El presidente electo, Mauricio Macri, pidió su sobreseimiento en la causa por las escuchas telefónicas ilegales en la que está procesado y el juez federal Sebastián Casanello clausuró la investigación, por lo que ahora la decisión quedó en manos del fiscal Jorge Di Lello.
Los abogados de Macri se presentaron el jueves pasado en tribunales para pedir el sobreseimiento ante Casanello, quien ya corrió vista del planteo tanto al fiscal Di Lello como a las querellas para que opinen.
Ante el pedido del jefe de Gobierno porteño, Casanello clausuró la investigación y pidió que las demás partes se pronuncien respecto a si corresponde que Macri vaya a juicio, o bien resta alguna medida de prueba por hacer.
Macri está acusado por las escuchas telefónicas ilegales de las que fueron víctimas su ex cuñado, Néstor Leonardo, y Sergio Burstein, este último familiar de víctimas del atentado a la Amia.
Tiempo atrás, el magistrado envió a juicio oral y público a un total de once personas, pero decidió profundizar la causa respecto a Macri, al considerar que la prueba que había en su contra no era suficiente.
Además, en el caso está pendiente un pedido de información a Estados Unidos –que nunca fue contestado– sobre una empresa utilizada para realizar tareas de seguimiento sobre Néstor Leonardo, ex cuñado de Macri.
El pedido es sobre la firma Ackerman Group LLC Security & Investigative Consultant, la que fuera contratada por Franco Macri, padre del jefe de Gobierno porteño, para investigar a su ex yerno, Leonardo, por la mala relación que éste tenía con la familia del ingeniero.
Al haberse agotado esa última medida que había firmado es que en las últimas horas Casanello clausuró la instrucción, al entender que no quedaban pruebas por realizar y por ello corrió vista a la Fiscalía, las querellas y las defensas.
Ahora, Di Lello cuenta con seis días para evaluar si pide que el líder del PRO vaya a juicio, tal cual lo hizo en una oportunidad anterior, o bien podría pedir profundizar algunas medidas de prueba para agotar la investigación.
A Macri, además, se lo acusaba por haber designado a Jorge “Fino” Palacios, uno de los que ya está en juicio, como jefe de la Policía Metropolitana, pero meses atrás el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, lo deslindó de la responsabilidad, al asegurar que él lo había recomendado.
La otra acusación en su contra es porque trabajó como asesor en el Ministerio de Educación el ex policía y ex espía Ciro James, también en juicio, pero la cuota de responsabilidad en ese caso para la Justicia llegó al entonces titular de la cartera educativa Mariano Narodowski.
A mitad de este año, tras recibir un pedido del fiscal para que vaya a juicio, Casanello optó por profundizar la investigación y rechazó el planteo de sobreseimiento de la defensa, lo que luego fue confirmado por la Sala I de la Cámara Federal.
No obstante, la Cámara le ordenó al magistrado avanzar en la investigación y definir la situación de Macri: ese mismo tribunal años atrás había confirmado su procesamiento por considerar que había implementado una red de espionaje en la ciudad de Buenos Aires.
Por ahora están en instancia de juicio oral y público el espía James, Narodowski, Palacios, su entonces segundo en la Metropolitana, Osvaldo Chamorro; los policías misioneros Diego Guarda, Raúl Rojas, David Amaral, Antonio Fernández, Rubén Quintana; la ex secretaria judicial Mónica González; y el ex juez misionero José Luis Rey.
El tramo en juicio está a cargo del Tribunal Oral Federal 5 que llamativamente fijó recién la fecha de comienzo de juicio para el 5 de septiembre de 2017, aunque por ahora Macri no está entre ese primer tramo de imputados y en semanas se definirá si es finalmente sobreseído.
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