Familiares de Yamila Ferré, de 23 años, que murió por leptospirosis en Santa Fe, denunciaron penalmente al Ministerio de Salud de la provincia al considerar que hubo mala praxis en el hospital público donde la atendieron. La presentación judicial también involucra a la Municipalidad de Santa Fe por no haber provisto de elementos adecuados a la joven cuando trabajaba en la limpieza de cunetas para una cooperativa que era contratada por la administración comunal.
La denuncia firmada por la madre de la víctima, Ana María Ferré, fue presentada ante el fiscal regional Ricardo Fessia, a quien le solicitó el secuestro de documentación de los tres lugares donde la atendieron: los hospitales Sayago y José María Cullen, y el sanatorio Garay.
Ferré sostuvo que su hija, que a su vez era madre de cuatro chicos, fue en tres oportunidades al hospital Sayago y que recién en la tercera la internaron.
Según sus familiares, Yamila fue a ese hospital el viernes 13 y le diagnosticaron un estado gripal; retornó al día siguiente debido a que tenía fiebre y vomitaba sangre, pero volvieron a enviarla a su casa tras suministrarle un medicamento.
“Le dijeron que seguía el cuadro de gripe, y con posible neumonía, que vaya a su domicilio, haga reposo y siga con las pastillas recetadas”, señala la denuncia
Finalmente, y siempre por el relato de su familia, la joven volvió al Sayago el lunes 16 y quedó internada con suero, siempre bajo el diagnóstico de gripe.
Ferré sostuvo que una vez que los médicos decidieron trasladarla al hospital Cullen, de mayor complejidad, su hija ya estaba “bastante desmejorada”, que “no podía respirar” y “tosía sangre”.
Allí “hicieron todo lo posible, placas y análisis, y nos confirmaron que no era una gripe como nos venían diciendo, que era algo más”, dijo la mujer a la prensa y detalló que un médico les anticipó que “esperaba los resultados para saber si era hantavirus o leptospirosis”.
El diagnóstico de leptospirosis fue confirmado en el sanatorio Garay, al que la llevaron por falta de camas en el Cullen y donde murió el lunes pasado.
La denuncia también afecta a la municipalidad de Santa Fe, en ese caso debido a que durante los anegamientos de mediados de este mes Yamila “realizaba trabajos de limpieza de cunetas para que el agua escurra”, como integrante de la cooperativa de trabajo Los Redimidos de Cristo.
Ferré denunció que el municipio solo le entregó botas y pechera, y que “no se le proveyó de elementos de seguridad, como barbijo, guantes y ropa adecuada”.
La casa de Yamila, situada en barrio San José, estuvo inundada varios días y, según su madre, tomó contacto con agua contaminada.
“No hubo autoridad oficial que le reparta medicamento o pastilla para prevenir la enfermedad”, añadió Ferré.
El padre de Yamila, Jesús Ayala, contó que su hija “trabajaba en una cuadrilla que hace trabajos para la municipalidad de limpieza de zanjeo y desmalezamiento”.
“Trabajó hasta ese viernes (13 de marzo) sin que le dieran ninguna pastilla”, completó.
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