La tarifa del peaje de la autopista Rosario-Santa Fe es un 40 por ciento más cara desde ayer en todas las categorías. El aumento fue autorizado por el gobierno provincial a favor de la concesionaria Arssa, empresa encargada de su explotación, mantenimiento, reparación y ampliación. Como argumento, desde la Casa Gris hablaron de “cambios en distintos guarismos” que fueron afectando los costos, principalmente por la inflación, a lo largo del tiempo.
La novedad cayó como un balde de agua fría en el sector de los transportistas de cargas, quienes calificaron la suba como “excesiva, abusiva y desproporcionada” al señalar que el estado de la cinta asfáltica deja mucho que desear. Se quejaron además de la falta de mantenimiento y de la ausencia de obras.
Por su parte, el presidente de la comisión de Obras y Servicios Públicos de la Cámara de Diputados de la provincia, Mario Lacava, realizó un pedido para que el secretario de Servicios Públicos provincial, Alejandro Boggiano, se presente en la Legislatura y justifique las razones de la suba.
Justamente Boggiano explicó que la resolución fue tomada por el Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente y se da tras un período de dieciocho meses sin
variaciones en los costos.
“Distintos guarismos han hecho que se tenga que producir este tipo de aumento, ya sea por los costos del asfalto, los materiales diversos que se utilizan para las repavimentaciones, los acondicionamientos, el mantenimiento y bacheo, el aspecto salarial y los combustibles, entre otros. Hemos tenido que adecuar la ecuación tarifaria para poder sostener económica y financieramente el mantenimiento y reprogramación de las obras que se están llevando adelante en la autopista”, señaló.
Sobre el estado de la autovía, el funcionario dijo que “hay sectores que están plenamente recuperados y otros en los que se sigue trabajando”. “Estamos ante un trabajo que es más profundo de lo esperado y por eso más de una vez las personas que circulan se encuentran con desvíos. Hay obras que están en marcha como el acceso y recuperación de la ruta 10, en la segunda salida de San Lorenzo Sur. La bajada Urquiza es una obra concretada también. Estamos hablando de una concesión estipulada en diez años y en ese tiempo las obras tienen que quedar como está previsto en el pliego”, añadió.
Denuncian incumplimientos
Por su parte, Lacava adelantó que se firmó un pedido en la Legislatura para que Boggiano dé explicaciones del aumento. “El gobierno no dio nunca respuesta a un pedido de informe que presentamos y aprobamos por unanimidad en mayo sobre el estado de la autopista y de la concesionaria que la maneja. No hemos tenido la más mínima respuesta, por ejemplo, sobre cuánto facturan, en qué invierten, no han dado ninguna explicación y ahora queremos que venga el secretario para que nos evacúe todas las dudas que tenemos”, indicó.
“La autopista está muy lejos de ser la autopista inteligente y ecológica que prometió (el ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio) Ciancio cuando hicieron el nuevo contrato de concesión. No hacen obras. Nosotros en julio de este año presentamos un pedido de comunicación al gobierno provincial para que le exija a la empresa concesionaria que marque algunos tramos que tiene la autopista de la mano que viene de Rosario. A nosotros mismos nos pasó personalmente, vivimos en carne propia la falta de obras. Recuerdo una noche lluviosa donde no se veía nada y no estaban las líneas de demarcación. Imagínense lo que hace falta de ahí para arriba”, añadió.
“Lisa y llanamente no se ha cumplido con las inversiones prometidas de mantenimiento y mucho menos con las nuevas obras. Esta autopista sirve de puente de ingreso a muchas localidades y estamos ante un grave caso de incumplimiento”, siguió.
“Un despropósito”
Por último, el titular de la Federación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Fatac), Vicente Bouvier, calificó a la suba, sin mayores vueltas, como “un despropósito”. “Estamos sorprendidos por este embate del gobierno provincial hacia el transporte de carga. Nos parece excesivo, abusivo y desproporcionado, fundamentalmente porque no existe ningún tipo de control hacia un concesionario que no brinda ningún tipo de servicio. Si usted circula por la calzada no puede disfrutar del viaje por el estado de la cinta asfáltica y por las reparaciones deficientes. En verano cuando la temperatura sube y uno busca un lugar para disfrutar de la banquina se encuentra con pocos sitios adecuados para poder hacerlo, o por falta de árboles para la sombra o por bosques que impiden estacionar”, explicó.
“La falta de mantenimiento y el estado de la autopista está a la vista, basta recorrerla. No hubo ninguna clase de inversión. Esta concesión fue otorgada por el gobierno de (Hermes) Binner a cambio de nada a algunas empresas rosarinas que se están llenando los bolsillos. Este aumento es un ataque a la economía propiamente dicha y al sector del transporte”, concluyó.
Concesión hasta 2020
En noviembre de 2010, el gobierno de Santa Fe adjudicó la concesión de la autopista Brigadier López, que une las ciudades de Santa Fe y Rosario, a una unión transitoria de empresas (UTE) conformada por las empresas Milicic, Laromet, Obring, Pecam, Rovial y Vial Agro, que la podrán explotar por el término de diez años.
En su momento se informó que la adjudicataria debería pagar un canon mensual.
Además, se previó la conformación de un fondo de obras que resultaría de la diferencia entre el valor del vehículo pasante, ofertado por la empresa, y la tarifa que el gobierno propondrá.
Ese fondo se pensó para ser destinado a tareas de repavimentación, y trabajos en los accesos a San Lorenzo, Capitán Bermúdez y la zona de countries de Santo Tomé.
Por otra parte, estaba previsto el reacondicionamiento de obras hidráulicas en las intersecciones con los arroyos Colastiné, Bragado y de Los Padres, la implementación del Sistema de Tránsito Inteligente (STI) y la colocación de 15 mil nuevos árboles y cinco mil arbustos en los dos primeros años de concesión.
El concesionario debe también mantener un corredor ambiental en ambos costados de las calzadas para la generación y mantenimiento de la biodiversidad, a fin de recomponer el bioma original de la región.
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