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Educación

Fortalecer aspectos educativos en fútbol infantil, una necesidad

Miles de chicos en edad escolar participan de 200 clubes en siete ligas infantiles que existen en el Gran Rosario.


El día que “el Rami” comenzó a jugar al fútbol, fue el más feliz de su vida. Con siete años recién cumplidos, “lo ficharon” en un club infantil de su barrio. La mamá dice que si fuese a la escuela con las mismas ganas, sería el más destacado de la clase. Parece forzado comparar una cosa con la otra, sin embargo muchas tareas, acciones y modalidades que se desarrollan en el fútbol, son parecidas a la de la escuela.

Con solo visualizar las dos instituciones, veremos que tienen muchos puntos en común: hay un “profe” que “dicta” clases un día concreto, al que hay que asistir a determinado horario y lugar. El “cursado” requiere una vestimenta particular y cumplimiento de la asistencia, la asignación de tareas y la disciplina que establezca la institución. Está estratificado por edades y se cumplen rutinas tan estrictas y repetitivas, que podrían asustar al maestro más conductista. También se enseñan técnicas y tácticas donde se imparte información que se asemeja a las áreas curriculares.

En nuestra ciudad, miles de chicos en edad escolar participan de los cerca de doscientos clubes que integran las siete ligas infantiles que tienen Rosario y su zona de influencia. La mayoría de ellos están conducidos por hombres y mujeres que donan parte de su tiempo, para que los chicos tengan un espacio de contención, disfrute y aprendizaje.

Néstor Chimento es presidente de la liga Nueva Asociación de Fútbol Infantil Rosario (Nafir), que agrupa a 26 clubes infantiles y reúne a más de dos mil chicos en edades que van desde los seis, hasta los trece años. “Llevo catorce años de presidente, dos de secretario y medio de vocal” dice Chimento con puntualidad administrativa. “El futbol infantil es como una segunda casa, donde los chicos del club forman parte de una gran familia que te hacen sentir a gusto con lo que hacés” señala.

Los deportes en general y en nuestro caso el fútbol, aportan recursos para la formación integral de los niños y plantea valores educativos fundamentales como la solidaridad, cooperación, compromiso, trabajo en equipo, etc.  En este caso, el rol formador de los profes de fútbol infantil, que generalmente son padres que donan algún tiempo para tal tarea, adquiere una importancia superlativa.

En este sentido es importante que los técnicos y dirigentes del fútbol infantil, adquieran las capacitaciones suficientes que les permita conducir a un grupo de niños, en una etapa crítica en relación a los aprendizajes, principalmente en valores. “Teniendo en cuenta el rol que tienen los profes –dice Néstor Chimento– tratamos que se capaciten  a través de los cursos que realizan distintas instituciones. Muchos de ellos son padres o abuelos que alguna vez jugaron al futbol, pero no tienen formación profesional más allá de la buena voluntad. Nuestra tarea también es educativa y hay que tener presente que los chicos pasan tantas horas en el club como en la escuela, por eso tratamos que el profe se capacite”

—¿Se logra capacitar a los profes teniendo en cuenta las características ad honorem de la actividad?

—Sí, se logra, algunos se han capacitado en el Instituto Superior de Educación Física (ISEF), otros lo han hecho a través de los distritos cuando la Municipalidad lanzó un plan para capacitar a los técnicos; también se profesionalizan a través de la Federación de Fútbol infantil. Si bien mucha gente se quiere capacitar, hay dificultades derivadas de cuestiones laborales, donde se complican los días u horarios de cursado o simplemente porque los técnicos regresan cansados del trabajo. Son personas que tienen mucha voluntad, por eso estamos tratando de hacer los cursos en horarios y lugar es donde el profe pueda ir. Es importante actualizarse, porque los valores de hace diez años son muy distintos a los de hoy. Los problemas sociales te obligan a estar más cerca del chico. La realidad de los clubes hoy en día es otra y todos nos tenemos que adaptar.

—¿En qué consisten estas capacitaciones para técnicos del fútbol infantil?

—Los cursos son variables y muchas veces depende de quién los dicte. Si es Fifa, es una clase a la semana que dura entre seis y siete meses, si es el Isef dura un año la primera etapa y se completa con un año más, pero con el primer año ya se adquiere una capacitación interesante, se dictan dos horas por día y son dos jornadas a la semana. Se trabaja sobre técnicas y tácticas pero también está la parte de psicología, RCP, físico, etc. La mayoría termina el curso y el que abandona generalmente es por cuestiones de trabajo.

El licenciado en Ciencias del Deporte Onofre Contreras sostiene que “el deporte no es educativo por sí mismo, será la metodología que utilicemos en su enseñanza y las condiciones en las que se desarrolle, lo que hará que nos pueda servir como medio de formación. Será el profesor el que liberará al deporte de sus características no educativas como el elitismo, la falta de coeducación, la excesiva importancia del resultado o la especialización temprana”.

En tal sentido, es importante que en el fútbol infantil se planteen estrategias de enseñanza que ayuden a los niños a resolver situaciones según la edad, cuya complejidad se pueda ir resolviendo en un proceso de aprendizaje gradual. Primero con actividades sencillas para ir encontrando las habilidades de cada niño, luego con acciones cada vez más complejas que lo vayan incluyendo en su grupo. Estas estrategias de enseñanza son muy similares a las que podrían desarrollarse en las aulas.

El doctor en psicopedagogía Francisco Fuentes Guerra sostiene que: “El deporte en las primeras edades debe entenderse como una actividad más que va a ayudar a la formación de los alumnos y alumnas de primaria”. En tal sentido es importante que los clubes de los barrios y las escuelas estrechen vínculos, hoy reducidos simplemente a facilitar las instalaciones para que las escuelas de la zona tengan un espacio para el dictado de actividades físicas.

Muchas veces esta relación depende de las escuelas, los directores y maestros por un lado, y de los dirigentes de clubes por otro y puede traducirse en acciones tan básicas como la de lograr que los profes se interesen en la escolaridad de los chicos “Cuando estaba en un club de Baigorria –dice Chimento– le pedía a los chicos la libreta para saber cómo andaban en la escuela. Yo prefiero que no vengan a practicar pero que estudien y no falten a la escuela. En otra oportunidad recolectábamos libros de cuentos para que los chicos leyeran cuando llegaban temprano a la práctica”.

“El deporte –señala el licenciado Antonio Salguero– se ha convertido en un lenguaje universal, pero para lograrlo se le ha dado cada vez más importancia a uno de sus aspectos más específico de éste, la competición, en perjuicio de sus elementos lúdicos y educativos”. Es una buena ocasión para que el futbol infantil pueda fortalecer sus elementos educativos. La escuela de esto sabe mucho.

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