Conciertos

El español pasó por el Salón Metropolitano

José Luis Perales presentó disco y le cantó al amor

El cantautor ofreció un concierto el domingo, en el que interpretó las canciones de su último álbum "Calma".


Rosario fue nuevamente escenario de un show de nivel internacional con la llegada, el domingo por la noche, de José Luis Perales al Salón Metropolitano. A escasos siete días de la visita de la artista francesa Isabelle Geffroy más conocida como ZAZ, fue el turno del español, quien visitó la ciudad para dar a conocer su más reciente trabajo discográfico, “Calma”, ante una multitud.

El espectáculo contó con una puesta sencilla y sobria (sin pantallas gigantes, ni efectos sorprendentes) como queriendo dejar en claro que allí el protagonismo exclusivo lo tendrían las canciones. Esas que una platea mayormente femenina celebró y ovacionó entre suspiros, a lo largo de las casi dos horas que duró el concierto.

Sonaron temas nuevos mixturados con clásicos de siempre, “que no puedo irme sin cantar por que sino me van a pegar”, según bromeó el cantante en los primeros minutos del recital, donde, además, aprovechó para dar la bienvenida y felicitar “a las madres del mundo” en su día.

No hubo invitados como sí había ocurrido en el Orfeo de Córdoba, donde el músico Abel Pintos sorprendió a los presentes. En Rosario, el español estuvo acompañado por siete excepcionales instrumentistas que brillaron con luz propia en los múltiples formatos que propuso el concierto como, por ejemplo, climas introspectivos de un trío de flauta, guitarra y piano, y un cuarteto más potente que anexó percusión.

Desde el comienzo mismo del concierto, que arrancó cerca de las 21.30, el músico hizo sentir la proximidad con su gente, retribuyendo la ovación recibida. Y lo hizo con canciones, por supuesto, pero también con anécdotas de sus cuarenta años de carrera que se repitieron durante toda la velada tanto para presentar los temas como para contar cómo, a sus 71 años, ve al mundo.

“Estamos viviendo una época violenta: veo soledad, individualismo. Creo que nos estamos perdiendo una parte importante de la vida que es la relación con los demás. Algo que es urgente en estos días es la calma. Por eso mi nuevo disco se titula así”, dijo, antes de interpretar el tema homónimo.

“Dicen que Perales es un tipo triste pero el otoño no tiene que ver con la tristeza”, expresó, dejando en claro que se venía uno de los primeros clásicos: “Canción de otoño”, al que siguió “A más de mil kilómetros”, momento en que aprovechó para referirse a la soledad que se vive en las giras.

Sonaron las infaltables “Y te vas”, “El Amor”, “Celos de mi guitarra” y “Y cómo es él”, con la que comenzó a despedirse mientras su público abandonaba sus lugares para situarse, de pie, próximo al escenario, y desde allí brindarle el apoyo a su ídolo.

Quedaban todavía dos bises para seguir cantándole al amor: “Te quiero”, con la que Perales aprovechó para abrazar a los rosarinos, y “El Velero”, con la que se despidió hasta la próxima para irse, ironizó, “a navegar por el Paraná”.

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