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Elecciones

El vice de Stolbizer apuesta a “una gran revolución ética”

Miguel Olaviaga subraya la necesidad de profundizar el federalismo y reivindica valores como igualdad, equidad y decencia. El precandidato de Progresistas quiere un gobierno que "revalorice la acción política" y permita "dejar a los corruptos afuera"


Igualdad, equidad, decencia, son los valores que Miguel Olaviaga, precandidato a vicepresidente de Margarita Stolbizer por el frente Progresistas, esgrime como carta de presentación de cara a las primarias del próximo 9 de agosto. Apuesta fuertemente al “federalismo”, a lograr una “revolución ética” que “revalorice la acción política” y permita “dejar a los corruptos afuera”.

—¿Es una elección difícil para la centroizquierda? Teniendo en cuenta la construcción que no pudo ser con UCR y la CC y los candidatos que asoman como preferentes en las encuestas.

—Habría que hacer una breve consideración. Antes había dos componentes que impedían un desarrollo armónico de la democracia: los sectores golpistas y los sectores violentos de la política. La cultura política que se ha generado a través de la democracia ya no permitiría que los golpistas puedan proponer cosas ni los violentos puedan imponerse. Ahora hay un continente expreso que se ha dado en donde tienen que estar expresadas la pluralidad de las vertientes del pensamiento. Si nosotros no dejamos sentado expresamente este segmento de la socialdemocracia, de la centroizquierda y no asumimos la responsabilidad de dejar un hito, es indudable que hay una inclinación hacia los sectores de centroderecha que va a frenar el desarrollo de las ideas y creemos que es altamente peligroso.

—Proviniendo usted de la UCR, ¿por qué cree que tomó el camino de aliarse con el PRO?

—Estamos en un proceso fenomenal de transición. Las estructuras sindicales, políticas, son estructuras de muchísimos años y han dejado de contener. Se ha dado la alquimia que se vincula más a un pragmatismo de cómo se puede ganar una elección que un punto de partida en la formación cívica, de la reivindicación de la acción política. Hemos hecho una regresión desde el punto de vista cultural en materia política.
Nosotros planteamos otra Argentina, reivindicamos el federalismo. Planteamos que es indispensable la equidad, la igualdad y la decencia. No decimos la igualdad desde un punto de vista estático, la igualdad se acompaña de la equidad. El 50 por ciento de los bienes y riquezas del universo está en manos del uno por ciento, hay un punto de partida para decir que hay un sistema que está cayendo. Y cuando decimos decencia, decente lo califica la OIT (Organización Internacional del Trabajo) al asalariado, a un trabajo decente, que compromete una identidad laboral, social, previsional y en este país tenemos un 30 por ciento de gente que no está registrada. Hay muchas razones para tratar de encontrar formulaciones con un criterio republicano para que dentro de cuatro años estemos mejor y para eso tenemos que recurrir a los valores éticos.

—Esa decencia a la que refiere, ¿no la aportan las otras fórmulas presidenciales?

—Tenemos muchísimas reservas respecto a los temas que se omiten. Advertimos que las dos fuerzas principales que tienden a polarizar no hablan de los trabajadores, no están hablando de seguridad social, de educación popular. Realmente se limitan a tecnicismos financieros. Tenemos que generar los acontecimientos para que todos los actores positivos de la sociedad empiecen a articular. Eso es lo nuestro: Producir una gran revolución ética.

—¿Cómo sería esa revolución?

—Que se revalorice la acción política mediante componentes éticos. Tenemos muchísimos ejemplos, uno de ellos es el gobierno de (Arturo) Illia. Tenemos que reivindicar que hay gente que está en condiciones de dar testimonio de una acción generosa por la política. Lo más importante como sociedad es dejar a los corruptos afuera, ahí vamos a salvar la política.

—¿Hay cuestiones positivas que deja este gobierno?

—Sí. Hay cuestiones que son para ser reivindicadas y otras cuestionadas. Nosotros no partimos de cuestiones irreductibles, el corrupto queda afuera pero de ninguna manera vamos a ser tan recalcitrantes como para no evaluar algunos aspectos. El Estado tiene que estar cerca de la gente que lo necesita, por lo tanto la Asignación Universal por Hijo es un tema a reivindicar, las políticas de derechos humanos, la negociación de la deuda externa, son todos aspectos a considerar. No tenemos que partir de la base de que todo estuvo mal o hacer un panegírico en el sentido de que todo estuvo bien. Ese es el equilibrio que tiene que darse.

—¿Y en el debe?

—Los mecanismos de control, la tendencia al discurso único, la prepotencia desde el punto de vista de la imposición de verdades que parecen irreductibles. El primer sujeto a controlar, a investigar y a sancionar es el propio presidente, no puede haber artilugios de ningún tipo. Una de las cosas que este proceso deja como una situación a verificar es precisamente la autonomía de los poderes.

 

Un trabajador comprometido

Miguel Olaviaga, el precandidato a vicepresidente de Margarita Stolbizer, es oriundo de Villa María (Córdoba), tiene 68 años, una familia “muy numerosa” que se compone de cuatro hijos, 12 nietos y un bisnieto y se define como “un trabajador comprometido con esta lucha colectiva”. Fue empleado de comercio y comenzó a trabajar “desde muy pequeño, cuando se podía trabajar a los 12 años”. Además, el tiempo lo llevó por los caminos del sindicalismo, la política electiva y el cooperativismo

Esa actividad le permitió “actuar en diferentes niveles del sindicalismo provincial y nacional”, además de llegar a ser “secretario adjunto de la Confederación de Empleados de Comercio”.

“Mi primer vínculo con la tarea asociativa se da a través del sindicalismo”, agregó al identificar sus inicios en el cooperativismo y el mutualismo.

“Posteriormente he sido diputado y senador en la provincia de Córdoba por la Unión Cívica Radical”, indicó.

“En mi labor actual soy vicepresidente primero del Instituto de Promoción de la Economía Social donde convergen todas las cooperativas y mutuales de todo el país”, agregó.

“Parece superpuesto que alguien sea sindicalista, cooperativista y político. Nosotros decimos que no, que está perfectamente fundamentado. Como trabajador reivindicamos la organización sindical, como consumidor adscribimos a una economía de carácter social como las cooperativas y mutuales y como ciudadanos hacemos política para proponer los cambios que entendemos para la sociedad”, concluyó Olaviaga, que el próximo 9 de agosto será quien acompañe a Margarita Stolbizer en la fórmula presidencial de Progresistas.

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