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Reflexiones

Isla Demarchi: entre Rosas, Quiroga y el farmacéutico

El proyecto del gobierno nacional para hacer un Polo Audiovisual en la isla Demarchi descubrió leyendas y secretos de esa artificial porción de tierra que ahora deberá pelear por una ley especial para que permita realizar el pomposo emprendimiento.


El proyecto del gobierno nacional para hacer un Polo Audiovisual en la isla Demarchi descubrió leyendas y secretos de esa artificial porción de tierra que ahora deberá pelear por una ley especial para que permita realizar el pomposo emprendimiento.

Las tierras que ahora desatan una nueva polémica entre el gobierno nacional y el porteño eran apenas un banco de arena que ganó espacio cuando, al emprenderse el proyecto del ingeniero Luis Huergo para el puerto de Buenos Aires, se “enderezó” el curso del Riachuelo. El nombre lo debe a un italiano de comercio próspero en la ciudad que fue propietario de esas tierras.

Los porteños le llamaban Punta, o Barra y también Isla de los Sauces. Dicen que Manuelita, la hija de Juan Manuel de Rosas, llevaba una comitiva de elite, en embarcaciones a remo, todos con algún rojo en sus prendas que resaltaba sobre el verde de la vegetación al desembarcar en la isla. La entonces Isla de los Sauces era un lugar de privilegio para el entorno de Rosas. Paradoja de esas tierras del yerno de Facundo Quiroga.

En la isla Demarchi existió un hospital para leprosos y también un crematorio para las víctimas de la epidemia de fiebre amarilla. En el libro “Patrimonio Hospitalario”, editado por el gobierno porteño, se cuenta la historia de “El lazareto de La Boca del Riachuelo”.

“Estaba situado en la isla Demarchi, que dividía en dos canales la desembocadura del Riachuelo. Tenía una superficie de dos hectáreas y era un desprendimiento del espolón de un extenso terreno que el señor Antonio Demarchi poseía en la margen derecha de ese río. Durante la época de Rosas fue asiento de una guardia militar y luego se convirtió en crematorio de las víctimas de fiebre amarilla”.

“Esta zona se caracterizaba por los frecuentes desbordes del Riachuelo, que originaban pantanos y lagunas donde crecían juncos y camalotes y donde pululaban moscas, mosquitos, alacranes, cucarachas, murciélagos y otros tipos de alimañas”.

“En sus costas se instalaron numerosos astilleros y está registrado que en 1865 ya había 38 funcionando. Allí también se desarrolló la industria de los saladeros. Para mejorar las condiciones ambientales, en 1880 se construyeron muelles y se empedraron las calles”.

Según los datos de Presidencia de la Nación, “esta isla es una enorme área delimitada por la avenida Dellepiane, la Reserva Ecológica, el Río de la Plata, la desembocadura del Riachuelo y la Dársena Sur, ubicada en el sur de Puerto Madero”.

Complejo industrial

La isla Demarchi era sede de un enorme complejo industrial, que incluía fábricas, astilleros, plantas químicas, silos graneros. La isla no lo era así inicialmente, ya que el Riachuelo torcía su curso actual hacia el norte saliendo al Río de la Plata, donde hoy está la calle Belgrano.

Al iniciarse las obras de la Dársena Sud, ganándole terrenos al Río, el Riachuelo se enderezó, y salió en forma casi recta hacia el Río de la Plata y su cauce original se aprovechó para ese sector y el resto del puerto. De esta manera, quedó formada una isla, que se llamó Demarchi y que contenía los muelles hacia el este de Dársena Sud y los diques de Puerto Madero. La Dársena Sud, entonces, es una prolongación artificial del Riachuelo. Fue la primera parte del Puerto concluida, un 28 de enero de 1889. En sus alrededores se instalaron usinas, galpones y fábricas en el sector de la isla Demarchi y también se instalaron los talleres del Ministerio de Obras Públicas, donde trabajaban 3.000 personas.

En la ribera de la isla Demarchi se concentraban los clubes de remo de Buenos Aires hasta la epidemia de fiebre amarilla, cuando se mudaron al Delta. También estaban instalados clubes de fútbol como River Plate. La isla terminaba en la actual avenida España cuando se le agregaron un balneario, los rellenos para la Usina y el astillero ex Tandanor, y mucho después la Ciudad Deportiva de Boca Juniors.

Demarchi y Facundo Quiroga

Antonio Demarchi formó parte de la comunidad italiana que crecía en la Argentina conformando parte esencial en su historia. Fue un rico comerciante que en sus inicios se dedicó al rubro droguerías y farmacias, como la conocida e histórica La Estrella. ¿Italiano o suizo?, se pregunta el historiador Fernando Devoto. Junto a él trabajó otro italiano que integró la elite de Buenos Aires, Antonio Devoto, con quien compartiría acciones del Banco de Italia y Río de la Plata.

En 1855, don Antonio se casó con una hija de Facundo Quiroga, Mercedes. En la bóveda de los Demarchi, en el porteño Cementerio de la Recoleta, Antonio escondió el féretro con los restos del caudillo. Estuvo allí, entre dos paredes y de pie, hasta que en 2005 fue encontrado por un grupo de arqueólogos de la Ciudad de Buenos Aires.

La familia Demarchi acuñó una de las mayores fortunas de los italianos que recalaron e hicieron historia en la Ciudad de Buenos Aires, que prosperaron con negocios del rubro medicamentos y también navegación. Fue durante los tiempos de Rosas.

Este comerciante había nacido en el cantón Ticino que pertenecía a la Confederación Helvética y en estas orillas fue canciller del cónsul de Piamonte y Cerdeña y luego se desempeñó como el primer cónsul de la Confederación Suiza en Buenos Aires.

Demarchi fundó la Sociedad Filantrópica Suiza que promovía la emigración helvética a la Argentina y fue miembro del comité promotor del Hospital Italiano. El 12 de octubre de 1857 nació Alfredo, hijo de Antonio y de Mercedes Quiroga. Alfredo incursionó en la política argentina siendo diputado, vicegobernador de la provincia de Buenos Aires y ministro de Hipólito Yrigoyen.

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