Los refugiados que intentan llegar a las costas europeas provienen en su mayoría de Siria, Irak, Afganistán y Pakistán, y en menor medida del Magreb y la África negra (Somalia, Eritrea, Nigeria, Sudán, etc.).
¿Por qué abandonan sus países?
En el caso de Libia, Irak y Siria existe un común denominador: la guerra sectaria y el crecimiento de los grupos terroristas. Las revueltas pacíficas de 2011 contra las dictaduras predominantes fueron secuestradas por el Estado Islámico y otras organizaciones leales a Al Qaeda que lograron constituir una fuerza impenetrable, resistente incluso a la intervención aérea internacional. Además, las autoridades aún en pie responden con ataques indiscriminados, y en conjunto, impactan directo contra la población civil, lo que fuerza su partida.
El otro rostro del éxodo son los refugiados provenientes de Somalia víctimas de la guerra civil entre islamistas y el gobierno, o los afganos, que escapan de la pobreza y los letales ataques de los talibanes.
¿Por dónde intentan ingresar a Europa?
Las autoridades reconocen dos caminos para entrar a Europa. La llamada “ruta de los Balcanes” comienza con una trayectoria desde Turquía hasta las islas griegas, en particular la isla de Kos. Desde ese punto, cruzan por diferentes medios por Macedonia, Serbia y Hungría, la última etapa antes de buscar refugio en Alemania, Francia, Reino Unido y Suecia.
El otro recurso es la ruta del Mediterráneo, que une a las costas libias con la isla italiana de Lampedusa. La superpoblación en los barcos y su estado precario contribuyen a que sea la opción más mortífera: sólo en 2015, al menos 2.200 se ahogaron en el mar. La ausencia de alimentos, la decisión del capitán de tirar por la borda a algunos pasajeros para alivianar el peso, e incluso las peleas entre los propios refugiados, son sólo algunos de los motivos que conducen a la muerte en altamar.
En ambos casos, las mafias piden por el trayecto entre 500 y 9.500 dólares por persona. Un monto elevado que sin embargo no garantiza el objetivo final. Las mujeres y niños son los que llevan lo peor: su exposición al peligro es doble porque además de los riesgos comunes, son blanco de la explotación sexual y redes de trata de personas.
¿Cuántas personas ingresaron a Europa en 2015?
Sólo entre enero y septiembre de 2015, al menos 351.314 refugiados llegaron a las costas europeas, un 60% más que en todo 2014. De ellos, 234.778 lo hicieron vía Grecia, 114.276 por Italia (114.276), 2.166 por España y 94 por Malta. A su vez, Turquía recibió a 1,8 millones de exiliados, Jordania a 630.000 y el Líbano a 1,2 millones.
¿En qué soluciones piensa la UE?
La Union Europea aún no tiene respuesta ante la que reconocen es la crisis migratoria más importante desde la Segunda Guerra Mundial. Salvo el operativo “Tritón”, que se encarga de localizar los botes en peligro y trasladarlos a la orilla, Europa sigue sin establecer la repartición de refugiados entre los miembros del bloque, un reclamo de Italia, Grecia y Hungría, los principales receptores de los desesperados.
Por otra parte, el aluvión de inmigrantes amenaza con hacer caer a uno de los pilares de la Unión Europea, el Tratado de Schengen, que permite la libre circulación de personas y fomenta a la vez el crecimiento de partidos xenófobos que se oponen a cualquier tipo de solidaridad. La indiferencia mata tanto como el terrorismo.
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