País

Era oriundo de la provincia de Salta

Identifican restos de estudiante asesinado y desaparecido en 1975

Se trata de Luis Agustín Santillán, quien fue secuestrado el 6 de diciembre de ese año junto a tres compañeros, cuyos cuerpos fueron hallados a mediados de marzo. Estaba enterrado en predios del ex Centro Clandestino de Detención La Perla, en las afueras de la ciudad de Córdoba.


El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó los restos de otro estudiante de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), asesinado en 1975 y enterrado clandestinamente en los hornos de La Ochoa, en predios del ex Centro Clandestino de Detención, Torturas y Exterminio (CCDTyE), La Perla, y que figuraba en condición de desaparecido

El juez federal número 3 de Córdoba, Miguel Hugo Vaca Narvaja, confirmó que el EAAF, identificó al cuarto estudiante de la UNC asesinado por el Comando Libertadores de América (CLA, versión cordobesa de la Triple A), que figuraba en condición de desaparecido.

Se trata de Luis Agustín Santillán, oriundo de la provincia de Salta, y estudiante de la tecnicatura en radiología de la Facultad de Medicina de la UNC, que había sido secuestrado el 6 de diciembre de 1975 junto a Rosa Gómez Granja (nacida en Villa Dolores, Córdoba), su novio Alfredo Felipe Sinópoli (Conlara, San Luis), y Ricardo Saibene (Villa Mercedes, San Luis), todos militantes de la Juventud Universitaria Peronista (JUP).

El 20 de marzo pasado, el EAAF ya había identificado a estos otros tres estudiantes a partir de los fragmentos óseos que se habían recuperado de los hornos de la zona de La Ochoa en el predio del ex centro clandestino de detención de La Perla.

Vaca Narvaja recordó que luego que el EAAF encontrara en octubre del año pasado restos óseos en los hornos de la Ochoa, el represor Ernesto “Nabo” Barreiro, “en el marco del juicio por la megacausa La Perla, entregó una lista de nombres de desaparecidos enterrados en ese lugar, entre los que se encontraban los de los cuatro estudiantes”.

“Esto refuerza la idea de que ellos (los represores) tienen un registro de los desaparecidos y dónde están sus cuerpos, que no quieren develar”.

Con esta nueva identificación “se pone fin al estado de desaparecido de Santillán y se termina también con un estado de incertidumbre de su familia”, indicó.

Comentarios