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Tragedia

Joven baleado en la cabeza: la mamá y su novio, presos

La pelea entre los padres de un niño de 13 años que la noche del martes terminó de la peor manera, cuando el menor recibió un disparo en la cabeza que lo dejó al borde de la muerte, derivó ayer en una audiencia imputativa en la que la mamá, de 33 años, y su actual pareja, de 24, fueron acusados de homicidio en grado de tentativa y se les dictó prisión preventiva sin plazo.


La pelea entre los padres de un niño de 13 años que la noche del martes terminó de la peor manera, cuando el menor recibió un disparo en la cabeza que lo dejó al borde de la muerte, derivó ayer en una audiencia imputativa en la que la mamá, de 33 años, y su actual pareja, de 24, fueron acusados de homicidio en grado de tentativa y se les dictó prisión preventiva sin plazo.

Durante la audiencia, la fiscal de Homicidios Dolosos Marisol Fabbro relató la mecánica de los hechos e imputó a Natalia Romina R. de tentativa de homicidio calificado agravado por el empleo de arma de fuego y para su novio, Sergio Jonathan G. portación de arma de fuego y homicidio agravado por uso de arma de fuego en grado de tentativa. El juez Juan Carlos Vienna ordenó la prisión preventiva sin plazo para ambos.

Natalia, patrocinada por la defensora pública María Laura Blacich, escuchó la acusación y se abstuvo de declarar. En tanto Sergio, quien contó con la defensa de Marcos Albornoz y Pablo Bedouret, se desligó de las acusaciones en su contra en un breve relato signado por su estado nervioso.

La reyerta que tuvo un desenlace trágico ocurrió la noche del martes frente a una vivienda ubicada en Paraguay 6411,  donde se encontraba Emanuel G. y su hijo Dylan, de 13 años. Hasta la puerta de la casa,  que tiene un patio delantero con rejas, llegó Romina a bordo de una moto conducida por su novio Sergio. Lo que ocurrió después cuenta con dos relatos contrapuestos y un mismo resultado: El menor recibió un disparo en la cabeza, con entrada y salida, que le provocó pérdida de masa encefálica que lo dejó en terapia intensiva del hospital Víctor J. Vilela, donde permanecía con respiración asistida hasta el cierre de esta edición.

Según la acusación fiscal, alrededor de las 23.30 de ese día, Natalia y su novio llegaron en moto junto a otros dos hombres que descendieron de un Volkswagen Bora color negro que estacionó en la vereda.

La mujer entabló una fuerte discusión con su ex, quien le exigía que se vaya por contar con una orden de restricción de acercamiento, y al ponerse la situación violenta, el novio de Natalia se bajó del rodado con un arma en mano y le dio un culatazo en la cabeza. Al mismo tiempo, un hombre morrudo de baja estatura descendió del Bora y efectuó disparos. En ese momento Dylan salió del domicilio y se desvaneció malherido. En el lugar fueron incautadas dos vainas servidas calibre 9 milímetros, pero hasta ayer no habían sido secuestradas armas.

Durante la audiencia de ayer, Sergio hizo una breve declaración en la que reconoció que llevó a su novia a visitar a su hijo y que intervino cuando ella se empezó a pelear con su ex, pero negó rotundamente haber portado un arma de fuego. Dijo que los disparos salieron desde un vehículo que pasó por la puerta del lugar y que desconocía a sus ocupantes. Sus abogados adelantaron que apelarán la prisión preventiva dictada contra su cliente, dijeron que es un joven que pertenece a una familia de trabajo, que no tiene antecedentes penales y acompañaron sus recibos de sueldo de los últimos cinco años como chofer de una empresa de recolección de residuos.

Por su parte, la defensora de Natalia aclaró no oponerse a la prisión preventiva pero destacó que el padre de Dylan no es la víctima sino el responsable de la conflictiva separación.

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