Autoridades municipales y provinciales, junto a vecinos del barrio Empalme Graneros, inauguraron este jueves una mítica obra que minimizará los riesgos de inundaciones en sectores del norte y noroeste rosarino, cuya población vio y sufrió durante décadas los embates de la naturaleza, que en muchos casos los dejó con el agua a la cintura.
Se trata de la obra conocida como Aliviador III, considerada como la obra hidráulica más importante de Rosario y en especial para los vecinos del barrio Empalme Graneros.
Durante el acto formal de apertura de la obra, que no se ve ya que está 9 metros bajo tierra, debajo de la avenida Sorrento, el ex concejal Osvaldo Ortolani, presidente de la vecinal Empalme Graneros, quien viene luchando desde hace más de dos décadas para la realización de la obra, destacó que los trabajos que se hicieron redundarán en un cambio importante en la calidad de vida de todo el barrio, que solía inundarse.
El acto contó con la presencia de la intendenta de Rosario Mónica Fein y el gobernador Miguel Lifschitz, entre otros.
El Aliviador III forma parte del plan integral de cuenca del arroyo Ludueña, que tiene como objetivo disminuir el riesgo hídrico ante las posibles crecidas del mencionado arroyo, asociadas a eventos extraordinarios. Con una inversión de más de $300 millones, minimizará los riesgos de inundación en varios barrios del norte y noroeste rosarino.
Los trabajos se llevaron adelante a lo largo de 40 meses; incluyeron la mano de obra de 130 operarios, 15 mil metros cúbicos de hormigón armado y 50 mil metros cúbicos de excavación.
El proyecto fue elaborado en forma conjunta entre el Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente de Santa Fe (obras de captación y descarga) y la Municipalidad de Rosario (obra de conducción).
La ejecución la llevó a cabo la Unión Transitoria de Empresas (UTE) integrada por Obring y Edeca.
El conducto se edifica con el sistema Tunnel Liner, que consiste en la construcción de conductos subterráneos mediante arcos (dovelas) de acero galvanizado, unidas con bulones, dando forma a un conducto, en este caso, de 5 metros de diámetro. Ese armazón se recubre luego con hormigón armado. La traza del conducto se desarrolló por avenida Sorrento hacia el este, conectando con el emisario 12, con una longitud de aproximadamente 2.300 metros.
La descarga en el arroyo Ludueña se ubica en el tramo comprendido entre los puentes de calle Nansen y avenida Frondizi, aproximadamente 400 metros aguas arriba de la desembocadura del arroyo en el río Paraná.
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