La World Rugby, Federación Mundial, abrió una investigación este lunes después de las informaciones publicadas en prensa según las cuales miembros del staff técnico de Inglaterra se aproximaron a los árbitros del partido ante Australia durante el descanso, algo que está prohibido.
Según los medios británicos, dos entrenadores ingleses se encontraron con los árbitros en el momento en que los equipos abandonaban el césped para el entretiempo, al que se llegó con ventaja australiana 17-3 (victoria final por 33-13). El entrenador jefe, Stuart Lancaster, no era uno de ellos.
Algunos medios aseguran que dos miembros del cuerpo técnico inglés tuvieron una acalorada discusión con Romain Poite después de que el árbitro sancionase tres infracciones de la melé inglesa en el primer tiempo.
“El protocolo de la World Rugby prohíbe el contacto entre los técnicos y los árbitros durante el encuentro o el entretiempo”, precisó en un comunicado la instancia.
“No tengo comentarios que hacer en tanto el proceso esté en curso. No sé cuáles son las acusaciones”, se limitó a decir el adjunto de Lancaster, Andy Farrell, el único responsable de Inglaterra, en plena crisis tras la eliminación del equipo en la fase de grupos de “su” Mundial, que se refirió a lo publicado.
El entrenador adjunto de Australia, Nathan Grey, comentó por su parte que no notó nada extraordinario. “Es la primera vez que escucho hablar de esto”, explicó este lunes en conferencia de prensa.
El seleccionador australiano Michael Cheika recibió una reprobación esta misma temporada de la Sanzar, la organización que agrupa a las federaciones de Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.
La Sanzar reprochó a Cheika que se hubiese acercado al árbitro Jaco Peyper durante el encuentro del Super 15 entre los Warathans y los Blues de Auckland.
El organismo concluyó que hubo un “intercambio corto y educado” entre el árbitro y el entrenador de los Warathans, sin que Cheika influenciase en Peyper.
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