Policiales

Una voz en el teléfono

Juez de la causa Monos denunció que fue amenazado de muerte

Fue a través de llamados telefónicos recibidos el viernes pasado en el Juzgado de Sentencia a cargo de Edgardo Fertitta. La comunicación provino desde Rawson, donde está preso el Guille Cantero.


El juez de Sentencia N°3, Edgardo Fertitta, denunció que recibió amenazas de muerte en el teléfono de su despacho de parte de uno de los líderes de la megacausa Monos: Ariel Máximo Cantero, más conocido como “Guille”, que está preso en el penal de Rawson, Chubut.

Según fuentes del caso, los llamados fueron recibidos el viernes pasado por una empleada del Juzgado, quien escuchó por el auricular del teléfono que una persona pretendía hablar con el juez Fertitta. En la primera comunicación, realizada a las 12:35, la voz en el teléfono se identificó como «Cantero», pero la empleada le dijo que el juez no podía atenderlo.

Cinco minutos después, en un segundo llamado y ante la misma respuesta de parte de la empleada, la misma voz le dijo: «Bueno, te dejo este mensaje, decile que se meta el traslado ya sabe donde y que lo voy a matar».

Tras esto, la empleada comunicó la novedad, que generó la reacción del Juzgado.

Un secretario labró un acta y junto al juez y la empleada fueron al Ministerio Público de la Acusación a radicar la denuncia. La presentación, que se encuadró como «amenaza coactiva», cayó en manos del fiscal de la Unidad de Flagrancia José Luis Caterina, que dispuso las primeras medidas invetisgativas tendientes a determinar si efectivamente el llamado fue realizado por Ariel Máximo Cantero, alias Guille.

Como dato, voceros judiciales señalaron que la llamada fue realizada desde una unidad carcelaria, según el anuncio previo a la conexión del a comunicación y se determinó que proviene de Rawson donde precisamente se encuentra detenido Guille Cantero.

Cabe remarcar que la semana pasada, el juez negó el traslado pedido por Cantero desde el penal ubicado en el sur del país hacia Rosario.

La denuncia presentada señala además que, «como antecedente a estas comunicaciones, se recibieron en fechas previas múltiples comunicaciones provenientes de ese establecimiento penitenciario, identificándose los interlocutores como “Cantero” y “Chamorro” (ambos imputados en la causa Monos), solicitando comunicarse con el magistrado. El juzgador no dio curso a ningún pedido, expresándoles que cualquier petición la canalicen a través de sus representantes”.

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