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Televisión

Jagger y Scorsese exploran los años 70

Músico y director rodaron “Vinyl”, con Nueva York como protagonista.


Las potencias de Mick Jagger y Martin Scorsese se unen junto a Terence Winter, surgido de la escudería Los Soprano, para contar la historia de la ruidosa y enloquecida Nueva York de los 70 bajo el pulso del rock en Vinyl, una miniserie de 10 capítulos que esta noche, a las 23, estrenará HBO en Argentina y el resto del mundo. También se podrá seguir cada domingo por la señal de cable Cinemax.

No se trata de la primera colaboración creativa de la dupla Scorsese-Jagger, ya que juntos idearon Shine a Light, el documental con el que el realizador de Toro Salvaje y Taxi Driver registra un show de los Stones en el Beacon Theater de Nueva York en 2006 en el marco de la gira A Bigger Bang.

“Este proyecto tiene más de veinte años de vida y surgió a partir del interés de Mick en filmar algo en relación con el negocio del rock and roll, que empezó a tomar forma definitiva cuando nos juntamos con Terence (Winter) y comenzamos a idearlo como una miniserie”, destacó Scorsese.

Tampoco es el primer trabajo conjunto entre Scorsese y Winter, que juntos dieron vida a El imperio del contrabando, miniserie de cinco temporadas protagonizada por Steve Buscemi que hablaba de la mafia de Nueva Orleáns durante la Ley Seca, y además Winter, nombre de peso en el clan de Los Soprano creado por David Chase, fue el guionista de El lobo de Wall Street.

La miniserie, que trae adosada una descomunal banda de sonido que se edita por separado cada viernes previo a un capítulo (ver aparte), emite esta noche el primero, de dos horas de duración y dirigido por Scorsese.

El lugar es Nueva York, el año 1973 y el personaje, el productor discográfico Richie Finestra (encarnado por Bobby Cannavale) que en medio de una crisis personal y financiera y a punto de quebrar decide darle un giro a su vida y su empresa y meterse de lleno en la ruidosa y enloquecida movida de los años 70, cuando la ciudad era el centro del mundo.

De hecho, Nueva York es uno de los personajes centrales de la historia y a lo largo de los capítulos aparecen emblemas como Andy Warhol y The Factory, el refugio de intelectuales Brill Building, el mítico Madison Square Garden, que abrió sus puertas en 1968, el Mercer Arts Center, nódulo de toda la movida under donde debutaron los luego famosos New York Dolls y Suicide, impulsores del glam y el punk.

Tampoco falta el teatro The Academy of Music, donde los Stones tocaron por primera vez en Estados Unidos en 1965, el legendario estudio Electric Lady, propiedad exclusiva de Jimi Hendrix, donde grabaron John Lennon, The Clash y Bob Dylan, entre otros; o el teatro Maxs Kansas City, centro de la movida musical y por donde pasaron Bruce Springsteen en sus comienzos y Bob Marley, entre otros.

“1973 (en que comienza Vinyl) fue el año en el que el punk, la música disco y el hip hop estaban siendo inventados, separados por una distancia de seis meses y de menos de cinco millas a la redonda”, señaló Terence Winter para dar cuenta de la dimensión de la movida de Nueva York en ese momento.

“Fue –continúa el productor ejecutivo y cabeza creativa del envío– un período insano, en un negocio insano que fomentó un comportamiento escandaloso e irresponsable pero muy divertido”.

Por su parte, Mick Jagger, que quizás vea el estreno mundial de la miniserie en la que figura como uno de sus creadores y escritores desde su suite en el Palacio Duhau de Buenos Aires, dijo que la Nueva York de esa época era un lugar “maravilloso para estar”.

“Nueva York era muy interesante desde un punto de vista artístico: en muchas áreas como música, pintura, literatura y danza estaban pasando cosas y eso generaba un ambiente apasionante, quizás no el mejor lugar para vivir si eras padre de familia pero si eras cantante de rock eso era el paraíso”, destacó.

El modo como el mundo comienza a cambiar, el choque y la convivencia de hippies, rockstars, intelectuales avant garde, punks y liberales, así como el descontrol y la experimentación de las drogas y el sexo en uno de sus momentos más libertarios y efervescentes, junto con el descarnado negocio de la música son parte del paisaje que pinta la miniserie.

El primer capítulo de Vinyl (el único de dos horas) estará dirigido por Scorsese, marcando una tendencia en la que cada vez más los realizadores cinematográficos se involucran en proyectos televisivos.

Scorsese ya hizo lo mismo en El imperio del contrabando pero no hay que olvidar que David Lynch estuvo a cargo de Twin Peaks, David Fincher dirigió la primera temporada de House of Cards y Steven Soderberg asumió con genialidad los veinte capítulos de The Knick, protagonizada por Clive Owen, en un cruce entre cine y televisión cada vez más frecuente.

“Estamos contando la historia en el ambiente más excitante; todos los músicos que luego tuvieron trascendencia y muchos de los que escuchamos en la actualidad estuvieron ahí”, resumió Olivia Wilde, la actriz que compone a Devon, la ex mujer de Richie Finestra.

Algo de ese ambiente efervescente y siempre a punto de estallar, algo de aquel alocado mundo de los 70 y del rock and roll intenta recrear Vinyl y ya aparece como una de las apuestas televisivas fuertes del año.

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