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riesgo institucional

Grave: denuncian atentado a dirigente sindical de Atucha

Es el adjunto de Luz y Fuerza de Zárate, Damián Straschenco. Le pusieron agua pesada del reactor en su escritorio y la tomó.


“Nunca creí que como trabajador podría estar expuesto a un atentado de estas características. Pero el detector de radiación saltó a mi paso, y aunque llegué en perfectas condiciones, me fui de mi trabajo con radiación en mi cuerpo”, denunció con gravedad Damián Straschenco, trabajador de Atucha y secretario adjunto de la seccional Zárate de Luz y Fuerza. El gremio, que no está enrolado en la CGT sino en la CTA Autónoma y lleva adelante una fuerte pelea en la central atómica, confirmó que al dirigente gremial le adulteraron el contenido de su botella de agua personal, que está en su oficina, con líquido del reactor nuclear: lisa y llanamente atentaron contra su vida.

“Esto vulnera no sólo nuestra integridad psicofísica sino también nuestra fuente de trabajo, pensar que entre nosotros trabajan y caminan a diario criminales es realmente preocupante”, expresó el propio Straschenco.

Dos semanas atrás, el pasado martes 9, tras su jornada de trabajo en Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (Nasa), la empresa a cargo de la central nuclear, Straschenco fue alertado por los portales de medición de radiación que su cuerpo había estado expuesto a altas dosis de material radiactivo.

Activados los dispositivos de seguridad de la empresa y destinados compañeros del área a establecer el origen de la contaminación, se concluyó que la botella de agua personal que estaba en su propia oficina había sufrido la alteración con agua pesada del reactor.

Según se explicó, la presencia de radiación interna en su cuerpo derivó en la realización de un procedimiento médico para tratar de disminuir el nivel de intoxicación a fin de poder reducir la exposición a la radiación. También se hicieron estudios de alta complejidad a Straschenco en el Centro Atómico Ezeiza para evaluar posibles daños en su cuerpo.

En paralelo se hizo la denuncia en el Juzgado Federal de Campana, y la causa quedó caratulada como intento de homicidio.

“No sé por qué ni quién querría cometerlo. No es mi función establecerlo tampoco, sí denunciarlo judicial y públicamente como lo estoy haciendo, con la claridad y seriedad que requiere una situación de estas características. Es un hecho de gravedad nacional e internacional, no sólo porque soy el secretario Adjunto de un sindicato atacado desde distintos sectores, sino por la violación a todas las medidas de seguridad de una central nuclear”, advirtió con gravedad el dirigente sindical.

El Sindicato de Luz y Fuerza de Zárate expresó su “enérgico repudio y preocupación por la vida de los compañeros”, a la par que ratificó su “férrea convicción en aportar todos los elementos necesarios para saber quién o quiénes dentro de una empresa que maneja parte del suministro eléctrico del país, atentaron contra la vida de un compañero”.

“Si tocan a uno, tocan a todos”

Al trascender el hecho se sucedió una cadena de declaraciones y actos de solidaridad de otros sectores gremiales y del arco político y social de Zárate. “Ante sucesos tan repudiables, no hay divisiones ni grieta, por eso para ellos todo mi agradecimiento”, sostuvo Straschenco.

El dirigente también advirtió, en obvia dirección a los autores del ataque: “Sepan que ante ustedes tienen un grupo de trabajadores que no permitirá bajo ningún punto de vista que intereses políticos o personales pongan en riesgo nuestra salud o fuente de trabajo, y que esta organización sindical seguirá adelante en la lucha predicando con hechos la defensa de todos y cada uno de los trabajadores de Nasa”.

El Sindicato de Luz y Fuerza de Zárate no dudó en considerar el grave hecho como una maniobra para “sembrar el terror” entre los trabajadores y sus organizaciones gremiales. Y advirtió: “Continuaremos realizando a diario nuestra tarea laboral y sindical, con entereza y convicción, gritando fuertemente que ‘si nos tocan a uno, nos tocan a todos’”.

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