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Panorama Político

La economía vista desde ambos lados del mostrador

Isela Constantini, presidente de Idea y gerenta de General Motors.


Sin la adhesión del transporte, del comercio, de los empleados estatales, de buena parte de los gremios industriales y un acatamiento repartido en la educación, el título de paro general quedó grande. Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli hicieron una huelga que resintió algo la actividad económica, pero ni fue contundente ni se pareció a paros anteriores.

En todo caso, quedó blanqueado el nivel de adhesión “real” que alcanzan estos dirigentes cuando no cuentan con el transporte de colectivos para definir el paro.

Las postales de calles vacías a causa de los piquetes las garantizó en mayor medida la izquierda. Extraña alianza entre “los burócratas sindicales” que motorizan el paro y sectores gremiales y políticos de izquierda que los denuncian y los combaten.

Flojo de papeles

Los choferes que el miércoles a la noche quedaron varados con sus camiones en avenida Circunvalación por los piquetes dejaron en evidencia que el paro no tenía adhesión total.

Si además la cara del paro en Rosario, en nombre de Camioneros y de la CGT, resulta ser el dirigente Rubén López, la posición se debilita aún más. López y su sector están bajo investigación judicial por la emboscada a tiros que terminó con la muerte de un trabajador en la previa de una asamblea en el camping de Pérez. Con la sangre recién derramada López tomó por la fuerza los edificios del sindicato y la obra social. Es evidente que una negociación con la Federación nacional le permite quedarse con el gremio, pero de ahí a que el Movimiento Obrero tenga que legitimarlo como su máximo referente es un dislate.

En medio de la pelea dentro de Camioneros, López temió que Marcelo Dainotto (el ex secretario general al que desplazó acusándolo de corrupción, que lo había promovido al frente de la CGT Rosario) quisiera arrebatarle el lugar. Para evitarlo hizo cambiar la cerradura del edificio de Paseo del Siglo al 2000 y no le dio copias a ningún dirigente de los otros gremios. Hasta hace 20 días López era el único sindicalista de la ciudad que tenía la llave para entrar a la CGT Rosario.

Los reclamos

Es innegable que la inflación atraviesa a toda la economía. La preocupación del sector empresario fue patente en el Precoloquio de Idea Centro que se realizó el jueves en la Bolsa de Comercio de Rosario.

Allí distintas voces hicieron hincapié en ese y otros desafíos de la economía que enfrenta el gobierno, como la escasez de divisas, “6.000 millones de dólares menos en 2015 por la caída de los precios internacionales de los granos”, recesión en Brasil y las consecuencias del fallo del juez Griesa.

Los consultores convocados para analizar coyuntura, Miguel Kiguel y Dante Sica, ambos en las antípodas del gobierno, coincidieron en casi todo, lo cual le restó matices al panorama que se les presentó a los empresarios que concurrieron.

En síntesis, sostuvieron que los problemas derivados del “extrangulamiento externo” afectarán lo que resta de 2014 y en 2015. Coincidieron en que la solución es el ajuste del sector público o financiamiento externo vía mercado de capitales. Kiguel sostuvo que el ministro Kicillof había “entendido” esto y que optó por el segundo camino. Que esa era la razón de los arreglos con el Ciadi, el Club de París y Repsol, pero que el fallo de Griesa le cortó el paso. Confesó que “todos creímos que se resolvería con la Corte (estadounidense) tomando el tema y extendiendo los plazos hasta que expirase la cláusula Rufo” (en diciembre próximo), que manda que cualquier oferta superadora para los holdouts tiene que trasladarse a los bonistas de los canjes 2005 y 2010. Ambos consultores nunca se cansaron de responsabilizar por el cepo, la administración del comercio exterior, la falta de reservas y la inflación, entre otras, “a errores de política económica”, que como tales “son revertibles”. Por tanto se declararon “optimistas”, no tanto porque el gobierno nacional fuera a cambiar, sino porque quien asuma en 2015 “no encontrará una situación crítica”. Para Kiguel, será entonces el momento de volver al mercado de capitales, bajará el riesgo país a 200 puntos, Argentina se “amigará con el mundo”, resolverá el faltante de reservas y crecerá al 4% anual. Pronosticó que “quedará pendiente la inflación, que es más difícil bajar a corto plazo, pero que a diferencia del resto de los problemas que enumero no impide crecer”.

A diferencia de Sica y Kiguel, la presidenta del Precoloquio Idea nacional y gerenta de Relaciones Institucionales de General Motors, Isela Constatini, habló en otro tono.

Mencionó ante periodistas las dificultades que se plantean por la escasez de divisas y los fuertes controles sobre el comercio externo, pero no ya desde la liviandad de analistas que venden servicios de consultoría cual pitonisas, sino como directiva de una compañía multinacional que tiene que sentarse día a día a negociar el ingreso de bienes de capital, tanto porque produce vehículos con un alto componente importado como porque está montando la línea de producción para un nuevo modelo y una fábrica de motores. En la presentación del encuentro advirtió que “…el mundo de negocios sólo puede hacerse con una base social integrada”, línea que al final de la tarde retomaría el gobernador Antonio Bonfatti y que pasó de largo para Sica y Kiguel.

Voces de la oposición

El cierre del Precoloquio Idea Centro estuvo a cargo de dos gobernadores de la oposición (el entrerriano Sergio Urribarri hubiera sido el único oficialista pero anunció que no podría asistir).

José Manuel de la Sota bajó línea como el declarado opositor que es y dijo que el gobierno alineó al país con el eje Buenos Aires, Bolivia, Venezuela, Irán.

Antonio Bonfatti se concentró en el trabajo que su administración lleva adelante con sectores empresarios lecheros, forestales, agropecuarios e industriales. Son los temas que más entusiasman al gobernador, a pesar de que la cruda realidad de la calle y la seguridad pública le condicionan sin respiro la agenda.

El hecho de que el jueves llegara al precoloquio con la premisa de que no iba a tener contacto con la prensa (inusual con este gobernador) permite intuir lo contrariado que estaba por las desafortunadas declaraciones de su compañera de partido Alicia Ciciliani, quien dijo que se estaba “en el camino correcto pero hay que tener claro que habrá otros Mariano Bertini”.

Más allá de aciertos y errores, demasiado esfuerzo le demanda al gobierno explicar el rumbo y pedir paciencia, agobiado por hechos de una violencia irracional como fueron los crímenes de Acosta, Bertini y Perrone, como para también tener que rendir cuentas por declaraciones públicas como las de la diputada nacional.

Volviendo al Precoloquio de Idea, Bonfatti les dijo a los empresarios que ninguno de los proyectos de desarrollo económico de los que les habló puede hacerse si no va acompañado de desarrollo social. Les estaba hablando de millones y millones de presupuesto público destinados a ese fin, desde el Plan Abre para los barrios de Rosario, Santa Fe y Villa Gobernador Gálvez hasta grandes acueductos.

En medio de tanto augurio de ajuste, difícil saber si los convenció.

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