Un repunte del consumo privado asomará durante el segundo trimestre, gracias a los aumentos salariales de marzo y abril, aunque se verá si puede sostenerse en el tiempo debido al impacto erosivo de la inflación. “Este repunte del consumo privado no será positivo para la estabilidad económica en general porque interrumpe la reducción de los desequilibrios en el mercado interno y externo”, advirtió en un reciente informe la consultora Economía & Regiones (E&R).
El documento económico recordó que la política de ingresos fue uno de los pilares del crecimiento económico de la última década. Desde 2003, los ingresos de los trabajadores subieron más que la inflación y la devaluación, lo que aumentó el poder adquisitivo y del salario medido en dólares. Entre 2003 y 2013, el salario se incrementó 620 por ciento, mientras que el tipo de cambio y la inflación subieron 85 y 360 por ciento, respectivamente. El Producto Bruto Interno (PBI) per cápita en dólares creció 250 por ciento en esa década, hasta 11.800 dólares en 2013. El estímulo al consumo privado permitió un alza de su participación en el PBI desde 65 a 69 por ciento, entre 2003 y 2013.
Sin embargo, E&R dijo que a fines de 2011 –en octubre iniciaron las restricciones a la compra de divisas–, comenzaron los desequilibrios en el mercado de cambios. “En 2013, el exceso de consumo tanto público como privado se tradujo en un déficit de cuenta corriente que alcanzó un récord de 13.277 millones de dólares, financiado en gran medida por una pérdida de más de 12.000 millones en reservas del Banco Central”, completó.
El ajuste para el salario comenzó este año. El incremento interanual a febrero de 2014, un 29 por ciento, se ubicó por debajo de la suba de los precios minoristas. El declive acumulado del salario en términos reales en el primer bimestre, un 5,80 por ciento, fue el más alto en 12 años.
“La pérdida de salarios acumulada entre octubre de 2013 –elecciones legislativas– y febrero de 2014 fue de 21, de 13,20 y de 11,80 por ciento para la medición en dólares, litros de combustible y canasta de alimentos y bebidas, respectivamente”, comparó E&R.
E&R anticipó que los aumentos salariales permitirán un repunte del consumo en el segundo trimestre y –en menor medida– en el cuatro, debido a que los incrementos se realizarán generalmente en dos cuotas, la primera en marzo/abril y la segunda en septiembre-octubre.
“Esta esperada y transitoria mejora del consumo, sumada a un ajuste fiscal incompleto, hace que los desequilibrios económicos que se estaban corrigiendo vuelvan a postergarse e incluso se incrementen”, advirtió el documento económico.
E&R mencionó que el aumento nominal de salarios, el incremento en las jubilaciones en marzo y el excedente de dólares de la cosecha gruesa inducirán a mayores incrementos de la emisión monetaria. Esta situación obligará al Banco Central “a redoblar la apuesta e incrementar su colocación de instrumentos para absorber pesos a costa de aumentar la tasa de interés y volver a moderar el consumo”, consigna el informe.
“La falta de un recorte fiscal de magnitudes adecuadas terminará conduciendo hacia una nueva ronda de ajuste económico –aún más traumático– automático vía inflación y devaluación que provocaría una nueva contracción del consumo en el segundo semestre de 2014”, concluyó E&R.
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