La Justicia local ordenó a Personal, de Telecom, que retire de sus registros y archivos la información sobre una clienta que figuraba como deudora de esa empresa sin serlo. Además, obligó a que le comunique esa rectificación a las restantes compañías a las que se les hubieran cedido esos datos erróneos. Por esto, la mujer en cuestión estaba en la base de datos de deudores de la Organización Veraz. Esto hizo que no le otorgaran el servicio de telefonía móvil de esa firma cuando lo requirió e hicieran lo mismo en Movistar y en Nextel. Lo que se terminó estableciendo más adelante es que se estaba ante un caso de “robo de identidad”, ya que había perdido su DNI en julio de 2005 y éste había sido usado para solicitar distintas altas. Así las cosas, en el habeas data planteado ante Tribunales se sostuvo que no se habían tomado los recaudos necesarios al momento de activar el servicio, determinándose que las firmas colocadas en el pedido de la línea telefónica eran falsas.
Según contó a El Ciudadano el abogado Hernán Zengarini, quien patrocinó a la damnificada, “mi cliente perdió el documento y al tiempo se entera de que está siendo informada como una deudora morosa en la base de datos de Telecom Personal cuando quiere sacar una línea a su nombre, ya que la que tenía estaba a nombre de su madre”.
“Frente a esto comenzó a averiguar qué ocurría y le dicen que tenían tres líneas dadas de alta a su nombre con domicilio en la zona sur de la ciudad, que luego resultó inexistente, siendo además que vivía en el centro. Ahí es donde comienza todo un peregrinaje donde desde la empresa empiezan a negarle información cuando se dan cuenta que no podían venderle nada. La derivaron al 0800 donde no la atendía nadie y así muchas cosas más, mostrando la falta de un buen servicio de atención al usuario”, destacó.
La deuda que supuestamente tenía la mujer con la compañía de capitales internacionales databa del período 2008/2009 y en su comienzo era de 820 pesos. “Con los intereses esa cifra ya había superado los 5 mil pesos”, destacó el profesional.
A modo de estrategia, la defensa inició un habeas data frente a la negativa de la compañía de reconocer algún error. “Lo que pedimos entonces fue que nos muestren el formulario de adherencia para poder cotejar las firmas y cuando lo tuvimos se podía ver claramente y a primera vista que la firma de mi clienta era totalmente distinta a la que figuraba en ese papel. Pese a esto, Telecom, en su afán de no reconocer nada, dijo que podía tratarse de la misma persona haciendo dos firmas distintas pero luego el peritaje caligráfico nos terminó dando la razón al no registrarse ninguna similitud entre los dos registros”, contó Zengarini.
“Ahora, la Justicia obliga a Telecom a que rectifique su base de datos y la obliga a informarle a las otras empresas de telefonía como Claro, Movistar y Nextel que habían cometido un error con mi clienta”, remarcó.
Por último, el abogado recordó los difíciles momentos que tuvo que pasar su defendida hasta poder demostrar que todo era un error y que ella no les adeudaba nada. “Lo que hace Telecom es contratar a grande estudios de cobranza, que con el tiempo se convirtieron en sociedades anónimas, y que se encargan de los deudores. Manejan grandes paquetes de deudas y lo que hacen es una acción sistemática de persecución prácticamente diaria, una especie de hostigamiento. A mi clienta la vivían llamando a su casa o al trabajo, le enviaban intimaciones solicitándole que pagara la deuda, fue algo sumamente desgastante lo que tuvo que padecer durante un lapso de tiempo bastante prolongado”, concluyó.
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