Policiales

Plata o plomo

Extorsiones con el sello Monos en Villa Gobernador Gálvez: cinco sospechosos quedaron presos

Un familiar del Gordo Salomón y otro hombre fueron imputados por el delito de extorsión. Les atribuyen ser parte de un plan gestado desde el penal de Piñero para exigir dinero y vehículos a un gomero. Otras tres personas quedaron con preventiva en legajos paralelos por tenencia de arma


Uno de los revólveres secuestrados en los allanamientos.

La investigación de la fiscal Lorena Aronne por la saga de aprietes y amenazas que sacudieron en los últimos dos meses a Villa Gobernador Gálvez derivó este sábado en la imputación a dos personas relacionadas con la banda Los Monos por el delito de extorsión. La fiscal también imputó a otras tres personas por tenencia de armas de fuego, a raíz de los revólveres secuestrados durante los allanamientos del jueves pasado.

La pesquisa reveló una trama mafiosa cuyos organizadores, señala la imputación, están presos en el pabellón 7 de la cárcel de Piñero, donde varios hombres relacionados con el clan Cantero purgan condena. Desde el penal, dice la Fiscalía, se tramaron los aprietes contra un hombre villagalvense que posee una gomería en Ayacucho y Marco Polo en Rosario; contra su hermano y sobrino que poseen un local de compraventa de autos, y contra el dueño de la concesionaria Teo Motos, que es otro expediente paralelo al igual que los de los ataques mafiosos que sufrieron representantes del sindicato de municipales.

Desde julio las cuatro víctimas sufrieron tiroteos en las fachadas de sus locales y viviendas, además de recibir mensajes amenazantes donde les exigían plata y vehículos a cambio de no atentar contra sus vidas. Ataques que no escatimaron plomo y que, sumados a los conflictos territoriales por la venta de drogas atribuidos a la gavilla del ahora detenido Daniel “Gordo Dani” Noguera contra el fallecido Carlos “Jerry” Gaeta, repercutieron en el humor social de Villa Gobernador Gálvez.

Aronne acusó a Luciano Eugenio Salomón, de 26 años –según la Fiscalía es hermano de Mariano “Gordo” Salomón, condenado en la megacausa Monos– y a Darío Marcelo Miguel, de 29, por ser parte del engranaje de extorsiones que sufrió el gomero Gustavo Ramón A. y su entorno. Los dos imputados fueron detenidos el jueves en las inmediaciones de Lamadrid y Alvear por personal de la Agencia de Investigación Criminal.

La evidencia citada por Aronne, a partir de informes de inteligencia, intervenciones telefónicas y entrevistas, bastó para que el juez Héctor Núñez Cartelle aceptara la imputación y dictara la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley: un plazo de dos años con posibilidad de revisión antes del eventual juicio.

El 25 de julio–señala la hipótesis fiscal– Luciano se presentó en la gomería de Ayacucho y Marco Polo junto con un tal Pitu y exigieron la entrega de la plata los días 28 de junio, y 9 y 17 de julio, mediante amenazas. “Si no vas a tener un problema grande, los balazos vienen del Pollo Vinardi y del Chino Fleitas (ambos de profuso historial en las páginas policiales y presos en Piñero)”, le atribuyen haberle dicho a Salomón, a quien los investigadores ubicaron como una especie de “mediador” enviado por el Gordo Dani (detenido el 5 de agosto). Al gomero le pidieron un millón de pesos y el 9 de julio le habían dejado en la puerta de su casa un papel manuscrito que decía “pagá o la maestra se muere” (refiriéndose a su esposa), y tenía dibujado un ataúd.

Además la acusación señaló que el último día de julio Luciano Salomón, su hermano apodado Gordo (con orden de arresto y prófugo) y Miguel fueron parte de la exigencia de 400 mil pesos y un Volkswagen Bora a Emilio y Brian A. –hermano y sobrino del gomero, respectivamente– en un local de venta de autos de San Diego y San Martín de Villa Gobernador Gálvez. En la puerta de la concesionaria apareció una nota enrollada a dos balas que decía que si no pagaba “le iba a pasar lo mismo que a su tío”.

En la madrugada siguiente, acusó la fiscal, se llevó a cabo una reunión con los hermanos Salomón y Miguel, apodado Gitano, en la estación de servicios de Lamadrid y Oroño. Allí una de las víctimas entregó 100 mil pesos y, en otra esquina de la zona sur, hizo lo mismo con un Bora gris.

Aronne también acusó a Ayrton L., de 26 años; a Carlos José M., de 60 y a Esther Elsa L., de 52 por tenencia de arma de fuego. En rigor, tres revólveres –calibres 32, 38 y .357– secuestrados en allanamientos por la causa de extorsiones en barrio De la Carne y en la casa de dalle 20 de Junio, en un arrabal villagalvense, donde los efectivos se incautaron de un centenar de envoltorios de marihuana y cocaína.

Durante la acusación por los delitos de tenencia de arma de fuego de uso civil y de guerra, la fiscal Aronne citó evidencia relacionada con el expediente de los ataques mafiosos que sufrió el dueño de la concesionaria Teo Motos el 4 y 12 de agosto, a quien le exigieron 300 mil dólares, dice la imputación.

Aunque la acusada Esther dijo que los dos revólveres secuestrados en su casa no eran de ella y que los estaba guardando por temor a represalias, tanto ella como su esposo y Ayrton L. quedaron presos por el plazo de ley.

El jueves, después de la redada de efectivos de AIC, Gendarmería y Tropa de Operaciones Especiales (TOE) donde fueron detenidos los imputados y además se demoró a una veintena de personas, domicilios relacionados con las víctimas fueron blanco de una nueva tanda de balaceras, según confiaron fuentes policiales. La hipótesis es que se trató de una venganza por los allanamientos.

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