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femicidio de nadia benítez

La cercanía aumenta la bronca

Estaba preso por el femicidio de su mujer Nadia Benítez, que ocurrió el año pasado. Ahora el imputado cuenta con salidas laborales. El trabajo y la casa de los padres del acusado es en la misma manzana donde vive la familia de Nadia.


Sólo dos casas separan a la familia de Nadia Benítez de la del agresor que le quitó la vida. En el patio de la primera, la familia encontró a Nadia muerta y ensangrentada la madruga del 6 de febrero. La autopsia preliminar indicó que fue a causa de un traumatismo craneoencefálico severo. Sobre un charco de sangre que rodeaba el cuerpo de la víctima, la ex pareja Federico le gritaba “despertate”. Nunca pudo explicar cómo Nadia se fracturó la cabeza minutos después que la familia escuchara discutir a la pareja. Al día siguiente, el fiscal Adrián Spelta lo imputó por homicidio doblemente calificado por femicidio y por el vínculo. Federico A. quedó en prisión preventiva por un delito que se pena con prisión perpetua. Desde hace una semana la jueza Mónica Lamperti autorizó un pedido de la defensa para que el acusado tenga salidas laborales. La familia de Nadia dijo que lo vio merodear por el barrio varias veces fuera del horario de trabajo. El viernes, a las 9, se reunirán en la puerta del Ministerio Público de la Acusación para pedir que se revoquen las salidas transitorias y se acelere la investigación. También pedirán presentarse como querellantes de la causa.

“Estábamos confiados pensando que quedaba preso. El 3 de agosto pidió permiso para ir a trabajar. Se lo dieron con la condición de que la madre lo acompañe. Los vecinos y mi otra hermana lo vieron caminando por el barrio fuera del horario de trabajo”, dijo Belén, una de las hermanas de Nadia.

Las familias comparten la misma manzana en barrio Ludueña. En una casa vive Belén con su hijo, la hija de Nadia de 13 años y los padres. Dos casas después viven los padres de Federico A., a quien el acusado visita antes y después de ir a trabajar en la obra en construcción de la cuadra siguiente.

Fuentes judiciales indicaron que las salidas laborales son de 9 a 18 y se renuevan cada dos meses. El empleador es el garante y el 70 por ciento del sueldo se deposita en una cuenta judicial para la hija de la pareja.

La familia de Nadia cambió de abogados y pedirá que se anule el permiso. También buscarán ser querellantes de la causa para seguir la investigación.

Según contó Belén, desde que acusaron a la ex pareja de su hermana la investigación no avanzó. Aun falta el informe de la autopsia definitiva y los exámenes de ADN de las uñas de Nadia que estará listo el mes que viene.

“El viernes vamos a ir a la Fiscalía para que nos den alguna respuesta. Pedimos que el que mató a mi hermana no tenga salidas y que el fiscal se mueva porque las pruebas muestran que fue él. Hasta ahora quisimos cuidar a mi sobrina pero tenemos que salir a la calle para pedir Justicia”, agregó Belén.

Madrugada violenta

Federico Alberto A., de 28 años, y Nadia Benítez eran pareja. Su relación había tenido idas y vueltas. Tenían una hija de 13 años, se separaron y en 2016 se volvieron a juntar. Familiares y amigos sostuvieron que era una pareja “como cualquier otra aunque se peleaban cuando tomaban”. Él trabajaba en una empresa láctea y ella en un hotel. Habían construido una casa arriba de la de los padres de Nadia.

Según explicó el fiscal Spelta en la audiencia imputativa, el domingo 5 de febrero la pareja almorzó con los padres de Nadia y a la noche fueron a cenar de una amiga de ella. Tomaron cerveza, pero según el testimonio de la dueña de casa, Federico tomó un poco más que el resto. En un momento, la charla giró en torno a las drogas de venta ilegal y Nadia, siempre según testigos, le dijo a Federico que “eran malas”. Él le contestó: “Cállate”. Se enojó, abrió la puerta y salió. Volvió a buscar a Nadia y fueron para la casa.

Cerca de las 2.30 del lunes 6 la hermana de la víctima escuchó gritos. Le mandó mensajes de texto al hermano y luego a Nadia sin tener respuestas. Una hora después llamó al 911. Encontró a Nadia tirada en el suelo ensangrentada y al cuñado sobre ella.

Las pruebas

El preinforme de la autopsia determinó que la víctima murió por un traumatismo encéfalo craneano severo. Entre las lesiones más graves había una fractura de la base del cráneo y de la mandíbula en tres partes. Tenía las uñas rotas y lesiones compatibles con signos de defensa. El resultado del análisis de ADN estará disponible el mes que viene.