El Tribunal Federal 1 de Rosario escuchará mañana ‘la última palabra’ de los cinco imputados de cometer delitos de lesa humanidad en la última dictadura y fijará el día en que dará a conocer el fallo del primer juicio oral que se realiza en esta ciudad por desaparecidos en la causa conocida como “Guerrieri-Amelong”.
Los ex jefes militares, Pascual Guerrieri, Juan Amelong, Jorge Fariña y dos agentes civiles de inteligencia militar, Eduardo Constanzo y Walter Pagano, acusados de cometer delitos de lesa humanidad que van desde privación ilegítima de la libertad, tormentos y homicidios en 17 oportunidades, podrán mañana expresar su propio “alegato” y ejercer su derecho constitucional.
El primer juicio que se desarrolla en Rosario por delitos de lesa humanidad cometidos en la última dictadura militar en centros clandestinos de esta ciudad comenzó el 31 de agosto de 2009 y se cerrará mañana cuando a partir de las 9.30 el tribunal escuche a los imputados.
Fuentes judiciales indicaron que también este miércoles, los jueces Otmar Paulucci, Jorge Venegas Echagüe y Beatriz Caballero de Varaban, notificarán a las partes la fecha y hora en que dará a conocer la sentencia.
Para los cinco imputados, tanto la Fiscalía, a cargo de Mabel Colalongo, y la querella, representada por letrados de la organización por los derechos humanos denominada, H.I.J.O.S-Rosario, coincidieron en pedir “prisión perpetua e inhibición absoluta”.
Asimismo, los defensores oficiales de los imputados coincidieron en pedir la “absolución” al plantear la “nulidad” de las actuaciones por “extemporáneas” por el tiempo transcurrido entre las acciones imputadas y el comienzo del juicio.
Por su parte, la defensora oficial, Mariana Grasso, quien alegó en defensa del ex teniente coronel, Pascual Guerrieri, sin dejar de reconocer, según dijo, “la repugnancia de los delitos de esta laya, la gravedad de los hechos y el marco histórico en que se produjeron”, solicitó al tribunal, “la absolución” al tiempo en que pidió, “que en caso de una sentencia condenatoria, por razones de salud y de edad avanzada se mantengan las actuales condiciones de detención”.
Pascual Guerrieri, de 75 años, es el único de los cinco imputados que llegó al juicio con el beneficio de prisión domiciliaria.
Los organismos de derechos humanos de Rosario junto a testigos y querellantes de las diferentes causas contra el terrorismo de estado anunciaron que empapelarán los tribunales federales de calle Oroño con fotos de los desaparecidos y orejas gigantes con la pregunta “¿A dónde están los compañeros?”.
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