Ciudad

Fabricio Brebión decidió salir a recorrer el mundo

“Hace ocho meses que salí a dar una vuelta en moto”

El hombre, nacido hace 40 años en Puerto Madryn, deja un mensaje sobre la importancia de cuidar los recursos naturales. De paso por Rosario, contó las experiencias más llamativas.


Fabricio Brebión tiene 40 años, nació en Puerto Madryn, está radicado en Los Ángeles (Estados Unidos) y hace 21 años que viaja por el mundo. En esta nueva travesía, que la hace por primera vez en moto, lleva transitados más de 20 mil kilómetros en ocho meses con un mensaje de crear conciencia sobre los recursos ambientales y ejercitar la humanidad. De paso por Rosario, Brebión contó a El Ciudadano cómo aprender a nutrirse, a tener un compromiso con la vida y de cómo cada uno puede convertirse en la mejor versión de sí mismo.

“A los 19 años emprendí mi primer viaje y tuve que vivir en la calle, bajé más de 10 kilos y aprendí a dejar de apuntar con el dedo a la gente y empatizar. Siempre me interesó aprender a juzgar con conocimiento de causa. Una de las tantas anécdotas fue en Colombia, donde me encontré con un chico de 13 años que venía muy contento porque se había graduado de sicario; había matado a una abuela esperando un colectivo”, soltó el motoquero.

Fabricio cruzó la frontera más de 200 veces y visitó más de 18 países, entre ellos, China, México, Estados Unidos y Colombia; dio charlas en colegios, terciarios y universidades con la intención de involucrarse en posibles soluciones comunitarias y crear un efecto global y de esa manera, brindar recursos para cambiar la historia.

Recordó que en un asentamiento en México, a 150 kilómetros de Tijuana, había una escuela que contaba sólo con un salón para 140 alumnos. “No tenían luz, ni agua, ni baños. En un tiempo conseguimos hacer nueve salones de clases, cuatro baños, electricidad, agua y hasta pudimos legalizar la escuela, con apoyo del gobierno”, detalló.

El madrynense subrayó la importancia de aprender a nutrirnos con la información necesaria para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos, es decir, vivir una vida con un propósito.

“Lo que tenemos en la mente es en lo que nos convertimos. Tenemos que enfocarnos en crear sustentabilidad porque nos va a permitir luchar contra el cambio climático. Muchos viven una calidad de vida indecente, no comen bien, no están educados. Hoy en día un padre prefiere que su hijo sea un Messi y no un Favaloro”, expresó.

El motoquero lleva a cuestas comida para perros y agua para asistirlos, algunas herramientas para ayudar al que se quedó varado en la ruta, un celular que es una picana por si se cruza con algún malviviente, medicamentos, aceite de jengibre, citronela para ahuyentar a los mosquitos, una navaja, protector solar y gas pimienta, entre otras cosas.

“No creo en la paz mundial ni en que vamos a terminar con el hambre o que todos vamos a vivir en un mundo feliz. Creo que tenemos la oportunidad todos los días de provocar esos cambios para vivir en mejores situaciones y lograr un balance que hasta ahora no logramos. Mi próximo viaje será de Alaska a Tierra del Fuego”, concluyó.

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