (servicio de teleconferencia a través de internet) con escribanos de por medio donde se confirmó a la actual conducción (oriunda de Misiones) por votación.
Sobre la posible motivación de los trabajadores que pidieron la intervención del Inaes y tomaron la planta Maceralli deslizó: “Como en el caso de la cooperativa del Rich (restaurante y rotisería ya desaparecido), acá hay un activo muy grande. Son tres mil hectáreas de campo yerbatero, molinos, plantas y oficinas. Si cae la cooperativa el juez puede volver a llamar a licitación y una empresa grande, a la que poco le importa despedir a los trabajadores, se hace de ese capital barato”.
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