En la tradición de un arte que ha sido la caja de resonancia de los acontecimientos socio- políticos y culturales de la ciudad en las últimas tres décadas, el emblemático grupo teatral rosarino La Estación cumple por estos días 28 años con la convicción de que su producción poética es fiel a una búsqueda que tiene sus orígenes en nombres históricos del teatro rosarino como son los de Arteón o Discepolín, entre otros.
“En 1980 arranqué en el grupo Arteón, y al año siguiente, con los adolescentes de aquél espacio histórico del teatro local, pusimos en marcha Discepolín. Nunca paré, desde los 15 años, y tengo 52”. Así sintetiza un recorrido de producción y formación el psicoanalista, actor, director y docente Hugo Cardozo, hoy al frente del grupo y Asociación Civil La Estación, que después de años de esfuerzo y producción teatral y pedagógica, pondrá en marcha su primer espacio propio, esta tarde, a partir de las 19, en Francia 224, donde también serán reconocidos como Grupo Teatral Distinguido de Rosario, por iniciativa de la concejala Carola Nin, que, como pocos en la historia del Concejo Municipal, ha decidido poner en valor a los grandes creadores de la escena rosarina.
“En todos estos años de actuar, dirigir, dar clases y formarnos, porque nunca paramos de aprender, en lo personal, el teatro se ha convertido en la columna vertebral de mi vida”, dijo Cardozo. Y agregó: “En ese recorrido, sobre fines de los años 80, surgió La Estación. Desde un comienzo, en un Empa para adultos en la calle San Juan y San Nicolás. Arrancamos con talleres de teatro para niños, adolescentes y adultos, eran los tiempos del grupo Rayuela, que dirigía Cacho Palma, al que yo pertenecía. Así surgieron las primeras producciones, trabajando desde la creación colectiva en algunas oportunidades, y en otras, con textos de autores”, rememoró Cardozo acerca de un recorrido que en el haber aparecen títulos tales como Encontrados (2004-2010), La naranja partida (2006-2010), Alitas de pollo (2007-2011), Christine y Lea Papin (2011-2017) y la más reciente Máquina Schreber (2016-2017), entre otros títulos.
“También, con mucho orgullo y gran compromiso, estamos inaugurando un lugar propio, denominado Espacio de Arte, en el corazón de Pichincha. Este lugar contará con una sala de usos diversos, calefaccionada y refrigerada; sanitarios, cocina y espacio de estar, dos oficinas, un espacio de tránsito y un taller de construcción. Será un lugar para el teatro, para la creación en general, y para recibir a los amigos”, adelantó Cardozo, quien en ese espacio ofrecerá un punto de referencia local del Taller de Máquinas Teatrales que en los últimos años experimentó como actor junto al talentoso maestro porteño Pompeyo Audivert.
“Será un espacio para reafirmar, también, una búsqueda del grupo que tiene su resonancia en el teatro político”, expresó Cardozo. Y completó: “El recorrido del grupo La Estación, sobre todo a partir de 1995, está muy marcado por los temas sociales, y los nombres propios en la última etapa; trabajamos mucho en clubes, en villas de emergencia, en centro de salud. Después, no fuimos acercando a las salas, y ahora cumplimos el sueño de todo grupo de poder tener un espacio propio, un mini centro cultural en pleno Pichincha, en Francia y Salta, al que desde la militancia hemos reconstruido entre todos y para todos, porque los proyectos son las personas, y el gran estreno de este año, es esta obra que hicimos entre todos”, completó el director acerca del grupo que hoy comparte con Diego Bollero, Lorena Salvaggio, Estela Argüello y Lucrecia Montoya.
