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Por el colegio

Ex alumnos lanzan masiva movida para “salvar” al Poli

Cumplen 25 años de recibidos. Organizan una fiesta para recaudar fondos que permitan recuperar las instalaciones.


“El colegio está hecho bolsa. Es horrible y muy frustrante”, lamenta Jorgelina Fay.

Egresada del Instituto Politécnico Superior como técnica constructora en 1990, fue ella, junto a un puñado de compañeros que terminaron en el mismo año, los que decidieron pegar un giro de timón que ahora está creciendo hacia un nivel masivo: en lugar de celebrar con una fiesta sus bodas de plata como egresados y colocar una placa de agradecimiento o reconocimiento al colegio que los formó, se empeñaron en intentar “salvarlo”. ¿Cómo? Lanzaron una convocatoria que pretende llegar a todos los que pasaron por las aulas del “Poli” y aún están vivos –la institución cumplirá 110 años de existencia en 2016– a que contribuyan como puedan y como quieran para evitar que la histórica escuela se siga deteriorando y que, en cambio, empiece paso a paso a recuperar su antiguo esplendor.

La iniciativa, que lleva meses de preparación pero se lanzó públicamente pocos días atrás, tendrá su primer mojón el próximo 24 de mayo con una “gran choripaneada” en el patio de los talleres, cuyas tarjetas “solidarias” cuestan 200, 400 y 600 pesos. Y a pesar de que todavía se están vendiendo boca a boca, se encargaron 330 y se entregaron 150 en sólo dos días.

“Nos están escribiendo desde el exterior para ver cómo hacen para donar. Y ya se contactó un egresado de la promoción 1961, es decir que tiene 31 años más que nosotros, para encargar una tarjeta”, se entusiasma María Arrabal. Egresada en química, ella es otra de las organizadoras de la movida, que partió de un pequeño grupo de ex alumnos que, 25 años después de recibirse, todavía mantienen el contacto.

Ayudados por la masificación de las redes sociales, el grupo se contactó con más compañeros de otras divisiones –históricamente de 1º a 4º año hay siete, cada una con 35 alumnos– ya en diciembre del año pasado, para preparar la movida por el aniversario que se cumplía en éste. Pero ahí algo cambió, y varios señalaron a Jorgelina Fay como la responsable. Como hija y sobrina de egresados del Poli, ella misma formada allí y ahora tía de alumnos, tenía información de primera mano del estado edilicio del colegio de Ayacucho y Pellegrini. Y lanzó la propuesta: ¿Y si…?

Durante los meses siguientes los gestores de la idea se distribuyeron tareas. El primer objetivo era reunir a al menos un ex alumno por cada división de la promoción 90. Y después, que cada uno de esos “delegados” se contactara con sus ex compañeros.

“Había grupos que se seguían viendo, otros que no. Y también había muchos que se fueron a vivir al exterior y que retomaron contacto a través de Facebook. Nos costó un poco, pero se fueron enganchando todos”, se entusiasman las dos.

“Todos queremos al Poli, es como una secta. La gente que se va termina queriéndolo siempre”, tercia Pablo Santero, otro integrante del grupo que organiza el particular evento. Cuando se conformó, una de las primeras actividades fue hacer una recorrida por el colegio donde estudiaron y crecieron. Fue un golpe: “No es el Poli que nosotros conocimos. Hay salas de talleres que están anuladas porque se caen los techos, y la verdad que nos da mucha tristeza verlo así. Por eso queremos también concientizar a los chicos que actualmente cursan y tratar de que quede registrado como para que alguien tome la posta el año que viene”, marcó Pablo.

Después de ver el estado de distintas áreas –algunas emblemáticas, como los históricos talleres que dan hacia la calle Montevideo–, los ex alumnos se entrevistaron con la directora de Poli, Liliana Cattáneo, y con la ONG conformada por ex alumnos, que desde hace años trata de acotar el deterioro, con golpes bajos como la destructiva lluvia de piedras de noviembre de 2006. Y también con el Centro de Estudiantes de los actuales alumnos del Poli.

A una y a otros la idea les cayó como un regalo del cielo. Una promoción entera se ofrecía para hacer una fiesta y donar lo recaudado, además de facilitar la búsqueda de equipos y materiales para contribuir con la restauración de la institución. Desde la cúpula del Politécnico barajaron algunas propuestas y el consenso fue por una sala multimedia con equipamiento para trabajar con imagen y sonido, y escritorios didácticos para los talleres, una innovación creada por una empresa alemana para estudiantes de electricidad y electrónica.

“En la promoción 90 –explica Jorgelina– tenemos compañeros que han creado empresas. Otros que son profesionales y se desempeñan en la construcción, otros que son directivos de empresas grandes. Y con las demás, tenemos de todo. La idea es convocarlos a todos a que, en lo que puedan, den una mano al Poli”.

Hasta ahora, el entusiasmo de los organizadores no sólo no tropezó con obstáculo alguno sino que viene encontrando más y más viento a favor. Un egresado trabaja en una reconocida firma de cerveza, que ya se comprometió a proveer, sin cargo, algunos de los barriles que se consumirán en la noche del 24 de mayo. Otro se desempeña en una firma de la industria de la carne: ya se está tramitando una donación de chorizos. Y la idea que va tomando forma es que no todo termina con el sol del 25: “De mayo a diciembre vamos a organizar otras movidas con el objetivo de que el año que viene se haga otra cena como la que se hizo cuando el Poli cumplió 100 años”, explica Jorgelina.

Con todo, la promoción 90 también espera dejar una posta armada: “Queremos que, de acá en más, cada promoción que cumpla los 25 años de egresados haga algo, similar o distinto, para ir reconstruyendo al Poli. Porque la reparación de techos es una obra que cuesta millones de pesos, nosotros ni pensamos en algo tan grande. Pero si vamos despacito y todos los años se hace algo, de a poco vamos a poder”, concluye Jorgelina.

Conocidos que fueron al Poli

Entre los famosos que pasaron por el Poli, antes Escuela Industrial de la Nación, y de quienes los organizadores del encuentro esperan poder contar con su apoyo, están el ex intendente y actual candidato a gobernador, Miguel Lifschitz; los humoristas José “Pachu” Peña y Pablo Granados; el creador del personaje Eber Ludueña, Luis Rubio; el ex jugador y ex técnico de Newell’s Old Boys, Pablo Marini; el periodista Oscar Bertone y el guitarrista Fernando Kabusacki, entre otros. El desaparecido escritor y dibujante Roberto Negro Fontanarrosa también realizó parte de la secundaria en la emblemática casa de avenida Pellegrini y Ayacucho, experiencia que volcó en sus recordadas historias.

“Volvé al Poli”

La propuesta de la promoción 90 es un “reencuentro solidario” convocado con la consigna “Volvé al Poli!” el domingo 24 de mayo, víspera de feriado, desde las 21. El lugar serán los talleres y, al tratarse de una choripaneada, si llueve, la fiesta se reprograma.

La tarjeta es un bono contribución de 200 pesos, 400 pesos o 600 pesos, según las posibilidades de cada ex alumno o de quien quiera concurrir: aunque la movida busca sensibilizar a ex estudiantes, es abierta.

La entrada incluye un choripán y una cerveza “tirada” en un vaso de recuerdo. El mecanismo paraobtener la tarjeta por pedido anticipado al correo electrónico reencuentro.poli@gmail.com, a jbusleiman@asocexalumnosips.com (Asociación Ex alumnos) o a través del evento en Facebook.

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