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Error en el Veraz fue carísimo: condenan a Telecom Personal

La Justicia sentenció a la empresa a pagar más de un millón de pesos a una mujer que fue incluida de manera incorrecta en ese registro. Ella había perdido el DNI y fue usado para contratar los servicios.


La Justicia local condenó a Telecom Personal a pagarle más de un millón de pesos, entre capital e intereses, a una mujer que fue incluida de manera incorrecta en el sistema Veraz como deudora morosa, por parte de la empresa. Su problema comenzó en 2005 cuando perdió su DNI que fue usado para solicitar servicios. Pasado un tiempo, en 2007, comenzó a recibir llamadas e intimaciones para que cancele supuestas deudas a su nombre con la firma de capitales internacionales. La mujer realizó todos los descargos y reclamos pertinentes y le aseguraron que la situación sería solucionada.

La cuestión es que las cosas empeoraron cuando fue rechazada en otras dos empresas de telefonía celular –Nextel y Movistar– porque figuraba en los registros de deudores morosos por una deuda de 847,44 pesos y ante el supuesto “robo de identidad” inició una acción judicial contra Telecom Personal. La pericial caligráfica sobre los contratos y solicitudes de servicio que generaron la supuesta deuda permitió establecer que las firmas no le correspondían.

La mujer sostuvo que las situaciones que debió padecer le produjeron vergüenza, teniendo que dar explicaciones, y le ocasionaron momentos desagradables. En la resolución, el Juzgado Civil y Comercial Nº 15, a cargo de Carlos Cadierno, afirmó que “se ha visto afectada por el accionar poco profesional de parte de una de las empresas de telecomunicaciones más grandes del país”.

El magistrado destacó que el artículo 8 bis de la Ley de Defensa del Consumidor establece que “los proveedores deberán garantizar condiciones de atención y trato digno y equitativo a los consumidores y usuarios”y que “deberán abstenerse de desplegar conductas que coloquen a los consumidores en situaciones vergonzantes, vejatorias o intimidatorias”.

Además, se remarca que “se advierte que la demandada debía haber obrado con mayor diligencia ante los requerimientos de la actora, pudiéndose calificar el obrar en su accionar como negligente, demostrando falta de preocupación por atender en tiempo y forma el reclamo de la accionante. Si el error pudo evitarse empleando la diligencia necesaria y no ha habido razón para errar, el que ha incurrido en él debe soportar sus consecuencias”.

Por los daños moral, psicológico y punitivo Telecom Personal fue condenada a pagar la suma de 370.000 pesos, que con los intereses supera 1.000.000 de pesos. El daño punitivo consiste en una multa civil, que se agrega al resarcimiento por daños, aplicada en beneficio del perjudicado, a los fines de castigar a los proveedores de bienes y servicios que incurran en graves inconductas.

El abogado de la demandante, Hernán Zengarini, contó que “con las herramientas que nos da la Ley de Defensa del Consumidor el magistrado, con buen tino, ha aplicado la misma y se ha resarcido como corresponde a mi clienta”.

“Nunca supimos cuántas líneas se habían tramitado, siempre supo mi clienta que estaba anotada en el veraz por una deuda que no le correspondía, nunca se le explicó bien a qué correspondía esa deuda”, señaló.

“Es moneda corriente el abuso por parte de determinadas empresas que con una posición económica dominante imponen ciertas reglas de juego en cuanto a la atención al cliente y siempre se ven beneficiadas ellas y si el cliente quiere ejercer un derecho, en este caso ante el desconocimiento de una deuda, es conocido el peregrinar constante y las horas del tiempo de cada uno que se le tiene que dedicar, primero para ver si es atendido, lo cual ya de por sí es dificultoso y segundo para saber si el reclamo es favorable lo cual, en principio, es imposible”, remarcó.

Por último, el profesional analizó que “a través de sentencias como éstas se educa a ambas partes”. “Primero al consumidor haciéndole saber que hay leyes que lo amparan, que tiene derechos para ejercer, y al otro que se educa es a las empresas, que parecen desconocer muchas veces no sólo las normativas sino al consumidor mismo. Creo que esto tiene un doble mensaje, por un lado hacer saber que los derechos del consumidor ejercidos en debida forma se respetan, y por otro lado hacerle ver a las empresas que no siempre van a ganar”, concluyó.

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